En una representación gráfica de periodos temporales donde pueden relacionarse procesos, hechos y sus protagonistas, se contextualiza la historia de Cuba en la del mundo, fundamentalmente en su relación con Europa y sus grandes acontecimientos. Es una manera de contar una o varias historias en su interrelación e interdependencia, a través de la ubicación de sucesos en un continuo histórico que comienza en el siglo XV hasta la década del 60 de la pasada centuria.

A partir de su mirada dialogante e integradora, la Línea del Tiempo se caracteriza por la diversidad de sus recursos expositivos y el uso de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, los cuales propician el aprendizaje, la reflexión y la interpretación en torno a las relaciones culturales cubano-europeas en sus múltiples aristas.

Cuatro materiales audiovisuales complementan el montaje de la sala y con ellos se abordan temas específicos de la historia cubana: la presencia negra en la cultura nacional, una historia sucinta de las actividades económicas fundamentales, una aproximación a la historia de los servicios públicos y un resumen de los aportes de la ciencia al devenir de lo cubano.

Esta sala responde a la necesidad de establecer los marcos generales desde los cuales se pudiera conocer, investigar, profundizar y divulgar la historia de las relaciones Cuba-Europa. A partir de una estrategia didáctica innovadora, que estimula el aprendizaje a la vez que la participación del visitante, la sala es espacio macro y, a la vez, interlocutor de los restantes discursos existentes en el Palacio.