El chocolate es un producto derivado de las semillas del cacao, con un alto valor alimenticio, que se obtiene de la mezcla de estas con azúcar y otros productos como leche y frutos secos. No existe precisión sobre el origen del árbol del cacao, si bien todas las teorías se concentran en América, en tierras tropicales, y es en México donde se tienen las primeras evidencias de su consumo. De esta región se expande al Viejo Continente, producto del intercambio establecido con los viajes de colonización. Suele prepararse de diferentes formas, en distintos estados y temperaturas y acompañarse de infinidad de alimentos.
Aliñao
El aliñao es un licor típico de la región oriental de Cuba, aunque su origen se remonta a las Islas Canarias. La bebida se hace con motivo de un alumbramiento, para ofrecerla a todo aquel que vaya a conocer al bebé, en agradecimiento por las bendiciones y las enhorabuenas. La elaboración ocurre durante los meses de embarazo de la futura madre y no se consume hasta el nacimiento. Si es una niña, se acostumbra separar parte de la bebida para su decimoquinto aniversario y luego se entierra en el patio. La preparación consiste en dejar añejar frutas (que se conserven en buen estado por largo tiempo, como la piña, la grosella, la cereza, el mango y la frutabomba) picadas en dados, junto con almíbar, trozos de caña de azúcar y ron en un recipiente de cristal, el cual se coloca en un lugar fresco y oscuro durante varios meses, en los que el licor adquiere su sabor característico.
Arroz
El arroz es un cereal altamente consumido en el mundo, si bien en la Edad Media era un alimento exclusivo para la realeza europea, traído desde Asia, de donde es originario. Considerado alimento emblemático, además de su larga existencia hace alrededor de siete milenios, constituye un excelente componente nutricional, rico en fibra y minerales, aportando cuantiosos beneficios a aquellos que lo consumen. El consumo de arroz tomaría presencia en la Isla gracias a sus atributos: se conserva y envasa con facilidad, se mezcla con cualquier otro alimento, es barato y su cocción es simple y rápida.
Existen numerosas variedades de arroz e infinitos modos de prepararlo. En Cuba el arroz hervido con una pizca de sal y de aceite es una guarnición imprescindible para acompañar diversos platos, sobre todos potajes, guisos y carnes. Deben quedar blandos, crecidos y desgranados. Además del arroz blanco, son frecuentes los moros y cristianos, el arroz amarillo y el congrí.
El arroz se caracteriza por su versatilidad y permite combinarse con hortalizas, maíz, leguminosas, y carnes. También se consume como postre, cocinado con leche y azúcar, al que se le agrega canela, llamado por este procedimiento arroz con leche.
Juegos de cartas españolas y francesas
Las cartas o naipes son unas tarjetas delgadas, de diferentes formas (rectangulares, cuadradas, redondas, biseladas, troqueladas…) que contienen números y figuras, realizadas en cartulina, papel, seda o marfil. Aunque los expertos no precisan su lugar de origen, las diferentes teorías apuntan a que no es una creación europea. Los primeros testimonios de su presencia en el Viejo Continente datan de finales del siglo XIV, hace poco más de 600 años. Fue en la centuria siguiente cuando se extendieron por todo el continente, gracias a los relatos y textos de los distintos viajeros.
Existen varios tipos de cartas; las de mayor popularidad es la española y la francesa, aunque también se conoce la alemana, la italiana y la inglesa, un modelo adaptado de la francesa. El mazo de cartas españolas es uno de los más antiguos de Europa. Consta de 48 naipes, divididos en 4 familias: oros, copas, espadas y bastos, numerados del 1 al 12 y algunas veces cuentan con 2 comodines. Sus figuras (sota, el caballo/caballero y el rey) y las propias familias fueron inspiradas dentro de la visión feudal y monárquica del Medioevo.
El mazo francés está formado por 52 unidades y cuatro familias: corazones, diamantes, tréboles y picas, las dos primeras en color rojo y las dos últimas en negro. Algunos estudiosos aseveran que el origen de estos símbolos está influenciado por la baraja española, la italiana y el tarot. No obstante, dos singularidades la hacen sobresalir del resto: fue la primera en introducir la figura femenina, la dama, una intermediaria entre el valet y el rey. Por otra parte, sus figuras representan personajes considerados heroicos en la Edad Media, aunque más tarde, fruto de los vaivenes de la historia, dichos nombres han cambiado en varias oportunidades en sintonía con los intereses políticos dominantes. Por ejemplo: el héroe bíblico David es el rey de picas y el emperador Carlomagno es el rey de corazones.
La transmisión a Cuba de ambas barajas llegó, al parecer, de la mano de los españoles y de la inmigración francesa. Un paquete de barajas, tanto desde antaño como en nuestros días, es un excelente pretexto para pasar amenamente las horas enfrascadas en alguno de los tantos juegos que existen.
Autobús – Ómnibus
El autobús u ómnibus es un vehículo terrestre para la transportación urbana e interurbana, con una capacidad fluctuante entre los 10 y 200 pasajeros, en dependencia del modelo y el trayecto. Suelen estar a disposición del servicio público y tener recorridos regulares, pero también los hay destinados al turismo o simplemente para uso institucional.
Los primeros autobuses no guardan similitud con los que conocemos hoy día. Se trataron de carruajes cerrados arreados por caballos. Se dice que surgieron en la ciudad francesa de Nantes, en 1826. Resulta que el propietario de baños públicos Stanislav Baudry necesitó facilitar el acceso a sus instalaciones, ubicadas lejos del centro, por lo que desarrolló el servicio de transporte como solución.
El primer autobús de motor a vapor de transportación colectiva comenzó a circular en Londres en 1831, obra del inglés Walter Hancock. El 18 de marzo de 1895 Karl Benz, cuyo apellido da nombre a la firma alemana de automóviles, puso en servicio un vehículo con motor de gasolina. La primera línea completa de bus, sin embargo, fue inaugurada el 11 de junio de 1906, en Francia. El término ómnibus nació de estas lides, pues era frente a la sombrería Omnes que se estacionaban los vehículos. Teniendo en cuenta este referente y derivaciones en latín se llegó a Ómnibus, que significa todo para todos.
Se piensa que los autobuses llegaron a Cuba en 1920. Sin embargo, fue a partir de la década del 50 del pasado siglo y hasta los 80 que tomó fuerza como medio de transporte urbano tras el ocaso del tranvía. En aquel entonces circularon ómnibus británicos marca Leyland. Tras el triunfo de la Revolución, se introdujeron vehículos húngaros, checos, japoneses, españoles marca Pegaso, entre otros. La línea de vehículos Girón, fabricados en Cuba con chasis de importación, surgió a partir de 1973. Aún se utilizan en el transporte intermunicipal, el fabril y el escolar.
Los autobuses de la actualidad emplean el gas natural y la electricidad para su funcionamiento. Por otra parte, existen varios tipos de guaguas, como se les suele denominar en nuestro país, entre ellos el minibús, busetón, el autobús articulado, el girobús, el trolebús, el ferrobús, el midibús y el autobús de dos niveles. Hoy día circulan por La Habana estos últimos, del modelo sin techo, idóneos para los paseos turísticos, los cuales son muy comunes en el Reino Unido.
Juego de saltar la soga o la cuerda
La actividad de saltar la cuerda es conocida con diferentes nombres y es practicada por niños, adultos y deportistas de todo el mundo. Consiste en que uno o más participantes salten sobre una cuerda, la que se hace girar de modo que pase debajo de sus pies y sobre sus cabezas. Se puede jugar individual o en grupos; cuando al menos tres personas participan, dos voltean la cuerda mientras una tercera salta. Es habitual saltar al ritmo de las canciones populares que entonan los participantes.
Si se juega con dos cuerdas, la complejidad es aún mayor, pues el saltador debe demostrar sus destrezas atléticas, ya sea dando saltos a la pata coja, girando sobre sí mismos o realizando otros ejercicios. La dificultad de la práctica la ha convertido en un deporte emocionante en el que se combina el baile con movimientos gimnásticos. El saltar o brincar la cuerda es una actividad que se remonta a 1600 a. C., cuando los egipcios empezaron a utilizar lianas para saltar. En la década del 40 y 50 del siglo pasado se hizo muy popular en los Estados Unidos y en América Latina.
Automóvil
Mientras mayor fue el mundo conocido por el hombre, su aspiración de trasladarse largas distancias por tierra de manera rápida y segura, se hizo imperativa. No bastaban los medios que empleaban la fuerza muscular y animal. Hacia la segunda mitad del siglo XVIII la máquina de vapor se utilizó para mover vehículos autopropulsados y máquinas diversas, siendo así el motor inicial de la Revolución Industrial, un periodo de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales que aceleró el desarrollo en Europa.
El primer automóvil de vapor fue un triciclo de gomas de madera, obra del ingeniero francés Nicolás-Joseph Cugnot, en 1769. Una serie de hitos tecnológicos marcaron la búsqueda de otra fuente motriz de superior rendimiento. En 1859 el ingeniero franco-belga Etienne Lenoir inventó el motor de combustión interna. El alemán Nikolaus Otto construyó en 1877 un motor de 4 tiempos. En 1892 apareció un motor con posterioridad llamado diesel, en honor de su creador, el también germano Rudolf Diesel.
Los primeros automóviles fueron fabricados casi en simultaneidad: en 1886 Karl Friedrich Benz presentaba el suyo en Mannheim; mientras Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach lo hicieron en 1889. El siglo XX traerá su producción masiva, que comenzó en Francia y Estados Unidos. Varias empresas europeas prestigian la industria automovilística: Bugatti, Alfa Romeo, Ferrari, Fiat, Lamborghini, Abarth, Maserati, Lancia, BMW, Mercedes-Benz, Audi, Volkswagen, Porsche, Citroën, Renault, McLaren, Volvo, Jaguar, Aston Martin, Lotus, Bentley, Rolls-Royce, SEAT, Dacia, Škoda, entre otras.
A La Habana llegó el primer auto en diciembre de 1898. Era francés, marca Parisienne. Seis meses después llegó el segundo, un Rochet-Schneider proveniente de Lyon, propiedad de Ernesto Sarrá. Apuntamos un acontecimiento singular: María Calvo Nodarse, conocida como La Macorina, célebre en la historia cubana por su belleza, fue la primera mujer en Cuba que obtuvo la licencia para conducir automóviles en los años veinte de la pasada centuria.
En la actualidad existen diversas fuentes de energías limpias, no contaminantes del medio ambiente, las cuales señalan el futuro del automóvil. Se piensa en un motor eléctrico, solar u eólico, de hidrógeno e inclusive híbrido, que combine la electricidad y el gas.
Quitrín
El quitrín fue el medio de transporte del cubano en la época colonial. El valor de su uso lo convirtió en una presencia frecuente en el paisaje urbano y rural del siglo XIX, por lo que se ha recuperado para la historia presente como un símbolo de lo criollo.
Es un carruaje abierto, de dos ruedas, con una sola fila de asientos y con una capota de fuelle, sobre la cual va el cuero o baquetón. Su diseño se asemeja a la de la calesa gaditana y el cabriolé, pero a diferencia de los anteriores posee unas ruedas enormes para darle mayor impulso e impedir que se precipite; largas, fuertes y flexibles barras de majagua y la caja suspendida sobre correas de cuero, características que le imprimen un movimiento suave y cómodo. Los de lujo o de paseo se distinguían por la suntuosidad del decorado y profusión de detalles.
Fue la intransmisibilidad de los caminos y nuestro clima tropical: húmedo y caluroso, los que dieron vida al quitrín. De igual manera recorrió el buen y mal camino, el terreno llano como el montañoso, así como superar los baches sin contratiempos. Los de la ciudad solían ser tirados por un solo caballo; los del campo demandaban dos o tres ejemplares fuertes.
Se dice que los primeros quitrines fueron construidos en Inglaterra y los Estados Unidos, e introducidos en Cuba y otros territorios de América Latina y el Caribe, a principios del siglo XIX. Sin embargo, muy pronto, los fabricados en talleres cubanos compitieron con los mejores del extranjero. Solo en La Habana llegaron a funcionar catorce talleres destinados a la construcción y reparación de esos carruajes.
Hansom cab
El mundo comenzó a hacerse más pequeño con la creación de los vehículos de ruedas tirados por caballos. A medida que la dinámica de las grandes ciudades crecía, se hizo necesario un vehículo de alquiler que transportara uno o más pasajeros entre lugares de elección (o cerca de ellos), de manera rápida y segura. Hacia mediados del siglo XIX, dicha preocupación dicha inquietud se volvió una urgencia. Por esas fechas surge el cab, un carruaje de dos ruedas tirado por caballos diseñado por el arquitecto inglés Joseph A. Hansom, muy similar al cabriolé. Sucesivas modificaciones realizadas por John Chapman en 1836 y F. Forder en 1873 lo convirtieron en el medio de transporte público más popular de Londres y Estados Unidos.
Es una cabina cerrada con un asiento en su interior para dos personas. Se accede por dos puertas de escaso tamaño, ubicadas en su parte delantera. Lo conduce un cochero, situado en lo alto de su parte posterior, pasando las riendas sobre el techo, desde donde tiene una visión de altura. El gran tamaño de sus ruedas y la posición más baja de la cabina provoca un menor desgaste y menos accidentes.
Hacia 1920 los taxis cab fueron sustituidos por vehículos a motor. Sin embargo, su utilidad y presencia por casi un siglo en la escena urbana ya había marcado la sensibilidad de sus ciudadanos y con ello, el lenguaje. De esa suerte, el término cab no solo apunta un tipo de carruaje, sino también a cualquier tipo de taxi de cabina.
Globos
Fueron varias las culturas que realizaron una especie de bolsas impermeables, que pueden considerarse las primeras interpretaciones de los globos de hoy día. Los aztecas, por ejemplo, hinchaban los intestinos de los gatos, los cosían con hilo vegetal, los colocaban al sol para lograr un sello hermético y luego se los ofrendaban a los dioses. En una de las pirámides del antiguo Egipto se observa el grabado de un camello, cuyo cuerpo está formado por burbujas. En la Europa renacentista, entre los siglos XIV y XV, los bufones y trovadores utilizaban las entrañas de animales infladas para entretener a reyes y aristócratas.
No es hasta 1824 que aparece el primer globo de goma. El eminente químico y físico Michael Faraday requería para sus experimentos con gases algún contenedor que los mantuviera. Ante el dilema, hizo la bolsa con caucho, un material que se obtiene del árbol sudamericano Hevea brasiliensis, apenas conocido en la Europa de entonces. Faraday se percató que la flexibilidad del caucho permitía la expansión de las bolsas cuando se forzaba aire dentro de ellas, al punto de volverse transparente y livianas.
A su difusión contribuyó el comerciante britano Thomas Hancock, quien comenzó a vender un kit para fabricar tu propio globo, que incluía una botella de látex líquido y una jeringa de condensación. Pero el paso esencial lo dio el inglés J.G. Ingram en 1847, con la fabricación de globos vulcanizados. La vulcanización consiste en calentar el caucho crudo en una solución con azufre, lo que impermeabiliza el látex y lo vuelve más resistente. En esos tiempos los globos no eran redondos, sino que tenían forma de cilindro. No obstante, fue el éxito empresarial alcanzado por Neil Tillotson, gracias a su creación de globos de látex en la década de 1930, lo que abrió el camino definitivo a su popularidad.
Los globos son buenos soportes publicitarios e imprescindibles en la decoración de fiestas, conciertos, ferias, cumpleaños, bodas, inauguraciones, espectáculos o eventos deportivos. Los podemos encontrar en una gran variedad de colores, formas y tamaños, lo que hace muy difícil no ser seducidos por su atractivo.
Los niños disfrutan enormemente andar con un globo, lanzarlo al aire, jugar con otros amigos a que no toque el suelo y a veces inflarlo un poco, y estirar la boquilla donde se infla y producir un chirrido agudo.