dest Verde por Irlanda y San Patricio

Verde por Irlanda y San Patricio

Verde por Irlanda y San Patricio

Marzo 10, 2021

 

Desde el día de hoy y hasta el 19 de marzo, en nuestra página de Facebook y en nuestro perfil en Instagram nos sumamos este 17 de marzo a las celebraciones por el Día Nacional de Irlanda (Día de San Patricio) y te invitamos a participar en el reto virtual Verde por Irlanda y San Patricio.

Cada 17 de marzo se festeja el Día Nacional de Irlanda (Día de San Patricio). Estas celebraciones son muy vistosas y alegres: las ciudades se visten de verde y la actividad más importante es el desfile de San Patricio, el cual se acompaña de música de gaitas y entre sus elementos distintivos está el trébol de tres hojas, la bandera de Irlanda, los duendes y otros atributos característicos de la cultura irlandesa.

En el presente año, debido a la pandemia, muchas de las actividades presenciales que caracterizan la celebración se trasladaron al espacio virtual y, entre ellas, se encuentran las organizadas por nuestro centro.

¿Cómo participar en nuestro reto Verde por Irlanda y San Patricio?

Todo aquel que quiera participar debe publicar fotos donde predomine el color verde y los elementos distintivos del desfile. Pueden maquillarse, disfrazarse, pintarse en los rostros o en los brazos gaitas, duendes, banderas irlandesas, ponerse pelucas y todo cuanto tribute a esta celebración, como si estuviésemos participando en el desfile de San Patricio.

¿Cuáles son los pasos a seguir?

  • Si participas desde Facebook, debes darle like y seguir la página Centro para la interpretación de las relaciones culturales Cuba-Europa. Si lo haces desde Instagram, darle like al perfil @palacio_segundocabo.
  • Compartir, públicamente, la foto en sus perfiles personales con los elementos característicos del desfile de San Patricio.
  • Es muy importante que no olvides mencionarnos en las publicaciones que hagas del reto Verde por Irlanda y San Patricio. En Facebook, mencionas al Centro para la interpretación de las relaciones culturales Cuba-Europa; en Instagram, al @palacio_segundocabo.
  • Incluir las etiquetas:

#VerdeXIrlandaySanPatricio

#StPatrickDay2021

#PalaciodelSegundoCabo

Reiteramos la importancia que nos menciones bien, para que podamos ver cada una de las publicaciones de todos los participantes del reto. En nuestras páginas oficiales estaremos compartiendo todas las fotos que nos lleguen. Y si dudas que veamos o no tu publicación, puedes también enviarnos la foto por mensaje en nuestro perfil institucional, tanto en Facebook como en Instagram, o escribirnos si tienes alguna otra inquietud.

¡Tiñamos las redes de verde! ¡Participa en nuestro reto virtual Verde por Irlanda y San Patricio!

dest Néstor Aranguren, un joven mambí

Néstor Aranguren, un joven mambí

Néstor Aranguren, un joven mambí

Enero 27, 2021

 

Néstor Aranguren Martínez fue un joven mambí, que llegó a ser uno de los jefes militares más importantes de la Guerra de Independencia. A su muerte, con apenas 24 años de edad, ya ostentaba el grado de coronel del Ejército Libertador de Occidente.

El 27 de enero de 1898 se expuso en la residencia del general segundo Cabo el cadáver del joven coronel, como sanción ejemplarizante para quienes se levantaban en armas en defensa de la Patria. En 1930, mientras radicaba en el inmueble el Senado de la República, se colocó en el portal una tarja en bronce para perpetuar las acciones y el valor de Aranguren.

Desde el 2016, el Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa: Palacio del Segundo Cabo, a iniciativa del Historiador de la ciudad de La Habana, Dr. Eusebio Leal Spengler, convoca a alumnos y profesores, así como a trabajadores de la Oficina del Historiador a participar en el acto homenaje a Néstor Aranguren.

En el acto del 27 de enero de 2020, el MSc. Rodolfo Zamora, profesor del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, comentó que “muchas veces se olvida que Aranguren fue un Bombero del Comercio. El 17 de mayo de 1890, cerca de aquí, ocurrió un gran incendio y una explosión que llevó a la muerte a muchas personas. Uno de los bomberos que estuvo en ese incendio fue precisamente Néstor Aranguren (…) A pesar de sus heridas, participó en el rescate de sus hermanos. Meses después, todavía convaleciente, participó en el gran rescate de las inundaciones de Puentes Grandes donde, al igual, murieron muchas personas”.

Sobre la vida de Néstor Aranguren, compartimos las palabras del Dr. Félix Julio Alfonso López, decano del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, en el tributo a este joven patriota el 27 de enero de 2017:

Néstor Aranguren es conocido en la historia de nuestras luchas contra el colonialismo español por dos grandes cualidades: la de ser uno de los más intrépidos y combativos de los jefes mambises y por su intransigencia patriótica. Quizás muchos no estén familiarizados con el nombre de este bravo oficial mambí de la guerra del 95, cuya consecuente actitud política es ejemplo de entereza moral y fidelidad a una causa.

Aranguren nació en La Habana, el 14 de febrero de 1873, en la calle Campanario No.33, y fue bautizado en la Iglesia del Santo Ángel, donde también lo fueron José Martí y Julián del Casal (…).

Desde la niñez y hasta su adolescencia vivió en Guanabacoa, donde asistió al Colegio de los Escolapios de dicha localidad. También estudió en el Instituto de Segunda Enseñanza de la Habana, pero debido a las dificultades financieras de su familia, tuvo que abandonar los estudios antes de recibir el diploma de bachiller. A los 14 años comenzó a trabajar en la compañía encargada de la construcción del Canal de Albear, en la cual fue nombrado capataz, y luego ayudante del coronel de Ingenieros Joaquín Ruiz. Fue bombero del Comercio y participó en la extinción del cruento incendio de la Ferretería Isasi en la Habana Vieja. (…).

Entre sus actividades contrarias al régimen español, antes de iniciada la guerra, se le recuerda por haber usado su caballo para derribar las banderas españolas y estandartes desplegados en la calle Muralla durante la celebración española del 400 aniversario, en octubre de 1892, del mal llamado Descubrimiento de América.

(…) Fue uno de los llamados ‘tacos’ de la Acera de El Louvre, jóvenes que sirvieron como escolta voluntaria al mayor general Antonio Maceo durante su estancia en La Habana, en el primer semestre de 1890 (…).

(…) Después de llevar a cabo varias acciones en el norte de la provincia de La Habana, una delación propició que el enemigo atacara la finca La Pita, cerca de Campo Florido, donde se encontraba acampado, el 27 de enero de 1898. Murió mientras se encontraba descansando dentro de una humilde choza. Sus captores le dispararon en el pecho y lo remataron de un bayonetazo en la cabeza. El mayor general Mayía Rodríguez, jefe del Dpto. Occidental, había propuesto su ascenso a general de brigada antes de que ocurriera su muerte.

El cadáver de Aranguren llegó en el tren de Jovellanos a Regla, conducido por el Batallón de la Reina. Posteriormente fue trasladado al Muelle de Luz y conducido por la calle Oficios hasta el patio del Gobierno Militar. En el Palacio del Segundo Cabo se produjo entonces un acontecimiento abominable. El cuerpo sin vida de Néstor Aranguren, fue expuesto a la vista pública y ultrajado, como acto vengativo y ejemplarizante para quienes desafiaran el poder de la Metrópoli.

Al morir contaba apenas 24 años (…).

Javier Sotomayor será galardonado con el Latino Award Cuervo y Sobrinos 2020

Javier Sotomayor será galardonado con el Latino Award Cuervo y Sobrinos 2020

Javier Sotomayor será galardonado con el Latino Award Cuervo y Sobrinos 2020

Enero 9, 2020

 

La prestigiosa casa de relojería de alta gama suiza con auténtica alma latina, Cuervo y Sobrinos, entregará el Latino Award 2020 a Javier Sotomayor, en reconocimiento a su trayectoria deportiva y como recordista mundial en salto de altura, hasta hoy no superado.

Esta compañía suiza de relojería, surgida en La Habana en 1882, es la expresión viva de siglos de relaciones culturales entre Cuba y Europa. La marca llega a nuestros días con manufactura suiza totalmente renovada, incluyendo en su diseño piezas clásicas atemporales y elegantes.

Inaugurada en 2009, el Centro Histórico habanero cuenta con su Boutique Museo Cuervo y Sobrinos, en calle Oficios esquina a Muralla, en el mismo lugar donde una vez estuvo la boutique original. El espacio dedicado a la venta también exhibe colecciones de artículos de relojería, piezas antiguas y la caja fuerte Cuervo y Sobrinos original, trasladada desde el antiguo emplazamiento de la calle San Rafael.

Desde el 2003, Cuervo y Sobrinos ha otorgado el Latino Award en homenaje a personalidades latinas que han sobresalido en su ámbito profesional, entre los que destacan: Pedro Almodóvar, Chucho Valdés, Antonio Banderas, Carlos Acosta y el Historiador de la ciudad de La Habana, Dr. Eusebio Leal Spengler.

Para el 2020, los maestros relojeros de Cuervo y Sobrinos han personalizado un reloj exclusivo para homenajear a Javier Sotomayor, recordista mundial en salto de altura. La ceremonia de entrega [por invitación] del Latino Award 2020 tendrá lugar en el Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa: Palacio del Segundo Cabo.

Además, se realizará la premier del documental histórico Cuervo y Sobrinos: el valor del tiempo, del realizador Alfredo Herrera Sánchez. El material audiovisual se centra en la historia de la casa relojera suiza desde su nacimiento en La Habana en 1882, su expansión comercial, su manufactura en el país europeo, su devenir por varios siglos y renacimiento en el presente. Con esta proyección, la casa de relojería rinde homenaje a La Habana en sus más de cinco siglos y es dedicado, sobre todo, a la memoria del Dr. Eusebio Leal Spengler que tanto apoyó la presencia de la marca en el Centro Histórico.

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Nominado al WSA 2020 (World Summit Award) el Palacio del Segundo Cabo

WSA National Nominee 2020

Noviembre 4, 2020

La propuesta museológica y educativa del Palacio del Segundo Cabo ha sido seleccionada al WSA 2020 en la categoría Aprendizaje y Educación. Esta nominación se debe al empleo novedoso y didáctico de las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones (TICs) en la museografía del Centro y el impacto que ha generado en el público.

El Premio de la Cumbre Mundial (World Summit Award, WSA) es un certamen organizado por las Naciones Unidas. WSA es el único evento de TICs en todo el mundo y, desde el año 2001, promueve y selecciona contenidos electrónicos que aporten innovaciones tecnológicas a nivel internacional. Los nominados son evaluados en base a siete criterios fundamentales: contenido, funcionalidad, diseño, tecnología, innovación, impacto y valor.

Nuestro Centro, adscrito a la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, es un espacio museal que comunica contenidos culturales desde múltiples recursos comunicativos: audiovisuales, escenografías, infografías, panelerías, soportes tridimensionales de información, réplicas de objetos patrimoniales disponibles al tacto, módulos de sonido, dispositivos táctiles, realidad aumentada, softwares y apps, que permiten una comunicación eficiente de saberes complejos con deferentes niveles de accesibilidad. Se potencia el acceso al conocimiento y la educación, por lo que también difunde sus contenidos desde una Mediateca y en una programación sociocultural sistemática.

La misión del Palacio del Segundo Cabo es potenciar el conocimiento de las relaciones culturales entre Cuba y Europa en su exposición permanente y mediante diversos proyectos socioculturales dirigidos a diferentes públicos, potenciando el acceso y uso de las nuevas tecnologías.

Es el primer museo digital concebido en Cuba. Propicia una visita al museo más vivencial, interactiva, que contemplativa, donde el usuario es protagonista en cada ámbito de la gestión museal. Investiga y promueve temas que, desde diferentes acciones y talleres, han logrado despertar el interés de la comunidad. Además, lleva a cabo el desarrollo de app, softwares, novedades editoriales y audiovisuales.

Más de 340 propuestas integran las nominaciones a la WSA 2020, las cuales muestran la riqueza, diversidad, futuro e innovación de las soluciones digitales a escala global. A su vez, evidencian cómo la tecnología digital puede mejorar la sociedad en cada rincón del mundo.

Según el presidente de la WSA, Peter A. Bruck:

WSA combina dos perspectivas principales en su iniciativa: primero, el compromiso con los ODS de la ONU y cómo utilizar las TIC para el desarrollo. Y, en segundo lugar, el desarrollo de una sociedad del conocimiento global. Los ODS de la ONU deben ser nuestra medida, en términos de qué mirar y dónde mirar. Hoy vivimos en un entorno completamente diferente, a través de la revolución móvil, a través del surgimiento de la era algorítmica, los datos se han convertido en un capital tanto como el trabajo, el dinero de la tierra y la maquinaria. De ahí que sea más importante que nunca evaluar qué contenido excelente ofrece realmente soluciones e impacto. El contenido local y cualitativo se ha convertido en el tema clave y permanente. WSA presenta una innovación que utiliza las TICs para la conectividad social. Conectar para generar impacto.

Propuestas de 80 países han sido nominadas a las diferentes categorías.  Además del proyecto del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa, de Cuba también ha sido reconocido, en el apartado Gobierno y Compromiso Ciudadano, la red Wifi comunitaria de los Joven Club de Computación. Estas nominaciones resultan en sí mismas un premio al trabajo con las nuevas tecnologías en nuestro país.

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El Palacio del Segundo Cabo y las Semanas Belgas en La Habana

El Palacio del Segundo Cabo y las Semanas Belgas en La Habana

Noviembre 3, 2020

 

Cada año el Centro Histórico celebra la Semana Belga en La Habana con el interés de que se conozca cada vez más sobre la singularidad cultural de ese país europeo.

Nuestro centro se ha propuesto este año, como parte de esas celebraciones, rememorar las actividades que en ediciones anteriores hemos llevado a cabo en el Palacio.

En 2016, se realizó el taller infantil y la presentación del libro Naturalezas del Art Nouveau, con los profesores Anne-Lise Alleame y Orlando Inclán. Asimismo, la autora belga Magalie Raman presentó en el marco de dichas fechas el libro The 500 Hidden Secrets oh Havana (500 secretos escondidos de La Habana).

En 2019, el Palacio acogió la exposición Reparar el futuro, organizada por la asociación belga Meta-Morphosis, en la que se vinculó el arte, el diseño y el reciclaje a través de piezas realizadas con materiales naturales refuncionalizados.

Otra de las actividades llevadas a cabo en esa ocasión fue el lanzamiento del proyecto de igual nombre, Reparar el futuro, también a cargo de Meta-Morphosis, en el que se propusieron desarrollar en 2020 tres acciones específicas en Cuba. Producto de la situación sanitaria mundial provocada por la COVID-19, la jornada de actividades concebidas entre el 1ro y el 15 de noviembre de este año, cambiará su escenario hacia los medios televisivos y virtuales.

Si quieres seguir de cerca las iniciativas preparadas para esta nueva edición de la Semana Belga en La Habana sigue las etiquetas #SemanaBelga2020, #BélgicaContigo, #DesdeCasa.

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Adiós al amigo Leal

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Julio 31, 2020

Fotos: Thays Roque Arce

 

La habitual quietud de la Plaza de Armas se interrumpió esta tarde con un coro de aplausos. El sonido aclamaba a quien pasaba por allí, la emoción estremecía cada rostro, las lágrimas inundaban los ojos de aquellas personas. Por más de 20 minutos, entre la calidez del recuerdo y la belleza de la obra, nos acompañó nuestro Eusebio.

Con la espontaneidad que caracteriza a los jóvenes, la calle de Madera, justo al frente del Museo de la Ciudad, se llenó de colaboradores y admiradores de la obra del Doctor Eusebio Leal Spengler, quienes no querían regresar a casa sin homenajear al hombre, al amigo. Era el lugar exacto donde hace más de cinco décadas inició su labor bajo la tutela de Emilio Roig de Leuchsering, primer Historiador de La Habana.

La tarde reunió a aquellos que aprendieron de él por tantos años, tal es el caso de Michael Gonzalez, Director de Patrimonio de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), quien profundamente conmovido confesó que “uno no entiende las cosas que pasan. A uno le parece que mañana se va a despertar y va a estar Leal con nosotros otra vez. Es el dolor de que no pasó. La gente recordará sus anécdotas, su experiencia con él, la gente sonreirá y pensará lo que hizo, lo que se quedó y lo que seguirá haciendo.

“La vida sigue, pero sigue con tristeza. Sé que el homenaje es el esfuerzo diario, sé que seguiremos trabajando y sé que lo recordaremos todo el tiempo. Pero murió algo bello y cada uno tendrá que buscar la manera de enfrentarlo, pero por él lo haremos”.

Por su parte, Katia Cárdenas, Directora de Gestión Cultural, manifestó que el aplauso fue el mejor homenaje a quien dedicara toda su vida a fomentar el proyecto cultural que es hoy el Centro Histórico. “Esa convocatoria de corazón de su familia, porque nosotros somos su familia, la gente que se ha desarrollado a su alrededor, protegida y guiada por la luz de ese hombre tan grande. Sabemos que pertenece al mundo, pero sobre todas las cosas es nuestro Leal, nuestro Historiador”.

“Hoy podemos recordar todas sus hazañas por el rescate de la ciudad, por el rescate del espíritu de la gente, por salvar la memoria, pero creo que nos queda el gran hombre que fue Eusebio y que lo distingue de cualquier otra personalidad. Supo hacer tantas cosas por nuestra ciudad, por nuestro país, por el mundo, supo hacerlo por cada uno de nosotros, por cada una de las personitas que estaban a su alrededor y eso realmente lo saca de la dimensión natural que puede tener cualquier hombre. Es un gran dolor”, concluyó.

El momento sirvió además para que uno de sus fieles discípulos, el periodista Mario Cremata, ofreciera unas palabras de despedida. Con la voz entrecortada expresó que “he vuelto a sentir el sabor amargo de la orfandad, de la tristeza sin fin, de esa sensación difícil de expresar con palabras pero que se aproxima bastante al momento sublime y trágico en que la nave pierde su capitán”.

“Hoy se me ocurre que estos adoquines en silencio y esas sábanas blancas colgadas en los balcones de tu Habana constituyen la más hermosa metáfora del dolor que embarga a este pueblo, incluso más contundente el repique de campanas que tanto te gustaba”.

La iniciativa también juntó a las nuevas generaciones de trabajadores de la OHCH como la joven historiadora Yainet Rodríguez, especialista del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa. “Mi experiencia en el trabajo con la Oficina ha sido sumamente enriquecedora y pienso que también gran parte de esa experiencia ha sido gracias a su perseverancia y al respeto que le ha puesto a la cultura y al patrimonio, y a que Eusebio siempre nos enseñó que lo más importante es explicar el origen de todo para saber de dónde venimos y hacia dónde vamos. Siempre nos insistió en que lo más importante era trabajar cada día y que la persistencia no es nada más que cuando estés cansado dar más”.

Sentidas también fueron las palabras de Daniel Castellanos, especialista de Movilidad Urbana de la Dirección de Plan Maestro de la Oficina del Historiador, pues para él Leal no solamente fue un soñador sino un hacedor de sueños y permitió que muchos como él tuvieran la oportunidad de soñar y fundar a la vez en la Oficina del Historiador. “Primero soñé la universidad y tuve amparo acá en el Colegio Universitario, su universidad. Luego tal y como él enseñó a sus discípulos fui acogido por el Plan Maestro y desde entonces la vida simplemente ha sido la oportunidad de poder soñar junto a él y que él también fuera un poco el escudero de nuestros sueños”.

Con el dolor de algunos, el llanto de otros y el adiós de todos, hoy la Habana pierde a su más leal amor.

 

* Tomado de Habana Radio: http://www.habanaradio.cu/culturales/adios-al-amigo-leal/.

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Eusebio Leal Splengler: uno de los cubanos más reales y útiles de nuestros tiempos

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Eduardo Torres Cuevas

Julio 31, 2020

 

Puedo asegurar que en pocas ocasiones me he sentido tan triste como hoy. A pesar de ello, es un privilegio siempre hablar sobre Eusebio. Es difícil, porque es tal la envergadura, la variedad, la riqueza, la originalidad, la osadía, el rigor y la grandeza de Eusebio, que no puedo menos que confesar que estas palabras no son más que una aproximación muy limitada de quién ES uno de los más grandes cubanos de todos los tiempos. En pocas personas como en Eusebio Leal Spengler he hallado el modo armónico en que se articulan tan diversos componentes del conocer, sentir, amar y pensar a Cuba.

Pudiera decirles que su obra es grandiosa, sin embargo, no creo que sería original si dijera ha recibido la investidura de Doctor Honoris Causa y Profesor de Mérito de 20 universidades nacionales y extranjeras; y ha pronunciado conferencias magistrales y académicas en más de 74 universidades en no menos de 45 países, colocando la imagen científica y cultural de Cuba en lo más egregio de los espacios académicos de diversas partes del mundo. A su vez, ha recibido altas condecoraciones de por lo menos 29 naciones. Sin embargo, estos títulos y condecoraciones no expresan las esencias del hombre que nació en un solar de La Habana, que se ganó la vida como mensajero de una farmacia y que llegó a tener una cultura poco común antes de titularse de una universidad. Su esencia era la de un hombre de pueblo que vestía humildemente la ropa de un trabajador, que andaba La Habana hablando con cada una de las personas humildes que se le acercaban y que soñaba en reconstruir para darle al presente las dimensiones extraordinarias de nuestra historia. Simplemente, ES un gran hombre de pueblo.

Ha recibido los títulos más importantes, los que no llegan en pergaminos, que no los otorgan los académicos, sino los que él más ama y reconoce, que son los que le confiere una multitud de pueblo impresionado y agradecido, no ya por la palabra sino por la reducción de la pesantez de la piedra y el ladrillo o de la construcción pétrea y vivificadora de la obra. Está llena más que las pupilas, las mentes amplias y agudas y los corazones sensibles y nobles ante la exorbitante riqueza del rescate urbanístico y humano de la huella de los hombres que construyeron la imagen que de La Habana o de otras ciudades y localidades cubanas disfrutamos hoy. El quehacer de Eusebio, ante todo pensado, después organizado, con posterioridad espiritual y culturalmente materializado, que todos podemos observar al peregrinar por Cuba y por su capital, está inscrito ya como patrimonio de la humanidad. Ha sido una voluntad férrea, una inteligencia dedicada y certera, y un conocimiento profundo lo que le ha permitido a este hombre domesticar el pasado y convertirlo en joya del presente.

Su dirección, al frente de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, recoge la restauración y terminación de 80 obras de patrimonio cultural, 14 hoteles, que rememoran espacios y momentos de la cultura cubana en tiempos diferentes reunidos en un todo por el presente que contempla, un centenar de instalaciones turísticas y 171 obras sociales, a lo que se añaden 3092 viviendas beneficiadas. Todo ello en un periodo de 10 años, y no incluyo aquí lo que ha hecho en el último lustro. Al referirse a su obra siempre destaca, con humildad y agradecimiento, lo que significaron para sus logros los diálogos y el apoyo de Fidel.

Es Eusebio Leal uno de los más fructíferos escritores de nuestro tiempo. Sorprende la cifra de sus obras. Estamos hablando de 3 531 registros que abarcan hasta el 2010. Hago esta acotación porque faltan aún 10 años de producción intelectual en el conjunto que señalamos. Es muy variado el conjunto: artículos, folletos, discursos impresos y libros. Todos responden a un conocimiento adquirido en esas incesantes búsquedas que parecen no haber dejado tiempo al descanso o, quizás con más propiedad, al disfrute del tiempo en crecer por dentro para ayudar a otros a encontrar caminos para identificarse a sí mismos e identificarse con su propia cultura.

Si se observa con detenimiento, no hay palabra flácida, ni perdida, ni colocada inadecuadamente en su oratoria y en su escritura. Al que se asoma a su obra plasmada en palabras, no le quedará más remedio que reconocer que, paso a paso, descubre y se identifica con las propuestas de Eusebio, del doctor Leal, porque en ellas están contenidos descubrimientos hallados en innumerables documentos materiales y espirituales. Se observa la incansable indagación y el rescate permanente que sostiene la obra creadora de Eusebio. Algunos títulos, hablo ya de libros, constituyen un imprescindible legado de una época, ya aparentemente lejana, pero que expresan un mundo de ayer que explica, en cierta forma, el mundo de hoy. Estas son espléndidas rememoraciones que constituyen ya parte de nuestra historia. Libros como Fiñes, Fundada esperanza, Para no olvidar, Legado y memoria y El Diario perdido de Carlos Manuel de Céspedes, constituyen aportes innegables, rigurosamente recogidos y pensados, no para una historia muerta, sino para el pensamiento vivo de la creatividad presente y futura de nuestro país.

Existe un género literario que por su complejidad suele ser de difícil dominio, la oratoria. No creo exagerar si afirmo que el discurso oral de Eusebio constituye ya uno de los legados más importantes que será objeto de estudios en los próximos años. La oratoria, como género, constituye uno de los más difíciles porque aúna el conocimiento de un tema, la elegancia del discurso, la belleza del lenguaje, la lógica armoniosa del contenido, lo poético que deleita y la dialéctica que enseña. Como pocos en nuestra historia más reciente, Eusebio Leal ha desarrollado la oratoria de modo extraordinario y muy personal. Ha aportado a la Academia y a la tribuna el arte de decir.

Viene a mi memoria el momento en que lo conocí con carretilla en mano y su exclusivo modo de vestir con ropa de trabajo gris. Aquellas búsquedas arqueológicas e históricas, llevaban a muchos, burlonamente, a pensar que aquellos sueños de reconstrucción eran como los de Calderón de la Barca. Hoy puede parecer que todo fue fácil y en mi opinión fue muy difícil perforar una realidad bruta con la punta fina de la voluntad, del ingenio y del conocimiento. Al escucharlo percibe el interlocutor que más allá de lo que la Academia enseña, está la búsqueda incesante de un autodidacta que disfruta traspasar los límites de las disciplinas. Quizás, como él mismo se ha llamado, ha sido un hijo de su tiempo, de este tiempo de temeridades que el futuro juzgará con la fría lógica que otorga la distancia; pero ello es un privilegio no de los dioses sino de los hombres. También recuerdo ahora cuando al entrar en un aula universitaria, hace ya no sé cuántos años, me lo encontré sentado como estudiante de la carrera de Historia. Le era necesario el título que tanto se exige, pero sus conocimientos sobre pasaban ya a los de un licenciado. Aquí buscó los métodos, las sistematizaciones, las teorías que la academia discute y promueve. El joven profesor disfrutaba y aprendía del grato diálogo con el sabio historiador sin título.

Habanero, supo amar su ciudad y trabajar en el rescate y prevalencia de sus valores materiales y espirituales. Pero al observar en conjunto su obra en esta urbe puede también entenderse la amplitud de su visión. Museos, bibliotecas, escuela, hogares, colegio, le dieron al proyecto una calidez que hizo revivir la ciudad que solo tenía sentido como el hábitat de nuestro espacio humano. Recordando una frase de José de la Luz y Caballero, pronunciada en 1832, al referirse al Obispo Espada, me gustaría decir que Eusebio “me hace gustar el noble orgullo que es habanero el corazón que en mí late”. Y esa “habanidad de habanidades” no es otra cosa que el hecho de que Cuba late también con el corazón habanero y el mundo entero contribuyó a la riqueza de sus calles.

Él es fiel a sus apellidos, Leal a sus ideas y a sus principios, Spengler, que el que escribe traduce a capricho como espléndido en su entrega a Cuba, a su Revolución y al legado patriótico de todos los constructores, de esta, como el título de uno de sus libros: su siempre “PATRIA AMADA”.

Al recorrer las calles de nuestra Habana, así como la de otras muchas ciudades cubanas, seguiré sintiendo la presencia de Eusebio y escuchando su voz firme y encantadora. No te vas, te quedas, en el alma de los que amamos, creamos y creemos en aquellos valores éticos que tú también ayudaste a sembrar.

 

* Tomado de Habana Radio: http://www.habanaradio.cu/culturales/eusebio-leal-splengler-uno-de-los-cubanos-mas-reales-y-utiles-de-nuestros-tiempos/.

Eusebio Leal y Randy Alonso en la Mesa Redonda, octubre de 2019. Foto, Teresa Castillo. Mesa Redonda

Eusebio Leal: “La Habana es hoy un símbolo completo y absoluto de la nación cubana”

Eusebio Leal y Randy Alonso en la Mesa Redonda, octubre de 2019. Foto, Teresa Castillo. Mesa Redonda

Julio 31, 2020

 

Entrevista realizada al Dr. Eusebio Leal Spengler para la Mesa Redonda transmitida el 18 de octubre de 2019.

Randy: El pasado 10 de octubre en la noche, se iluminó la linterna de la cúpula del Capitolio Nacional. Era una especie de coronación, en un día de simbolismo patrio, al extraordinario esfuerzo que ha significado rescatar para la nación una obra patrimonial en toda su magnificencia para los habaneros y para los cubanos. Un regalo extraordinario a la ciudad de La Habana en su Aniversario 500.

El artífice de esa obra y de muchas otras que embellecen y hacen grande a esta Ciudad, está de nuevo hoy con nosotros en la Mesa Redonda; es un regalo para nuestro programa en su Aniversario 20 y lo hacemos a apenas un mes de que La Habana esté cumpliendo su Aniversario 500. Gracias Eusebio por estar de nuevo con nosotros y aprovecho para trasmitirle la felicidad de nuestro colectivo, y sé que de todos los cubanos, por su reciente exaltación como miembro honorario de la Academia de las Artes y las Ciencias de los Estados Unidos. Creo que es un premio a su trayectoria y un reconocimiento a Cuba en su persona.

 

Eusebio: Bueno Randy primero ahí, un reconocimiento a Cuba. Yo creo que lo más importante a esta altura, y a media altura, y al comienzo del viaje de la vida de cualquier cubano, lo importante debe ser ese sentimiento que el padre Varela expresó de una manera tan bella cuando dijo: “que la patria no le debe nada a nadie, sino que nosotros lo debemos todo a ella”; esto es lo primero.

Lo segundo: esa obra es la expresión política del Estado de preservar su patrimonio cultural contra toda alternativa. Eso está en la memoria de aquellas palabras memorables de Fidel en la UNEAC cuando habla del papel de la cultura; está mucho antes, cuando él se refiere a lo que ha de ser Cuba en el futuro, un país de hombres de ciencia y de cultura. Porque sin la cultura, no como su forma vulgar “el culturosismo” –que es aparentar que se conoce algo pero en realidad no–, sino la cultura como parte de un acervo familiar común que tiene que ver con lo educativo, que tiene que ver no ya con lo formal sino con lo informal, con el comportamiento cotidiano del ciudadano ante la ciudad, valga la redundancia, la civita, la ciudad.

Se debe mucho también a todo lo que aprendí en esos años de los predecesores, de los maestros.

Como he repetido, sin colaboradores y sin amigos capaces del mayor sacrificio, no habría sido posible ni esta ni otra obra. Recuerdo que yo subí al techo del Capitolio y casi todo el mundo ignora excepto algunas personas, que le tengo pánico a las alturas y yo me sobreponía fingiendo todo el tiempo, para que los trabajadores, el que guiaba el ascensor -que frenaba y seguía de una forma muy rápida- no se diera cuenta que yo eludía mirar a un lado y al otro a donde estaba el vacío Iban pasando delante de mí las ventanas del primero, del segundo, hasta finalmente llegar a la azotea y vencer el miedo, el horror al vacío y cruzar al techo, para ver la obra en el techo.

Recordaba mucho a Máximo Gómez cuando en Camagüey en medio de un combate inminente, un temblor le sacude todo el cuerpo y entonces los ayudantes se dan cuenta y él dice en aquella voz tan particular y en búsqueda: tiembla cuerpo que si supiera donde te voy a meter ahora temblarías más.

Y yo pienso que el gran temblor fue casi 50 años de obras de restauración inspiradas en la voluntad de Cuba, en la voluntad de Fidel, y, en el caso del Capitolio, como una voluntad expresa del general de presidente Raúl Castro. Sin esa determinación de él de entender que debían traerse al Centro Histórico los símbolos del Estado: la función legislativa en el palacio del Capitolio, que Fidel admiró como la obra de construcción más trascendental de aquel tiempo.

Sin el valor de lo que ocurrió allí, y que yo vi, cuando aquel gran Salón de los Pasos Perdidos se colmó con las joyas y todos los decomisos a los grandes predadores del patrimonio de la República al triunfo de la Revolución; sin haber asistido al velatorio de muchos de los héroes de la Revolución, que fueron velados allí; y sin haber asistido al nacimiento de instituciones importantes como fue, por ejemplo, la Academia de Ciencias de la República de Cuba como continuadora de la primera, con el mismo orgullo con que los soviéticos y los rusos de hoy hablan de la Academia de Lomonósov, nosotros hablando de aquella de las Ciencias Médicas, Físicas y Naturales; de la cual, la Academia renacía al triunfo de la Revolución. Pero todo eso trajo un desgaste, una ruina si se quiere del edificio, una pérdida de la orientación del valor de que el contenido se corresponda con el continente.

Mas, la belleza de la obra de los cubanos arquitecto Raynieri, arquitecto Evelio Govantes, arquitecto Félix Cabarrocas -sin los cuales no se puede hablar de la historia de las grandes obras constructivas de la República-, Carlos Miguel de Céspedes, como gran figura que fue del gobierno autoritario, despótico y tiránico después, pero cuya obra positiva en las obras públicas: la Carretera Central, los espacios públicos, los espacios ciudadanos y la construcción de un palacio legislativo y la cosa maravillosa de haberlo construido y haber llamado para esa obra a grandes figuras mundiales como fue el gran arquitecto y escultor italiano Angelo Zanelli, autor de la monumental escultura de La República o haber colocado en el lugar que le debió corresponder la Cripta del Mambí Desconocido.

Cuando uno llega allí dice: “el fundamento de la República es esta tumba”. De hecho, el día en que la General Teté Puebla me entregó –extraídos del cementerio–, los restos de ese libertador, en una ceremonia muy privada que precedió a la visita del General de Ejército, al colocar en ese túmulo de mármol aquellas cenizas, en mi pensamiento había esta idea: “yo no sé quién fuiste, ni cuando te alzaste, ni en qué parte de Cuba fue, lo que sí puedo decir es que tú eres el fundamento de la República, sobre tu sangre y tu sacrificio se levantó esta nación”.

 

Randy: Eso es parte de lo grande que tiene el Capitolio Nacional y que me gustaría recorrer un poco con su voz, con sus ideas en esta Mesa Redonda. Pero, como usted decía, hubo 50 años, poco más, en que se perdió también un poco, la esencia de ese monumento. Hubo prejuicios incluso, Eusebio tuvo que vencer prejuicios para empezar esa obra. ¿Fue fácil convencer de que había que rescatar el Capitolio, había que rescatar también la función legislativa para el Capitolio Nacional? ¿Fue más difícil eso que aquella vez en la calle madera frente al museo de los Capitales Generales?

 

Eusebio: Randy tu sabes que la historia hay que contarla como fue, no como nosotros quisiéramos, porque después nos pueden acusar mañana u hoy mismo de que la hemos picoteado, la hemos arreglado a nuestra manera. La historia es como es, y cuando alguien comete la ignominia de apartarse del escenario que le tocó vivir, lleva una estrella en su frente que esa ignominia no lo borra, lo castiga; por tanto, no se puede hacer tijera.

El Capitolio Nacional no fue nunca la copia del de los Estados Unidos. Cuando yo visité el Capitolio de Washington por invitación expresa del Secretario de Estado John Kerry, que me formuló aquí en la Plaza de San Francisco durante la visita, vi las diferencias absolutas. Su cúpula es de hierro, la nuestra es una estructura con piedra, láminas de cobre y oro. El Salón de los Pasos Perdidos (NR.del Capitolio de La Habana) no tiene paralelo, son 120 metros de largo. El Capitolio norteamericano dentro, bajo la cúpula de hierro, tiene la gloria de George Washington, pero todo el interior está lleno de los monumentos y cosas que los Estados colocaron que reducen poco el espacio magnificente de aquel Capitolio. Nosotros con la aguja en este momento estamos a 91 metros de altura; más alto.

Pero, además de todo eso, todas las habladurías, el Capitolio, partiendo de nuestra tradición grecolatina, es una exaltación del Olimpo al universo cubano. El mambí se trasforma en un héroe del panteón griego o viceversa, desde el elogio del escudo nacional hasta el elogio de las provincias, o los nombres incambiables de las salas: Jimaguayú, Baraguá, Guáimaro, las figuras de Simón Bolívar, Benemérito de Las Américas Benito Juárez; todo allí evoca a Cuba y América.

Segundo, está dentro toda la gloria combativa de la nación cubana, toda su forma, el espíritu de la nación que es un espíritu cívico y laico donde aparece el patriotismo como la religión del Estado; como en la antigua Roma Republicana, aparecen en la figura de La República, que, por cierto, como bien se decía, tras el buda de Nara bajo techo o la estatua sedente de Abraham Lincoln –ante la cual está la imagen famosa tomada de Fidel inclinado con la cabeza descubierta–, solamente la escultura de La Habana es la más alta. Levantada para que sea más sacro el lugar sobre una piedra traída de Egipto, una piedra del periodo posiblemente tolemaico, una piedra semipreciosa que los técnicos rusos restauraron y sobre la cual se elevan las casi 48 toneladas que pesa la obra de Angelo Zanelli.

Las estatuas exteriores representan yo creo que las dos cuestiones fundamentales; si las hubiéramos colocado nosotros nos habrían dicho que era un acto puramente ideológico. La primera se llama El Trabajo y la segunda alude a la primera: La virtud tutelar del pueblo. Un pueblo que no trabaja, una nación que no crea, una nación que vive dependiente, que debe y no paga, que consume y no produce, esta conducida al desastre.

Entonces, en lo alto de esa escalinata, aparece ese perpetuo llamado; y dos Atlantes sostienen el escudo de Cuba; y hay tres puertas, tres puertas que fueron la obra de otro gran artista cubano García Cabrera que son la historia de Cuba en imágenes.

 

Randy: Labradas, es una cosa extraordinaria.

 

Eusebio: Una de ellas, es la escena de la inauguración del Capitolio. Estamos hablando de aquella solemnidad en ocasión de la Conferencia Panamericana y aparecen en la Escalinata el Presidente de Cuba, el dictador Gerardo Machado, y a su lado el Presidente Calvin Coolidge (NR-de EEUU).

Cuando el pueblo ingresó en el Capitolio, ingresó sin romper la puerta. Alguien con un cincel y un martillo rompió dos rostros, esos dos, y dejó intacto todo lo demás; como diciendo, esto es lo que hay que saber de ahora y para siempre, que la verdad está en la comprensión de lo que ha significado la compleja relación entre Cuba y su aspiración a independencia y soberanía y el Estado Americano; y la segunda: la sumisión republicana que es el camino equivocado, independientemente del espíritu nacionalista que caracterizó aquel gobierno. Te das cuenta, independientemente de su criminalidad, independientemente de todos sus errores, el rostro quedó marcado para siempre y la historia hay que explicarla.

Además, aunque se hayan reunido en el Capitolio en algún momento una determinada concentración de pillos muy importante, también están en todos los asientos marcados los nombres de hombres ilustres y decentes que los hubo en la República, comunistas o no, demócratas verdaderos como un Eduardo Chibás, cuyo nombre aparece allí o el de Salvador García Agüero o el de Juan Marinello o el de Blas Roca o el de aquellos que asistieron por elección popular como constituyentes a la gloriosa Constitución del 40, que tuvo como única realidad mostrarnos un documento perfecto y posteriormente un incumplimiento perfecto de todo su contenido.

 

Randy: Ya son 90 años de la fundación del Capitolio Nacional y la vida ha llevado a que celebremos los 500 de La Habana con esa obra recuperada. Desde aquí veo la cúpula de oro del Capitolio Nacional y para los cubanos, para los habaneros, sin dudas, es una de las obras que simboliza lo que es llegar a ese 500 Aniversario de la ciudad. Pero me gustaría ir a esos orígenes, a esa Cripta del Mambí que visité con usted y que me sobrecogió cuando entré a ese salón. ¿Qué era aquello allí donde está la cripta, Eusebio? ¿Por qué se empeña Eusebio Leal en recuperar un espacio que nunca lo tuvo el Capitolio; que fue soñado pero no edificado?

 

Eusebio: El arquitecto Félix Cabarrocas coincide en la idea de hacer, en lo que es actualmente la rotonda bajo la cúpula arriba en el gran salón, una especie de baranda y en el fondo se miraba el féretro del soldado mambí; pero eso nunca llegó a realizarse. Posteriormente esa sala queda consagrada con ese objeto; hay fotografías. Y en 1958 en el epílogo de la tiranía abyecta, se hace allí una parafernalia de tratar de hacer lo que era imposible, porque las manos profanadoras no podían de ninguna manera hacer lo que allí se hizo.

Pero cuando triunfa la Revolución todo eso desaparece, es borrado del mapa, es como si aquello no debió existir. Pero quedaba el espacio, quedaba el espacio con sus dos entradas por Industria con las puertas selladas y la puerta blindada y las grandes copas para las ofrendas y en el túnel que daba debajo de la Escalinata faltaban las dos ánforas donde iba el aceite que debía encender la llama eterna. Esa llama y esa estrella con la llama fue realizada como obra de arte y llevada por el doctor José López Sánchez al Museo de Ciencias. En su momento, con la prueba en la mano y con la anuencia de la Ministra y del Ministerio y del Museo fue, desde luego, restituida a su lugar.

En esa estrella de mármol verde y bronce aparecen como unos espíritus que era según la tradición latina los manes de las víctimas inmoladas. Piensa en el discurso de Máximo Gómez en Lázaro López: los manes de tantas víctimas inmoladas reclaman de nosotros cual si los espíritus de los muertos. Cuando tú ves el Monumento de Maceo, ves la barca que tratan de echar al agua, quiénes son, los espíritus de los muertos por la Patria. Entonces, sobre la base de esa mística se volvió a encender la llama, se mandó a hacer el féretro que pesa varias toneladas, se colocaron los laureles que lleva el Escudo Nacional y las hojas de Acanto, lo decoran las argollas y la cripta.

En la sala están el Escudo de Armas, que usan las Fuerzas Armadas, con los trofeos de nuestras luchas, y el discurso de Céspedes al llamar al pueblo cubano y el texto del Himno Nacional cuya paráfrasis, obra del genial maestro Hubert de Blanck, se escucha en el fondo  como una alegoría a lo que vas a ver allí.

Entonces, ese lugar está rodeado de las banderas de las naciones, primero la de Cuba, con la de Céspedes, por el mandato constitucional de Guáimaro, la de Puerto Rico, la República que no fue, la causa jamás abandonada por Cuba y después las de las naciones de América y otras naciones del mundo.

Ahora, todos los días están frente a la tumba las coronas del Presidente de la República, del General de Ejército Primer Secretario, y la del Presidente de la Asamblea Nacional; y eventualmente las que colocan los Jefes de Estado y grandes personalidades que llegan y por lo general, quieren que su bandera esté en aquel lugar para rendir tributo a Cuba.

Cuando se hace la obra del Capitolio, partiendo de una obra anterior fallida – hay imágenes de la voladura de una cúpula fallida y de un Palacio Legislativo que jamás se concluyó-, se aprovechan partes de las piedras y de los muros y se decide acometer el nuevo proyecto con Raynieri, que se había graduado en la Universidad de Notre Dame, y en cuya Universidad, en su archivo, pude ver sus trabajos sobre el Capitolio conservados, del cual traje la primera maqueta realizada ya, de lo que era la cúpula de acuerdo al proemio de Raynieri.

Después entran Govante y Cabarroca, y entran la multitud de obreros cubanos, españoles, italianos, inmigrantes que participan en una obra que debía licitarse antes del 20 de mayo del 27 para ser concluida el 20 de mayo del 29; como una Carretera Central que uniera finalmente, sobre el camino real de Cuba, el Occidente con el Oriente; un hotel para las delegaciones: el Hotel Nacional, que debía estar preparado para recibir a los presidentes.

Agua y tierra de los ríos del continente se trajeron para sembrar el árbol en el antiguo Campo de Martes que era el campo militar español, el cual se convierte en el Campo de la Fraternidad Americana. Se colocan las palabras de Martí: “Es la hora de los hornos y no se ha de ver más que la luz. Unidas y apretadas han de estar…”; y la puerta con los nombres de los partícipes en el acto. A todo el mundo se le entregó una llave de oro de la puerta. Todas las llaves desaparecieron. La mía, la que nosotros tenemos hoy, se encontró porque el presidente de México la depositó, y así a lo mejor está en otras cancillerías, en el Archivo de la Nación en México. Nos facilitaron la copia exacta de la llave que abre el jardín que esta regado con el agua del Orinoco, del Amazonas, del Río La Plata, del Río Grande, de los grandes ríos de América.

 

Randy: ¡Qué simbolismo para lo que está pasando en estos días y para esa historia entre Cuba y México!

 

Eusebio: Y desde luego, debía encenderse una linterna que fuera como el símbolo de una esperanza; que no era ya como la luz del Morro para los navegantes, sino una luz que permitiera a los cubanos no extraviar el camino. Cuando tuve la oportunidad de guiar a Fidel allí por primera vez en vida de la doctora tan querida Rosa Elena Simeón, Fidel se maravilló y después me pidió el libro de la construcción del Capitolio.

Se quedó maravillado al ver la obra sobre todo porque al encontrase el terreno cenagoso fue necesario cortar en Baracoa árboles de jiquí monumentales y con la tecnología de la época rodean la Cripta del Mambí y el anillo sobre el cual está fundido el primero, el segundo, el tercero y la cúpula que pesa miles de toneladas. Los troncos de jiquí clavados -lo cual es para mí toda una simbología de esta Patria nuestra-, porque hay jiquí y Caguairán, palo rojo de ácanas enormes plantados allá abajo.

Además de todo eso, la restauración no habría sido posible primero sin los obreros que vinieron de la empresa nuestra, Puerto Carena, sin el apoyo de los órganos del Estado todos, convocados por el General de Ejército, sin la Escuela Taller que formó cientos de jóvenes a los cuales ha estado consagrada la tarea del dorado de los yesos. Piensa que las humedades rompieron mucho de los techos, que fue necesario bajar algunos de los más importantes, reproducirlos de nuevo, volverlos a pintar y a colocar; que a 60 metros de altura han estado los andamios dorando las rosas de acanto. La biblioteca José Martí terminada y restaurada con lo que yo digo la caoba más primorosa de Cuba. Y después se reunieron todos los que llamamos los tesoros del Capitolio: vajillas, cubertería, objetos de valor histórico.

Después aparecen unas salas didácticas: las salas de los símbolos patrios con la más moderna tecnología; tecnología que está aplicada en todo el camino para saber dónde estamos y cómo podemos usar las audioguías. Hay guías en todos los idiomas. Han trabajado artistas italianos y técnicos italianos en la restauración de las grandes esculturas de Zanelli. Ellos lo han hecho durante miles de años.

Se han reproducido a escáner con la más moderna técnica, como se hizo en su momento la estatua de Martí en Estados Unidos, los bustos de los próceres que van formando la galería, los grandes generales y padres de la libertad de Cuba.

Entran también obreros alemanes que han trabajado en la piedra, por ejemplo, esmeradamente, conocedores de la piedra. Sobre todo, porque muchas de esas piedras ha habido que traerlas de canteras actuales ya que las antiguas canteras se perdieron. Por ejemplo, algunas piedras se han tenido que cortar en la actual Bulgaria. Otros mármoles se han traído, entre los 68 tipos de mármoles que tiene el Capitolio, se han traído fragmentos de Alemania o traer de Italia.

La obra costó sacrificio, costó sangre. Murió un obrero nuestro en lo alto trabajando en la cúpula. Otro muchacho de la escuela taller fue herido allí. Recuperó felizmente la salud. El otro llevará su nombre inscripto en el jardín del Capitolio, como están aquellos que murieron cuando se construyó el Capitolio y cuyos nombres cubanos y españoles aparecen allí escritos.

 

Randy: ¿Es entonces Eusebio esta la obra más monumental de restauración, la obra arquitectónica de los últimos años más importante que se ha hecho?

 

Eusebio: Se convirtió en un problema tremendo. Primero para vencer los prejuicios: “Era un cake de 15 años”, “una copia miserable del de los Estados Unidos”, no era ni Capitolio ni siquiera monumento nacional. Por ese criterio hay que destruir toda la ciudad, destruirlo todo y volver al bohío; volver a edificar, porque los edificios no son culpables de lo que ocurre en ellos, tienen valor per se y cuando se logra reconciliar el contenido y el continente hemos logrado lo supremo.

Hoy el Presidente de la República tiene la sala Bolívar como despacho en el Capitolio, lo cual quiere decir que los tres poderes del Estado: el Poder Ejecutivo, Legislativo y el Poder Judicial, el Tribunal Supremo –porque también aquí se le restauró un Palacio en el Centro Histórico–, están en La Habana, lo cual le devuelve a la ciudad el carácter de centrum, no porque sea el único centro sino porque es el punto de partida.

Para mí no existe la idea Habana Vieja ni Casco Viejo, para mí es el Centro Histórico. Centro que después se replica en San Miguel del Padrón, en Luyanó, en 10 de Octubre, en el Cerro, en la Víbora, en el Vedado, donde quiera que la ciudad renace y crece. También es el concepto de la cívitas y de la capital. Capital en término latino cabeza, lo cual quiere decir que La Habana no copia a ninguna ni tampoco envidia a ninguna: las representa a todas. La Habana es hoy un símbolo completo y absoluto de la nación cubana. Es el símbolo de sus libertadores porque la historia lo construyó así. En el cementerio de La Habana está el General en Jefe. A unos pocos kilómetros el Lugarteniente General. Y allá, en Santa Ifigenia, están José Martí y Fidel Castro. El balance está establecido, que es lo más precioso y lo que la aguja dorada del Capitolio significa: la unidad de la nación cubana. Solo así existió, existe y existirá un ente que se llama Cuba.

Ahora, los prejuicios fueron derrotados. La admiración pública es absoluta. Se iluminará en las fechas patrias para que no haya ni despilfarro de luz y el símbolo adquiera su verdadera dimensión. Y es como una corona colocada sobre la cabeza de la ciudad cuando va a cumplir 500 años. Esta ciudad que es la ciudad de su Universidad de casi tres siglos, de su Sociedad Económica y Patriótica, de su Sociedad Científica, de su Academia de Ciencias, de su educación pública, de su insurrección gloriosa, de sus héroes y educadores, de sus padres y fundadores. Una ciudad de la cual tenemos que sentirnos orgullosos los que somos parte de la clase obrera, los que fuimos alfabetizadores, macheteros, constructores y que sentimos que todo esto es nuestro.

Ahora bien, Randy, pero esto no puede acabar el 15 de noviembre. Ya yo mandé en todos los carteles a poner 501 Aniversario porque hace falta continuar y renovar la batalla y todo lo que se ha hecho en el Centro Histórico con un sentido social como lo concibieron Fidel y Raúl y como lo ve el presidente Díaz-Canel. Construir cada año una bella escuela. El año anterior la escuela de Martí, la preciosa escuela del Prado, el colegio de su maestro; ahora, la escuela de Vilaboy en la Plaza de Cristo, antes en el Barrio de Jesús María la Quintín Bandera, en la Plaza Vieja la escuela Ángela Landa; ir levantando según aquel pensamiento de Mendive y de Luz y Caballero la escuela, porque el que forja hombres forjará ciudadanos.

Al mismo tiempo, todos esos premios que yo recibo como un símbolo, yo no me pertenezco. Mi nombre ya es otra cosa. No se corresponde conmigo. Me busca más problemas, realmente, mi nombre por todo lo que exige de mí, que todo lo demás. Esta es una obra de la Nación, es una obra de Cuba, es una obra de la Revolución.

 

Randy: Un placer tenerlo aquí en la Mesa Redonda, a poco menos de un mes de que la cuidad de La Habana esté celebrando sus 500 años. Una celebración que no es solo de la capital del país, es de todos los cubanos y que ha convocado las voluntades de muchas personas en el país y que ha permitido pues que tengamos ese Capitolio que estamos viendo aquí y también muchísimas obras que se han dispersado por toda La Habana. Pero convertir o hacer bien esos slogans de la ciudad maravilla o de la ciudad más grande o de la ciudad más bella, Eusebio ¿es solo voluntad política, es solo tener los recursos materiales? ¿Qué hace falta para que esta ciudad sea hermosa como todos aspiramos?

 

Eusebio: ¡Ay Randy!, cuando yo comencé a trabajar no existía nada de eso. Cuando Fidel llegó por vez primera me preguntó “¿Qué necesitas?” y le respondí “nada”. Y me dijo “¿por qué?” y le dije “porque si yo empiezo a pedirle usted no vuelve nunca”. Chomi estaba delante y lo recuerda perfectamente; aquello me salió del corazón.

Cuando el trazó el Decreto Ley 143 y posteriormente el General Presidente Raúl Castro lo suscribió, siendo el único decreto, con sus modificaciones lógicas, que ha podido ser firmado por dos Presidentes en la historia de Cuba. Se le dio una importancia extraordinaria al patrimonio nacional, una importancia enorme. ¿Los recursos? Puedes tener todos los recursos que quieras. Pero si falta ese coraje, si falta esa voluntad, si falta esa capacidad negociadora que hay que tener; si no se sabe ceder para ganar, sino se sabe cómo decía Lenin dar dos pasos atrás para dar luego uno adelante -cosa que para muchos era una incógnita casi filosófica-; si no se logra pensar que lo que hasta ayer fue conveniente ya hoy no es prudente, que como en la biología, en la sociedad hay que adecuarse a los tiempos; que en el concepto de Revolución Fidel lo prevé perfectamente y lo define: No se trata de cambiarlo todo para que nada cambie, lo cual sería un cambio de colores, un matiz, ni tampoco actuar bajo presión de ninguna circunstancia, sino como resultado de una fuerza creativa, renovadora, que no convierte en consignas ni convierte en lápidas lo que debe ser palabra viva; porque la palabra es la que vivifica. La letra sola muere.

Mira, acabamos de aprobar la Ley de la Bandera. Lo importante no era la Ley de los Símbolos; lo importante es que se cumpla. Lo importante no es que esté escrita, lo importante es que esté aquí (señala su cabeza) y que esté aquí (señala el corazón). Quiere decir, como decía el doctor Raúl Roa en una asamblea memorable: “concordes con el corazón”. Entonces hace falta mucho corazón. Hace falta saber a veces retroceder, recuperar fuerzas.

Hemos estado a merced del fuego, a merced de las penetraciones del mar, a merced del ciclón; y siempre ha habido esa voluntad renovadora. Si se cayó el árbol, levantarlo. Cuando vino aquel gran ciclón arboricida con el apoyo de las Fuerzas Armadas traje 14 grandes árboles de los cuales sobrevivieron tres y se plantaron en el Jardín del Castillo de la Fuerza. Eran árboles más que centenarios. Cuando caen los árboles viene la fiesta del hacha y más bien aquí había que dar un símbolo. Traer el árbol y colocarlo y decir si se muere lo pongo.

Cuando se murió el árbol del Templete, 50 años después, y yo me recuerdo que estaba muy enfermo. Se acercaba la visita anunciada del Presidente de los Estados Unidos. Y se trajo para plantar el árbol nuevo.

Recuerdo que a nadie se le avisó y yo pedí llévenme al momento. Recuerdo que me trajeron entre dos personas y un poco oculto vi el momento en que mis colaboradores muy jóvenes todos, echaban tierra con las manos sobre las raíces de la ceiba nueva. Y dije “esto es, esto es”. Cada generación tiene que plantar su árbol. Cada generación tiene que hacer su propio esfuerzo, su propia interpretación de los códigos.

Alfredo Guevara, mi amigo y mentor, en tantas ocasiones me hablaba acerca de Mariátegui y Gramsci, que el socialismo en nuestra Patria y en el continente, en Cuba, tenía que ser una creación heroica. Heroica es. Pero a veces se olvida que tiene que ser creación. Por eso admiro tanto la obra del General Presidente como continuación de la obra de Fidel: la reorganización del Estado, la regularización de las instituciones públicas, la Ley Migratoria, la redistribución de la tierra, la renegociación de la deuda externa, la voluntad firme de mantener el concepto de que una sola vez, en la unidad, que era la huella precedente y el espíritu de Martí, se podía lograr el objetivo supremo.

Entonces para mí, la restauración no ha sido más que una excusa para trabajar ardorosamente por algo mayor, más grande y más importante, por lo que tú, la Mesa y todos nuestros amigos han trabajado con el alma misma, que es por Cuba. No en abstracto, porque Cuba no es una cosa abstracta, ni cubano es el accidente de nacer aquí, un parto accidental. Cubano, como decía nuestro sabio Fernando Ortiz, es algo más que la aceptación porque se puede ser también por adopción, y ver a Cuba como el centro del mundo: Máximo Gómez, Ernesto Guevara, Juan Río Rivera, ¿cuántos más? el indio Hatuey. La Isla, el espacio que nos toca como espacio de creación, de fuerza, de renovación, de palabra nueva, de discurso, de fe, de espiritualidad, de reconocer la espiritualidad del pueblo cubano, sus características, sus formas de ver el mundo. Respetar profundamente todo eso. Este ha sido en definitiva el espíritu de mi vida.

 

Randy: Usted antes de entrar acá me daba un abrazo entrañable que me llegó al alma. Y me decía: “Solo los que perseveran triunfan”. Yo creo que ahí está también la clave de lo que ha hecho usted, de lo que han hecho sus colaboradores y lo que se hace en la Nación. Pero, ¿qué simbolismo tiene, hablando de nación, de socialismo -que usted mencionaba, qué simbolismo tiene que llegue esta ciudad, la capital de Cuba a sus 500 años en medio de tantos desafíos y de tantas amenazas, de tantas complejidades que hemos vivido, incluso hasta el peligro de una guerra nuclear?

 

Eusebio: Han tratado de poner un muro entorno a ella, es imposible. Cuando el barco blanco o los cruceros ingresaban era como la ruptura de ese bloqueo brutal, inmoral, continuo, casi domiciliario, inculpo que se le impone a Cuba. Sin embargo, aun cuando lo truncaron de manera violenta, de hoy para mañana. Dije: “no importa” el canal del puerto está abierto.

Durante cinco siglos entró la flota al puerto de La Habana. En los primeros siglos trayendo los destinos de América en sus tablas; se enfrentaron en el Estrecho de la Florida, a la boca del Golfo de México, en el Cabo del Holandés, saliendo camino de Las Canarias, por la ruta atlántica, con piratas y corsarios y, sin embargo, La Habana prevaleció. Prevaleció al incendio de Sores, al sitio brutal de los británicos en 1762, con sus artilleros negros, con sus mujeres valientes, con su Don Luis de Velazco, en lo alto del Castillo, defendiendo sobre el muro la fortaleza, el Marqués Gonzáles, la defendió Pepe Antonio en Guanabacoa.

La Habana está llena de una historia bella, y de esa historia se vive, es una historia que los que no la tienen la pueden ignorar. Cuando una potencia tremenda en medio de la guerra, las guerras europeas, bombardeaba la ciudad de Zaragoza sin piedad, se invitó a uno de los oficiales franceses con los ojos vendados a entrar en la Zaragoza bombardeada, y se le llevó a ver alrededor del templo del Pilar, donde estaba el hospital de sangre, y allí en aquel lugar se le quitaron las vendas y se le dijo: “aquí está la resistencia de este pueblo”. Y se cuenta de una mujer que encendió la última mecha del último disparo. Entonces, nosotros descendemos de aquellos caballeros andantes y de los señores de África que, siendo príncipes, reyes, obbas y sacerdotes vinieron encadenados como esclavos, y descendemos de la sangre india que corre por nuestras venas con orgullo y que marca todavía el nombre de La Habana, el de Bayamo, el de Cuba.

Nosotros somos en el medio del mediterráneo americano como una fusión cultural poderosa, que siempre hemos querido ser América, siempre hemos querido ir como libertadores, jamás como invasores. Nosotros sentimos el orgullo de nuestros sabios, de nuestros médicos que han salvado y han traído a luz bajo las montañas del Himalaya, en medio de terremotos asoladores, de pestes horribles en el centro del continente, en medio del Ébola en el África, desafiándolo todo.

Nosotros somos los hijos de Luz y Caballero, habanero, que decía que primero palidecería todo menos el sol del mundo moral, del que hablaba Cintio. Nosotros venimos de esa estirpe, nosotros venimos del amor de Martí, del amor creador, nosotros venimos de todo eso, y eso querido Randy es inderrotable.

La Habana vivirá, celebrará su 500 Aniversario, se reunirán de todas las ciudades patrimoniales de Cuba en La Habana, su Capital, y yo que he tenido el honor de hablar en el 500 Aniversario de Santiago, de Puerto Príncipe, de Camagüey, de Trinidad por ejemplo, que ya no pude asistir a otros lugares porque ya no fue posible, pero que todos están en mi corazón, que pude hablar en Baracoa, la primera ciudad fundada, a todos ellos, en este día, no es la fiesta de La Habana, es su fiesta, es la fiesta de Cuba.

 

Randy: Eusebio ha vencido también enormes desafíos, en lo personal y ha vencido también enormes obstáculos en toda su vida. Llegar a los 500 de La Habana, estar ese 16 de noviembre del 2019 acá en esta Ciudad, qué simbolismo, qué significado tiene para Eusebio Leal.

 

Eusebio: Sin mi formación cristiana, martiana y fidelista, no habría sido posible hacer algo más allá de lo que mis fuerzas humanas o mi propio valor me habría permitido. Siempre he creído en esos valores éticos. Y en los momentos de mucho sufrimiento personal, y créeme que te lo digo de corazón, y tú has hablado del abrazo, ¿tú sabes por qué Randy? Porque cuando tú comenzaste en la Mesa Redonda, y subíamos por aquella escalerita, y Fidel preparó todo aquel salón para convertirlo en el escenario de una gran batalla que debía ser por muchos años; cuando lo acompañamos frente a la embajada americana, fusil en mano, para decir «Ave, Caesar, morituri te salutant», “los que vamos a morir te saludamos”; y hemos sobrevivido. Los que tuvimos el honor de vivir esa época, y que como decía un General del Ejército Libertador a su hija, la insigne poeta Dulce María Loynaz: “cuando se ha vivido una gran una gran época o un gran tiempo, uno vive prisionero para siempre de ella”; yo vivo prisionero para siempre de ella, y cuando te abrazaba hace un rato, abracé a mi amigo el joven Randy, al que vi allí comenzar esa labor, tremenda de información, hasta verla ahora convertida en un espacio indispensable al conocimiento equilibrado, en la búsqueda siempre. Te dije una vez: “oye Randy, de los resúmenes tendrás que hacer un libro, porque estos resúmenes marcan los intensos momentos que hemos vivido”.

Efectivamente, me he sobrepuesto cuando no lo esperaba, al golpe de la enfermedad, pero bueno, me recordó que somos seres humanos, que la vida es efímera y que lo importante es la obra. Yo no aspiro a nada, yo no aspiro ni siquiera a eso que llaman la posteridad; yo no aspiro a nada, yo solo aspiro a haber sido útil. Y le pido perdón a todos aquellos que, a lo largo de la vida, en la búsqueda necesaria de lo que creí mi verdad, pude haber ofendido; y a mis propios errores que cometí con la pasión juvenil en que todo hombre y todo pueblo busca sus propios caminos. Yo creo que al final lo encontré, y que esa luz que veo ahora, ahí, en medio de las tinieblas del ocaso, es finalmente el camino.

 

Randy: Vuelvo otra vez a una pregunta que le hice hace un año. Habrá un simbolismo en este 500, la ceiba a la que se le dará la vuelta es la ceiba nueva, quizás es la premonición de la ciudad nueva que tiene que venir. Cuando Eusebio le de las vueltas ese día, esa noche, a la ceiba, qué le deseará a esta Ciudad en el futuro, en qué pensará.

 

Eusebio: Salud y futuro, y que cumplan lo que está escrito, “detente al paso caminante, adorna aquí un sitio”. Símbolo de salud, un árbol: un árbol que es como el árbol de la vida, a cuya sombra vivimos los cubanos. Ese árbol es también un símbolo que no puede haber ciudad sin naturaleza, de que es importantísimo para los cubanos -que creemos todavía felizmente, y es verdad, hasta cierto punto, que se lanza una semilla y nace una calabaza en el patio donde menos lo esperamos-, que, sin embargo, hay que cuidar, que la ciudad tiene que librarse de la polución, de la contaminación, que hay que salvarse, cuidar ese mar, hay que cuidar esta tierra, que hay que cuidar los jardines, las fuentes públicas, los monumentos.

Es más fácil condenar yo lo sé, que educar; es más fácil quitar un monumento que explicarlo. Pero ya esa hora pasó, ahora lo importante es educar. Y como dice el Presidente Miguel Diaz-Canel, no me dejen solo en esta batalla, que es la batalla por la decencia pública, en el origen latino de la palabra, la decencia es el comportamiento, es el sentido del honor, es el respeto a la propiedad ajena, es el respeto a lo tuyo y a lo otro, sabiendo que eso y lo tuyo es un bien común.

Es lo que desearé esa noche, como aquella vez en que dimos tres vueltas, iba Gabriel García Márquez, iba Fidel, íbamos dando la vuelta. Había muchos prejuicios, había algunos hasta dirigentes, que no querían darle la vuelta a la ceiba porque decían que era una especie de superstición; y entonces entró de pronto el destructor de todas las supersticiones, y entró delante de él el creador de todos los mitos, y le dio las tres vueltas a la ceiba y después preguntó, simpáticamente: “Oye Gabo, ¿y qué?”, pues bien, ese ¿y qué?, ese ¿y qué? es la respuesta a tu pregunta. Todo dependerá de nosotros y de ustedes jóvenes, y muchachos que pueden estar escuchando, esos mismos que me saludan en las calles de La Habana, o como el hijo de una amiga mía que le dijo un día a Fidel, el hijo de Katiuska Blanco, yo quiero ser Historiador de la Ciudad, y el otro, sorprendido y sonriente, me dijo: “mira, ahí lo tienes”. ¡Qué alegría tan grande! Sea él o sea otro, yo estoy convencido de que ya está y que, de un momento a otro, cuando nadie lo espere, Randy lo estará entrevistando.

 

Randy: Gracias Eusebio, gracias por haber perseverado todos estos sabios, gracias por la obra que ahí está, y como decía la entrañable Fina: “las piedras hablaran por usted”, gracias por esta hora, gracias por haber acompañado a esta Habana a sus 500 años, llevarla a puerto seguro y seguir mirando hacia el futuro, que creo que es lo más importante.

 

Eusebio: A ti.

 

 (Transcripción: Yelen Torres Vázquez, Dinella García Acosta, Johan Bravo Borrell, Yuly Seuret Gómez)

* Tomado de Habana Radio: http://www.habanaradio.cu/culturales/eusebio-leal-la-habana-es-hoy-un-simbolo-completo-y-absoluto-de-la-nacion-cubana-video/

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Falleció Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana

Principal. foto Alexis Rodríguez

Julio 31, 2020

 

Nadie fue tan leal a La Habana, al patrimonio cubano, a la historia y la cultura de este país y sus hombres, como Eusebio Leal Spengler, nuestro Historiador.

Hoy nos abandona físicamente pero su pensamiento, su obra, su incansable amor por la belleza, la vida, la verdad y la virtud de los hombres y mujeres de esta Isla permanecen entre nosotros. Estamos en deuda con hombres como él.

Amando esta ciudad y este país, con el nervio vivo como lo hizo durante toda su vida, es nuestro mejor homenaje.

Eusebio Leal Spengler, nació en La Ciudad de La Habana, el 11 de septiembre de 1942. Fue Doctor en Ciencias Históricas de la Universidad de La Habana, Máster en Estudios sobre América Latina, el Caribe y Cuba, especialista en Ciencias Arqueológicas.

Cursó estudios en la Universidad de La Habana 1975 de Licenciatura en Historia. Ha cursado estudios de post-grado en Italia sobre restauración de Centros Históricos por beca conferida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Italiana.

Fue Miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde el IV Congreso, Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular en la IV-1993, V-1998, VI-2003, VII-2008, VIII-2013 y IX –2018 Legislaturas, Embajador de Buena Voluntad de la Organización de las Naciones Unidas.

Comienza a trabajar en 1959 en la Administración Metropolitana de La Habana y en 1967 fue designado Director del Museo de la Ciudad de La Habana, sucediendo en su cargo al Doctor Emilio Roig de Leushenring, del que fuera discípulo.

Asume las obras de restauración de la Casa de Gobierno, antiguo Palacio de los Capitanes Generales y Casa Capitular que concluyen en 1979. En 1981 se le confiere la responsabilidad de conducir las inversiones de las obras de restauración aprobada por el Gobierno de la Ciudad el 5 de mayo de aquel año.

El 16 de abril de 1986 le es asignada la responsabilidad de las obras en la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña y, más tarde, en el Castillo de los Tres Reyes de El Morro. Conforme a la declaración de la UNESCO el perímetro de las antiguas murallas y el Sistema de Fortificaciones para la defensa de la ciudad fue inscrito en el Indice del Patrimonio Mundial en 1982 con el número 27.

Historiador de la Ciudad de La Habana. Presidente de Honor del Comité Cubano del ICOM y Presidente de Honor del Comité Cubano del ICOMOS y de la Sociedad Civil Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente; Decano de la Facultad del “Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana”, Título de Profesor de Mérito de la Universidad de La Habana, presidente de la Red de Oficinas del Historiador y Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba, presidente de Honor de la Sociedad Económica de Amigos del País, presidente del Grupo de Parlamentarios de Amistad Cuba- México.

Además, vicepresidente del Grupo de Parlamentarios de Amistad Cuba- Japón.

Ha escrito ensayos, prólogos y artículos sobre historia de Cuba, arte, restauración y otros temas de carácter general. Es autor de los libros: Regresar en el tiempo, Detén el paso caminante, Verba Volant, Fiñes, Carlos Manuel de Céspedes El Diario Perdido, La Luz sobre el Espejo, Poesía y Palabra (I y II), Para no Olvidar (I, IIy III), Fundada Esperanza, Patria Amada, Bio-Bibliografía (I, II, IIIy IV), Legado y Memoria, Hijo de mi Tiempo y Aeterna Sapien.

 

* Tomado de Habana Radio: http://www.habanaradio.cu/culturales/fallecio-eusebio-leal-spengler-historiador-de-la-ciudad-de-la-habana/.

dest Día Internacional de los Museos 2020. Una celebración virtual

Día Internacional de los Museos 2020: una celebración virtual

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Mayo 15, 2020

 

Aunque parezca paradójico, en estos momentos en que las instituciones culturales han tenido que cerrar sus puertas y reorientar sus servicios, los museos se han convertido en zonas accesibles como nunca antes. La disponibilidad de visitas virtuales, la socialización de contenidos en diferentes sitios webs y redes sociales como Facebook, Instagram y Youtube; la posibilidad de descargar podcasts de audio y video, o de participar en los populares challenge convocados por algunos museos, le ha permitido a cada institución museística compartir experiencias, alcanzar públicos potenciales, visibilizar aristas museológicas y fomentar un espacio virtual diverso e inclusivo para el intercambio de ideas, propuestas y opiniones tanto de los seguidores como de los especialistas de los museos. Es decir, en medio de esta crisis sanitaria mundial, las paredes de los museos se han diluido en la plataforma digital; las exposiciones en sala y las colecciones en almacenes han pasado a ser visibles por todos en los diferentes medios virtuales.

Los museos han pretendido así erigirse como fuente de aliento y, a la vez, generadores de conciencia sobre su papel en la sociedad y el alcance de sus acciones en estos días complejos e inciertos. Es conocido que hay públicos que en situaciones normales no se atreven a entrar a los museos, ya sea por desconocimiento o desinterés, así como también públicos con limitaciones físico-motoras o psico-intelectuales que no encuentran una zona de confort en estos. No obstante, esa realidad necesariamente ha cambiado, y lo que antes se manifestaba cual barrera de acceso, ahora alcanza otro nivel a través de la diversidad de propuestas que los museos ofrecen gracias a las tecnologías. Sin dudas, esta situación marcará una huella en el camino de las instituciones museales, en tanto en ella se ha potenciado la comunicación con un público masivo y anónimo, al cual cautivar, hacerlo seguidor y ofrecerle líneas temáticas de interés. María López-Fanjul, conservadora de los Museos Nacionales de Berlín, aseveró que posiblemente estemos viviendo el fin de la tiranía de los récords de número de visitantes a los museos, a favor de una experiencia centrada en el bienestar de las audiencias [1]. Estamos siendo partícipes hoy día de nuevos modos de visitar el museo sin necesidad de abandonar nuestra casa y el pijama.

Cada 18 de mayo, desde 1977, para celebrar el Día Internacional de los Museos, el ICOM propone un tema diferente en torno al cual desarrollar acciones museísticas y socioculturales. Para el 2020 la propuesta es Los Museos y la igualdad: diversidad e inclusión. El sitio oficial del ICOM (http://icom.museum/es/), refiere que la celebración de este año debe valer como cita para tomar conciencia sobre el papel que desarrollan los museos en función del intercambio cultural, el enriquecimiento intelectual y el fomento de experiencias museales más atractivas. A tono con este, los museos están reformando sus prácticas y servicios para establecer lazos más estrechos con sus comunidades, presenciales y virtuales, con el interés cada vez más fuerte de convertirse en plazas culturales accesibles, en plataformas propicias para el diálogo, la controversia, la participación y la creatividad.

Para aquellas instituciones museales que deseen compartir la celebración con sus públicos presenciales, el ICOM ha propuesto como fechas alternativas el 14 de noviembre de este año, momento que coincide con la Larga Noche de los Museos [2], y el 74 aniversario del ICOM dos días después, el 16 de noviembre. Entonces este próximo noviembre La Habana celebrará, además de su 501 aniversario, el DIM, el aniversario del ICOM y la noche de los museos.

Mientras tanto, desde casa, sigamos de cerca las propuestas virtuales que, tanto el ICOM como la red de museos del mundo, han concebido para homenajear el rol que desempeña día a día el conocido por todos como templo de las musas: ese espacio de la memoria que hoy coloca al usuario y sus exigencias en un plano protagónico dentro de sus prácticas museales. Hashtags como #Museosdesdecasa y #DIM2020 permiten estar actualizados sobre todo lo que opera por estos días en las redes sobre los centros museísticos y sus ofertas culturales.

 

Notas

[1] Riaño, Peio H. (14 de abril de 2020). La crisis del coronavirus. El museo del futuro se despide de las exposiciones de masas. El País. Recuperado de https://elpais-com.cdn.ampproject,org/v/s/elpais.com/cultura/2020-04-13/el-museo-del-futuro-se-despide-de-las-exposiciones-de-masas.html

[2] Evento cultural que se celebra anualmente desde 1997 a nivel mundial. Consiste en mantener abiertas todas las instituciones museísticas hasta bien avanzada la noche, con el objetivo de ganar más y nuevos visitantes, y de proponer actividades diversas alrededor de las exposiciones permanentes y transitorias que cada centro promueve.