Holocausto

Holocausto: más allá del genocidio

Holocausto

Mayo 2, 2022

 

La persecución y el exterminio de los judíos por toda Europa fue uno de los sucesos más tristes de la historia de la humanidad. A menudo esta cuantiosa etnia era acechada por motivos religiosos (acusados de la muerte de Cristo); excluida de algunas profesiones, difamada de portar numerosas epidemias y de ser chivos expiatorios. Los conflictos que involucran a los judíos datan de longevos tiempos; un ejemplo de ello lo constituyó en 1350, durante la epidemia de la peste, cuando estos fueron culpados y hostigados por la propagación de la enfermedad.

Alrededor de un pensamiento de extremo odio se creó en la conciencia popular la imagen que proyectaba a los judíos como una raza inferior. En el siglo XX, cuando Alemania salió derrotada en la Primera Guerra Mundial, los extremistas de derecha imputaron a los judíos  la deuda que generó el conflicto. También los acusaron partidarios del comunismo o explotadores capitalistas. No existe un hilo conductor directo desde el antisemitismo hasta la gran matanza acontecida bajo el influjo fascista, por lo que, en el período de 1939-1945, se sucedió una de las mayores masacres de todos los tiempos.

Holocausto, término utilizado antes de la Segunda Guerra Mundial, fue empleado para describir la muerte de un sinnúmero de personas, sin embargo se convirtió en sinónimo del asesinato judío. Adolfo Hitler se pronunció a favor del exterminio de esta etnia en la Alemania nazi; a la par del dictador emergieron en Europa diversos mandatos fascistas que asumieron la misma postura.

Entre 1941 y 1942 se tomó la decisión de llevar a cabo este inhumano genocidio, para ello trasladaron a las víctimas en trenes de carga hacia diferentes campos de concentración donde eran asesinados vilmente.  Heinrich Himmler estuvo a cargo de la planificación y supervisión de dichos lugares en Alemania y los territorios invadidos por estos. Por su parte, Benito Mussolini, en Italia, fue seguidor de la doctrina antisemita hitleriana y Francisco Franco, en España, también desplegó un régimen represivo hacia ellos.

En el curso que duró la Segunda Guerra Mundial, se estima que seis millones de judíos fueron aniquilados en el viejo continente. Cada organismo que conformaba el aparato estatal de las naciones fascistas actuó en el exterminio, de ahí que gran parte de esta población diezmó repentinamente. La red del Holocausto contaba con aproximadamente 42 500 instalaciones en las que se internaban y ejecutaban a las víctimas.  

Algunos de los métodos empleados para la ejecución de los judíos fueron la asfixia en las cámaras de gas, los trabajos forzados, disparos, experimentos y la hambruna. Dicha eliminación física se realizó en Alemania teniendo en cuenta una estrategia industrial. Ningún otro país contó con implementos mecánicos en instalaciones construidas con ese fin.  Los disímiles campos de concentración, dígase Belzec, Auschwitz o Treblinka, fueron un claro ejemplo de la política antisemita enarbolada por las tropas fascistas. Estos solados veían más a sus víctimas como piezas y no como persona, de ahí  la frialdad para arremeter contra millones de inocentes.

Comments are closed.