Simone de Beauvoir

Simone de Beauvoir

Simone de Beauvoir

Enero 9, 2023

 

“Este mundo ha pertenecido siempre a los hombres”. De esta manera comienza El segundo sexo, obra esencial de la filósofa existencialista Simone de Beauvoir (París, Francia, 1908-1986) que contiene todo lo que significó la tercera ola del feminismo que estalló con fuerza durante la segunda mitad del siglo XX.

El 9 de enero de 1908 nacía en París, Francia, la pensadora y novelista Simone de Beauvoir, una de las figuras más importantes de la lucha por los derechos de la mujer. Proveniente de una familia burguesa de moral cristiana, siendo adolescente se rebeló contra la fe familiar al declararse atea y en contra de las subyugaciones al ser humano. Se graduó de Filosofía en la Sorbona en 1929, año en que conoció a Jean Paul Sartre: su compañero de su vida. Desde ese año y hasta 1943 estuvo vinculada a la docencia en los liceos de Marsella, Ruan y París.

Intelectual comprometida con el contexto histórico que le tocó vivir, participó activamente en los debates ideológicos de la época, en los que no vaciló en criticar la derecha francesa. En su producción literaria evidencia una nueva visión del concepto de historia y, desde el existencialismo, analizó temas de “libertad” y “compromiso”.

Fue fundadora, junto a Sartre, Albert Camus y otros intelectuales, de la revista Tiempos Modernos. Esta publicación seriada que inició el 15 de octubre de 1945 devino referente político y cultural del pensamiento francés de la segunda mitad del siglo XX. Por otra parte, dentro de su labor feminista destaca la creación de la Liga de los Derechos de la Mujer junto a otras feministas, una asociación que reaccionó contra todas las manifestaciones de la discriminación sexista

Una de sus obras más importante es El segundo sexo. En este libro escrito en 1949, de Beauvoir elaboró una historia sobre la condición de la mujer y analizó las distintas características de la opresión masculina. Además, sostuvo que la lucha para la emancipación de la mujer era distinta y paralela a la lucha de clases, y que el principal problema que debía afrontar el “sexo débil” no era ideológico sino económico.

La obra no solo ha nutrido a todo el feminismo de la segunda mitad del siglo XX, sino que es el ensayo feminista más importante de esa centuria. Todo lo que se ha escrito después en el campo de la teoría feminista ha tenido que contar con esta obra.

En febrero de 1960, Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre llegaron a La Habana para conocer sobre la nueva realidad cubana. Durante la estancia en la isla realizaron diferentes actividades, entre ellas el encuentro con el entonces presidente del Banco Nacional de Cuba, Ernesto Che Guevara, y que fuera inmortalizado con el lente de Alberto Korda. Se encontraban en La Habana cuando tuvo lugar la explosión del vapor La Coubre el 4 de marzo, hecho que la pareja calificó como “atentado criminal”; visitaron la Ciénaga de Zapata; y asistieron, junto a Fidel Castro, al estreno de la pieza La ramera respetuosa, de Sartre, en el Teatro Nacional. Estuvieron en Cuba hasta el 15 de maro y, ese mismo año, entre el 21 y 28 de octubre volvieron a visitar el país.

La vasta cultura de Simone de Beauvoir y su amplia participación en los ámbitos social y literario la hicieron merecedora del prestigioso Premio Goncourt en 1954, por la obra Los mandarines, novela que aborda el tema de la posguerra. Ella fue, y seguirá siéndolo, una de las más influyentes mujeres del siglo XX en los campos del pensamiento, la filosofía y el feminismo. Debido a este reconocimiento, en 2008, en ocasión del centenario del aniversario de su nacimiento, se creó el Premio Simone de Beauvoir por la Libertad de las Mujeres, financiado por la Universidad Diderot de París, para resaltar a personalidades que, mediante su obra artística y accionar, estén comprometidas con la lucha por la libertad de las mujeres en el mundo.

5.	Emblema de las logias masónicas cubanas

La conspiración masónica Soles y Rayos de Bolívar

5.	Emblema de las logias masónicas cubanas

Septiembre 26, 2022

 

Durante la primera mitad del siglo XIX en la Cuba colonial existió un fuerte arraigo del sentimiento nacionalista. La convulsa situación que existía en la metrópolis española reinada por Fernando VII y las luchas de las demás colonias de ultramar, estimuló los aires independentistas en los habitantes de la isla. América del Sur se convirtió en una de las principales inspiraciones debido a la gesta libertadora de Simón Bolívar, figura de suma importancia para el proyecto emancipador cubano.

Nacida en el seno de las múltiples logias masónicas que existían en el archipiélago, tuvo origen la conspiración Soles y Rayos de Bolívar. Su nombre rindió tributo al héroe latinoamericano y a la resonancia de sus ideas en la isla. Dicho complot fue dirigido por el habanero José Francisco Lemus: un criollo coronel del ejército colombiano que apoyó a diversos patriotas del cono sur. Algunas fuentes refieren que este movimiento tuvo sede en otros territorios nacionales como es el caso de Pinar del Río, Matanzas, Las Villas y Camagüey  logrando aunar más de 600 participantes.

Estos conspiradores se mostraron a favor de otras sociedades secretas similares que convergían en tiempo y espacio, al igual que tenían como ideal el nacimiento de la República de Cubanacán tras la independencia de España. Otras de las figuras que apoyaron estas ideas lo fueron el poeta José María Heredia, el abogado José Teurbe Tolón, el venezolano Juan Jorge Peoli, así como jueces, sacerdotes, oficiales de la milicia y pequeños propietarios.

Desde 1817 Lemus se encontraba solicitando apoyo exterior para concretar el arribo a suelo cubano de tres mil hombres del ejército bolivariano; sin embargo, no fue hasta 1822 que este criollo pudo comenzar el ajetreo conspirativo firmemente. Para no llamar la atención de las tropas españolas los encuentros eran conocidos como las Reuniones de los Soles.

Una de las condiciones para los implicados en la conspiración era reclutar a no menos de siete nuevos integrantes que se juramentaran con la causa. Cumplido este requisito el afiliado dejaba de ser un Sol para convertirse en Rayo. El emblema de estos congregados consistió en un estandarte con bordes carmesí, centro azul y la presencia de un brillante sol en el área de color turquesa. La labor desempeñada por José Francisco Lemus abarcó la recaudación de municiones, la publicación de proclamas y la redacción de manifiestos en los que se nombraba como generalísimo de las tropas republicanas de Cubanacán.

El capitán general de la isla, Francisco Dionisio Vives, conocía de la existencia del movimiento desde 1921; sin embargo, debido al crecimiento que tuvo decidió aniquilarla completamente en junio, julio y agosto de 1823. El 19 de agosto Lemus fue capturado, previamente ya habían sido detenidas cien personas y más de 600 acusadas de conspiración. Vives fue liquidando moderadamente las fuerzas que pervivían en la isla, pues quería evitar una revuelta masiva de los criollos.

Aunque la conspiración Soles y Rayos de Bolívar fracasó, constituyó un gesto emancipador por parte de la efervescente sociedad colonial cubana de inicios del siglo XIX. Sentó las bases para la maduración del movimiento independentista de 1868 y se hizo partícipe del sentimiento nacionalista e ideas del libertador americano Simón Bolívar.

Fundación de Santa Clara

Establecimiento de otras villas al interior de la isla. Retrospectiva en el tiempo hacia la fundación de Santa Clara

Fundación de Santa Clara

Junio 20, 2022

 

Enclavada en el centro de Cuba se halla la ciudad de Santa Clara, una de las urbes que presenta variadas tradiciones culturales y una rica historia local. Denominada por los aborígenes como Cubanacán, fue fundada el 15 de julio de 1689 por remedianos, en su mayoría, la villa Gloriosa Santa Clara. La ubicación del terruño se realizó entre los ríos de la Sabana y del Monte alrededor de un tamarindo, hoy ubicado en el parque Leoncio Vidal, en medio del entramado urbano.

La naciente ciudad contó con unas pocas viviendas que no sobrepasaban las veinte moradas, la iglesia y la casa consistorial para las reuniones o cabildos del gobierno, todas de madera y techo de guano. A partir de 1692 se realizó la apertura de calles para el mejor tránsito de los pobladores, que seguían un trazado urbano en el que la plaza y la construcción religiosa constituían el punto central de un cuadrilátero regular.

Una vez instalados en Santa Clara, los vecinos se dedicaron al desarrollo de la agricultura, específicamente la industria azucarera y la ganadería. La población fue en su mayoría blanca, aunque se tienen indicios de familias acaudaladas que contaban con el servicio de negros esclavos. En 1695 después de años de conflictos con los remedianos, por trasladar la villa de Remedios para el interior, se aprobó la conservación de las dos ciudades de manera independiente: San Juan de los Remedios y la Gloriosa Santa Clara.

En esa joven urbe se creó una escuela para niños de ambos sexos, la primera de su tipo en el territorio, enclavada en la ermita La Candelaria. A cargo de estas labores estuvo el padre Juan de Conyedo, un sacerdote que se pronunció a favor de la educación y del progreso social y que promovió la edificación de nuevas iglesias y obras públicas de mampostería con el objetivo de solidificar los edificios. También auspició la ejecución de un hospital de caridad, muchos de estos trabajos fueron realizados con parte de los ingresos personales del propio padre Conyedo.

Los santaclareños celebraban tertulias literarias a cargo de Miguel Jerónimo Gutiérrez, quien se rodeaba de artistas e intelectuales de su época en la ciudad. A la localidad pronto llegarían compañías de teatro, tal es el caso de la instaurada por Jacinto Dolz, la más importante en el terruño hasta la fundación del teatro La Caridad (una de las joyas más antiguas del Neoclásico que pervive en la nación). Don Manuel Pérez también contó con un local para el disfrute de las artes escénicas. El sitio tenía la peculiaridad de encontrarse subvencionado mediante las suscripciones de los vecinos para las actuaciones.

Era muy frecuente encontrar jóvenes de sociedad interpretando piezas musicales de los clásicos europeos para animar reuniones familiares y actividades privadas. En actos solemnes, militares, festejos populares actuaban los músicos agrupados en orquestas o bandas. Posteriormente las retretas se convirtieron en espectáculos muy disfrutados por las generaciones que asistían a la plaza para escuchar las composiciones de la época.

Las sociedades de Instrucción y Recreo influyeron en la vida de la villa colonial, entre las más significativas estuvieron el Liceo para los blancos, el Gran Cervantes para los mulatos y la Bella Unión para los negros. A la par de estas instituciones se encontraba la iglesia promoviendo y amenizando las actividades religiosas.

La Gloriosa Santa Clara se convirtió en uno de los espacios más importantes del centro de la isla, no solo por ser propicia para la confluencia de los viajeros que se dirigían a Occidente u Oriente, sino por la fertilidad de sus suelos para la agricultura. La vida cultural que se gestó desde temprano en la villa fue sorprendente, siendo uno de los lugares de paso para intérpretes nacionales e internacionales que recorrían el archipiélago.  Asimismo las labores en pos de lograr la educación de las masas fue otro de los distintivos que hizo de esta ciudad un referente nacional.

Holocausto

Holocausto: más allá del genocidio

Holocausto

Mayo 2, 2022

 

La persecución y el exterminio de los judíos por toda Europa fue uno de los sucesos más tristes de la historia de la humanidad. A menudo esta cuantiosa etnia era acechada por motivos religiosos (acusados de la muerte de Cristo); excluida de algunas profesiones, difamada de portar numerosas epidemias y de ser chivos expiatorios. Los conflictos que involucran a los judíos datan de longevos tiempos; un ejemplo de ello lo constituyó en 1350, durante la epidemia de la peste, cuando estos fueron culpados y hostigados por la propagación de la enfermedad.

Alrededor de un pensamiento de extremo odio se creó en la conciencia popular la imagen que proyectaba a los judíos como una raza inferior. En el siglo XX, cuando Alemania salió derrotada en la Primera Guerra Mundial, los extremistas de derecha imputaron a los judíos  la deuda que generó el conflicto. También los acusaron partidarios del comunismo o explotadores capitalistas. No existe un hilo conductor directo desde el antisemitismo hasta la gran matanza acontecida bajo el influjo fascista, por lo que, en el período de 1939-1945, se sucedió una de las mayores masacres de todos los tiempos.

Holocausto, término utilizado antes de la Segunda Guerra Mundial, fue empleado para describir la muerte de un sinnúmero de personas, sin embargo se convirtió en sinónimo del asesinato judío. Adolfo Hitler se pronunció a favor del exterminio de esta etnia en la Alemania nazi; a la par del dictador emergieron en Europa diversos mandatos fascistas que asumieron la misma postura.

Entre 1941 y 1942 se tomó la decisión de llevar a cabo este inhumano genocidio, para ello trasladaron a las víctimas en trenes de carga hacia diferentes campos de concentración donde eran asesinados vilmente.  Heinrich Himmler estuvo a cargo de la planificación y supervisión de dichos lugares en Alemania y los territorios invadidos por estos. Por su parte, Benito Mussolini, en Italia, fue seguidor de la doctrina antisemita hitleriana y Francisco Franco, en España, también desplegó un régimen represivo hacia ellos.

En el curso que duró la Segunda Guerra Mundial, se estima que seis millones de judíos fueron aniquilados en el viejo continente. Cada organismo que conformaba el aparato estatal de las naciones fascistas actuó en el exterminio, de ahí que gran parte de esta población diezmó repentinamente. La red del Holocausto contaba con aproximadamente 42 500 instalaciones en las que se internaban y ejecutaban a las víctimas.  

Algunos de los métodos empleados para la ejecución de los judíos fueron la asfixia en las cámaras de gas, los trabajos forzados, disparos, experimentos y la hambruna. Dicha eliminación física se realizó en Alemania teniendo en cuenta una estrategia industrial. Ningún otro país contó con implementos mecánicos en instalaciones construidas con ese fin.  Los disímiles campos de concentración, dígase Belzec, Auschwitz o Treblinka, fueron un claro ejemplo de la política antisemita enarbolada por las tropas fascistas. Estos solados veían más a sus víctimas como piezas y no como persona, de ahí  la frialdad para arremeter contra millones de inocentes.

Teatro Tacón 1874

El Teatro Tacón, un espacio para el disfrute de las artes escénicas

Teatro Tacón 1874

Marzo 14, 2022

 

Tras ocupar el cargo de gobernador general de la isla de Cuba, Miguel Tacón se dio a la tarea de construir un establecimiento cultural que aglutinara la alta casta habanera. Esta institución en la zona de extramuros estuvo pensada para el disfrute de las artes escénicas y contó con la particularidad de albergar un cuantioso número de personas en su interior, ya que los espacios disponibles no eran amplios. Los dos teatros existentes hasta las primeras décadas del siglo XIX, el Principal y el Diorama, eran pequeños para alojar una considerable cifra de participantes, es por eso que frecuentemente perdían los contratos con los artistas debido a sus ínfimas capacidades.

Muchas de las compañías que hacían escala en la Llave del Golfo cancelaron sus presentaciones, sin embargo, con la inauguración del Teatro Tacón, nombre que adquirió en honor al capitán general, la sociedad habanera encontró resuelta la apremiante problemática. En abril de 1838 anunció la apertura cultural con la puesta en escena de la obra Don Juan de Austria o La vocación, a cargo de Gregorio Duclós y protagonizada por el famoso actor cubano Francisco Covarrubias. Crónicas de la época colonial referencian que la institución  se convirtió en la sede de las compañías de ópera italianas y francesas y de zarzuelas españolas.

Un elemento digno a destacar fue que a mediados del siglo XIX el inventor italiano Antonio Meuci se instaura en La Habana. Para ese entonces comenzó a realizar trabajos en dicho establecimiento, en el cual construyó y probó un aparato llamado teletrófono para comunicarse con su esposa que se encontraba en la planta superior enferma de reuma. Aunque Meuci no obtuvo en vida el mérito de haber creado este objeto, su máquina fue el primer teléfono del mundo y la misma se utilizó en el teatro Tacón.

Algunas de las personalidades famosas que desfilaron por este escenario fueron la bailarina Fanny Elssler en 1841 y  en 1851, diez años después, la soprano Jenny Lind. La italiana Adelina Patti también transitó por el tempranamente prestigioso lugar, asimismo lo hizo el pianista y compositor Luis Moreau Gottschalk, la venezolana Tereza Carreño y en 1887 Sarah Bernhardt. De esta manera el naciente centro se convirtió en un acontecimiento que traspasó las fronteras nacionales, llegando a Norteamérica y Europa. Las bonanzas económicas que reportaba el lugar demostraron los beneficios de este negocio, sobre todo en las colonias que no presentaban el mismo grado de desarrollo cultural con respecto a su metrópoli.

A finales del siglo XIX el teatro pasó a ser propiedad del Liceo de La Habana, años después lo adquirió la empresa neoyorquina Sociedad Anónima Tacon Realty Company. Al iniciarse la dominación norteamericana en la isla se le comenzó a nombrar Gran Teatro Nacional y en 1909 pasó a manos del Centro Gallego para la construcción de su palacio social. En 1915 se inaugura con el nombre de Gran Teatro Nacional, calificativo que ha trascendido hasta nuestros días. Con el triunfo revolucionario fue nacionalizado y se le llamó Teatro García Lorca.

Actualmente a este inmueble se le denomina Gran Teatro Alicia Alonso y es sede Ballet Nacional y la Ópera de Cuba. Tras una restauración capital realizada a este glamuroso edificio de estilo neobarroco, en 2016 reabrió sus puertas para el beneplácito del público. Su escenario sigue acogiendo presentaciones paradigmáticas del espacio cultural cubano e internacional. Entre luces, vestuarios, instrumentos, aplausos y vítores el antiquísimo centro cuenta con 184 años de vida, para así engalanar nuestra cultura nacional.

Carlos III

Llegada al trono español de Carlos lll y su significación para Cuba

Carlos III

Febrero 21, 2022

 

Discreto y templado, tal como lo describen, llega con 43 años de edad al trono de España Carlos lll. Al obtener la corona española, luego de haber fallecido dos de sus hermanos, este hombre cuenta con una vasta experiencia de gobierno, ya que desde 1734 había sido proclamado rey de Nápoles y Sicilia y Duque de Parma. Considerado el máximo representante del despotismo ilustrado, entre 1759 y 1788 tomó una serie de medidas económicas, políticas y sociales que tuvieron impacto en España y en las llamadas colonias de ultramar.

Hombre sencillo, se rodeó de personas inteligentes y juiciosas y supo contrarrestar los despilfarros y el gusto boato que se tenía en la corte. Durante su reinado se construyeron la Puerta de Alcalá, el Museo del Prado, el Jardín Botánico y las fuentes de Cibeles y Neptuno. Creó las juntas de caridad para las personas necesitadas, el servicio de ambulancias y fundó los Colegios de Cirugía de Madrid y Barcelona. En el ámbito del urbanismo, estableció la numeración de las casas y el alumbramiento de las calles.

Desde 1756 estaba en marcha la Guerra de los siete años entre dos coaliciones. Por una parte, Francia, Austria, Suecia, Sajonia y Rusia; de la otra, Inglaterra y Prusia. Incitado por inquinas personales y por la ocupación británica de la costa de Honduras y Gibraltar, Carlos lll firmó en 1761 con el rey francés Luis XV el Tercer Pacto de Familia, lo cual constituyó una provocación para Inglaterra. Así, España se unió en 1762 a este conflicto. 

Para Cuba la llegada del monarca supuso una serie de cambios positivos. Sin embargo, su mandato recordaría el asedio inglés a La Habana en agosto de 1762; durante once meses la capital cubana fue arrebatada por tropas enemigas. En el verano de 1763 Carlos lll recobra La Habana y cede, a cambio, la Florida. Tras la recuperación de la ciudad se sucede un período de cambios económicos y sociales.

Esta etapa trajo consigo la flexibilidad del monopolio mercantil español hacia la isla, es por ello que, en el período, Cuba comercializó azúcar tabaco y café con otros territorios. Por otra parte, datan de la época la reducción de impuestos y las nuevas instituciones para la administración pública y el fomento de la agricultura.

Las reformas económicas promulgadas entre 1765 y 1778 incluyó la construcción de la Intendencia de La Habana para estimular el desarrollo agroindustrial. Durante la venidera centuria, específicamente en 1820, dicha institución administrada por Claudio Martínez de Pinillos se estableció en el Palacio del Segundo Cabo. Aunque la Sociedad Económica Amigos del País no es de la época de mandato del monarca, fue Carlos lll quien se pronunció a favor de la fundación de la misma.

Durante su reinado se iniciaron obras, como la Catedral de La Habana, la Real Casa de Correos y el Palacio de los Capitanes Generales, los cuales verían su final en posteriores dominios. La culminación de la fortaleza de San Carlos de la Cabaña, en 1774, formó parte de la arquitectura militar que protegió la villa.

Por otra parte, se designaron gobernadores de colonias y funcionarios más eficientes, como Luis de Las Casas. En 1773, se instituyó el Real Seminario de San Carlos y San Ambrosio, entidad de enseñanza superior en la que se brindó instrucción eclesiástica y, además, se impartieron clases de Filosofía y Letras.

Asimismo se inauguró la Alameda de Paula, la cual fue parte del plan de obras públicas fomentado por Carlos lll. También se empedraron las calles principales y otras secundarias y se dieron los primeros pasos en la creación de un sistema de alumbrado público. En 1774 se realizó el primer censo de población, que cuantificó 171 620 habitantes. En este propio año se aprueba la usanza de la moneda de busto y circular, al mismo tiempo se incluye la columnaria.

La trascendencia de Carlos lll en la historia fue inminente por la serie de medidas que tomó en España y sus colonias. En el territorio habanero existen espacios que aluden a este rey, uno de ellos es la plaza comercial que lleva su nombre, la cual brinda diversos  servicios a las personas. El otro sitio es la avenida Salvador Allende, arteria muy transitada en la capital, que durante mucho tiempo se le conoció con el nombre de Carlos lll debido a que en su entrada se encontraba una escultura del mismo; actualmente, muchas personas prefieren referirse a ella por el nombre del monarca. Estos dos ejemplos manifiestan directamente el impacto de dicho soberano en la memoria popular.

Solidaridad cubana con España

Solidaridad cubana con España

Solidaridad cubana con España

Diciembre 27, 2021

 

Entre 1936 y 1939 se produjo un intenso movimiento de simpatía entre Cuba y la defensa de la República Española. Más de mil cubanos engrosaron las filas de las llamadas Brigadas Internacionales que fueron a pelear por la República.

El antifascismo, la defensa del Frente Popular, la figura de José Martí como motor impulsor, la tradición de solidaridad latinoamericana, así como los sentimientos antidictatoriales y antiimperialistas consolidados en respuesta al régimen machadista de unos años antes, fueron algunas de las motivaciones para tan alta participación cubana.

Un fuerte núcleo estuvo compuesto por obreros pero la fuerza más importante venía de la clase media, base social del nacionalismo revolucionario que derrocó a la dictadura de Gerardo Machado en 1933. Muchos de estos luchadores perdieron la vida en la contienda ibérica.

El 28 de agosto de 1936, el periodista e intelectual cubano Pablo de la Torriente Brau, quien se encontraba en el exilio en Nueva York, al enterarse del estallido de la Guerra Civil, parte a España como corresponsal. Pasó por Bruselas donde asistió al Congreso por la Paz y a su llegada se dedicó a recoger testimonios y escribir crónicas memorables. Como comisario de guerra y miembro del Estado Mayor del 109 batallón de la séptima división, el 17 de diciembre recibió la orden de marchar hacia Majadahonda. Dos días después cayó allí muerto de un disparo en el pecho.

Sin lugar a dudas, los hombres y mujeres de pensamiento desarrollaron un importante papel al poner su pluma y su palabra al servicio de una causa justa y humana.

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Fundación de La Habana

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Noviembre 15, 2021

 

La Habana arriba este año a su aniversario 502. Bajo el nombre de Villa de San Cristóbal de La Habana, fue una de las primeras ocho fundadas por la Corona Española en la isla.

Debido a su privilegiada ubicación geográfica y las características de su bahía, se convirtió en un importante centro comercial. El 20 de diciembre de 1592, Felipe II le confiere el título de ciudad; en 1632, por Decreto Real, se le declaró Llave del Nuevo Mundo y Antemural de las Indias Occidentales; y en 1665, se le concedió el derecho de ostentar su escudo de armas, en el que estuvieron representadas, a través de tres torreones, las fortalezas que defendían la ciudad: La Real Fuerza, El Morro y La Punta.

Según relató el Historiador de la ciudad, Eusebio Leal, en una entrevista ofrecida para el libro Ciudad Viva, de las periodistas Onedys Calvo y Marjorie Peregrín, desde el aniversario 450 de la ciudad, El Templete se ha abierto a diario. Este es el monumento que recuerda, desde 1828, la fundación de la ciudad de La Habana, en la costa norte.  En el interior del edificio se resguardan los tres grandes óleos del artista francés Juan Bautista Vermay, realizados para este recinto.

Añade Leal que ir a la ceiba se consideraba una superchería: “Alrededor de ese árbol se movía gente, pero sobre todo negros viejos y personas ancianas que venían con ofrendas, rezaban oraciones, todo eso en la madrugada. Por la mañana desaparecían”. Sin embargo, eso cambió y el árbol se convirtió con el tiempo en objeto de veneración y la tradición se afianzó entre creyentes y curiosos.

En homenaje al aniversario 502 de la ciudad, y rememorando las palabras de Eusebio Leal en las vísperas del cumpleaños 500:

[Es] necesario un compromiso, un pacto para la ciudad, y quien dice esta, dice para todas, pero en particular para esta, que es la ciudad grande (…). La Habana no merece proyectos trasnochados, ni cosas que se hayan hecho en cualquier lugar del mundo que se quieran repetir aquí. La Habana requiere una originalidad creativa, un trabajo de calidad.

Hoy su centro histórico es uno de los mejor conservados de América Latina, y desde 1982 ostenta la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

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Bandera cubana y francesa

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Octubre 11, 2021

 

En la representación de la bandera cubana está presente la influencia de los ideales franceses.

La bandera de Cuba, uno de los símbolos oficiales del país, fue creada en 1849 por Miguel Teurbe Tolón a petición del general Narciso López, en Nueva York. La Bandera de la Estrella Solitaria fue reconocida como símbolo patrio de la nación a partir del 24 de febrero de 1976, cuando la Constitución de la República de Cuba entró en vigor.

El Historiador de la ciudad, Eusebio Leal, explicó en una ocasión:

Se cuenta, y así ha quedado en testimonio escrito por Cirilo Villaverde, que el General trazó sobre un papel en blanco el diseño de lo que sería la bandera nacional de los cubanos. Necesariamente esta hacía referencia a dos grandes acontecimientos políticos e históricos de su tiempo: la guerra de independencia de los Estados Unidos que hizo nacer su propia bandera, y la bandera de Francia, la Francia insurgente de 1789, del sentido de aquellos tres colores, rojo, azul y blanco: libertad, igualdad y fraternidad.

Los tres lados del triángulo equilátero también simbolizan la libertad, la igualdad y la fraternidad, divisa masónica que sedujo a los patriotas cubanos del siglo XIX, muchos de ellos masones.

Sin lugar a duda, la bandera tricolor, enarbolada por el rey Luis XVI, unos días después de la Toma de la Bastilla en 1789, y que iniciaría la Revolución francesa, fue la inspiración para el surgimiento de la bandera cubana, símbolo de lealtad y honor para todos los cubanos.

carilda oliver labra

Carilda Oliver Labra

carilda oliver labra

Septiembre 20, 2021

 

Carilda Oliver Labra (1922-2018) es una de las poetisas cubanas más importantes a nivel nacional e internacional. Su poesía bebió de la corriente neorromántica de la lengua española, del surrealismo lírico y del coloquialismo cubano. En ella desarrolla una de las características emotivas de su pueblo: la del amor jovial, alegre y pleno.

El tópico del amor lo abordó desde una curiosa exteriorización de lo íntimo, siempre con hondura sentimental sobre sus vivencias. Este tema encontró en su obra una concentración erótica que no tuvo semejante en su época en cuanto a la maestría de transmitir la emoción del cuerpo. Su poema Me desordeno, amor, me desordeno, es quizás su obra más conocida por los cubanos.

Además del tema amoroso en la obra de Carilda, también fueron importantes los asuntos sociales, en ocasiones con tono reflexivo. En este sentido, su ciudad natal, Matanzas, constituye un escenario referenciado de su deambular por la vida y el amor. Por su fidelidad a su ciudad natal, en 1950 fue declarada Hija Eminente de la Atenas de Cuba.

Otros lauros en su homenaje han sido la creación en 1957 del Premio Municipal de Poesía Carilda Oliver Labra; la obtención en 1997 del Premio Nacional de Literatura; la dedicación y celebración en su honor de la XIII Feria Internacional del Libro de Cuba, en 2004, y el recibimiento por la Universidad de Matanzas del Título de Doctora Honoris Causa en Ciencias Humanísticas, en 2013.