Museo del Louvre

Museo del Louvre

Museo del Louvre

Julio 7, 2020

 

Iniciamos el día con Rutas y Andares Recorridos como parte de Rutas y Andares Un Abrazo Virtual

Hoy estaremos comentando sobre los Andares Virtuales por los grandes museos de Europa que ofreció nuestro centro en ediciones pasadas de Rutas y Andares.

En el verano de 2016, el público que asistió al Palacio del Segundo Cabo pudo disfrutar de un recorrido por la historia y las colecciones del Musée du Louvre. A continuación, te dejamos algunos datos de interés:

 ¿Sabías que el Louvre fue el primer museo en abrir sus puertas como un centro público asequible a todas las clases sociales? En 1793 el Louvre fue declarado Museo de la Nación, lo que dio paso a que toda la producción artística de Francia se nacionalizara y pasara al servicio y deleite del pueblo.

La palabra “Louvre” proviene del término franco leovar o leower que significa fortaleza, y es que este edificio se construyó originalmente como una sólida fortificación para proteger París. Su origen se remonta al siglo XII, pero fue la reina Catalina de Médici quien esbozó el proyecto inicial del gran palacio que es actualmente el Louvre.

Hoy día es el museo nacional de Francia en el que se colecciona el arte anterior al impresionismo, tanto las denominadas bellas artes, como también piezas arqueológicas y de artes decorativas.

Entre las obras maestras del arte universal que alberga este recinto está Victoria alada de Samotracia y la Venus de Milos, El juramento de los Horacios, de Jacques-Louis David; La Balsa de la medusa, de Théodore Géricault y La Libertad guiando al pueblo, de Eugène Delacroix.

No pudo faltar en el recorrido la emblemática Mona Lisa, visitada cada día por millones de personas, con su seductora y enigmática sonrisa. La Gioconda o Mona Lisa está considerada la obra más importante de la Historia del Arte.

La pirámide de cristal ubicada en la entrada fue construida por el arquitecto Ieoh Ming Pei para centralizar el acceso de visitantes, quienes descienden a través de ella a un recibidor subterráneo por el que se accede a diversas salas de exposición.

El Louvre se mantiene hoy en el top de los museos más visitados del mundo con estadísticas que oscilan entre los 8 y 9 millones de visitantes anualmente.

Jimenez

El Andar Virtual de este viernes fue dedicado al doctor Antonio Núñez Jiménez, capitán del Ejército Rebelde, científico, diplomático y Cuarto Descubridor de Cuba.

El encuentro forma parte de las celebraciones por el aniversario 30 de la expedición “En Canoa del Amazonas al Caribe”, y fue una colaboración entre la Fundación Antonio Núñez Jiménez, la Casa Museo Oswaldo Guayasamín y el Palacio del Segundo Cabo.

El audiovisual, proyectado en la Sala Polivalente del Palacio, fue introducido por Ángel Graña González, vicepresidente de la fundación y expedicionario de aquel viaje por las cuencas del Amazonas y el Orinoco, y el Mar de las Antillas.

El público conoció detalles de la expedición, episodios de la vida de Núñez Jiménez y sus viajes científicos, así como testimonios de Eusebio Leal, Miguel Barnet, Abel Prieto, entre otros, que conocieron a este gran naturalista.

Jimenez

El Andar Virtual de este viernes fue dedicado al doctor Antonio Núñez Jiménez, capitán del Ejército Rebelde, científico, diplomático y Cuarto Descubridor de Cuba.

El encuentro forma parte de las celebraciones por el aniversario 30 de la expedición “En Canoa del Amazonas al Caribe”, y fue una colaboración entre la Fundación Antonio Núñez Jiménez, la Casa Museo Oswaldo Guayasamín y el Palacio del Segundo Cabo.

El audiovisual, proyectado en la Sala Polivalente del Palacio, fue introducido por Ángel Graña González, vicepresidente de la fundación y expedicionario de aquel viaje por las cuencas del Amazonas y el Orinoco, y el Mar de las Antillas.

El público conoció detalles de la expedición, episodios de la vida de Núñez Jiménez y sus viajes científicos, así como testimonios de Eusebio Leal, Miguel Barnet, Abel Prieto, entre otros, que conocieron a este gran naturalista.

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El público conoció detalles de la expedición, episodios de la vida de Núñez Jiménez y sus viajes científicos, así como testimonios de Eusebio Leal, Miguel Barnet, Abel Prieto, entre otros, que conocieron a este gran naturalista.

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El audiovisual, proyectado en la Sala Polivalente del Palacio, fue introducido por Ángel Graña González, vicepresidente de la fundación y expedicionario de aquel viaje por las cuencas del Amazonas y el Orinoco, y el Mar de las Antillas.

El público conoció detalles de la expedición, episodios de la vida de Núñez Jiménez y sus viajes científicos, así como testimonios de Eusebio Leal, Miguel Barnet, Abel Prieto, entre otros, que conocieron a este gran naturalista.

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El encuentro forma parte de las celebraciones por el aniversario 30 de la expedición “En Canoa del Amazonas al Caribe”, y fue una colaboración entre la Fundación Antonio Núñez Jiménez, la Casa Museo Oswaldo Guayasamín y el Palacio del Segundo Cabo.

El audiovisual, proyectado en la Sala Polivalente del Palacio, fue introducido por Ángel Graña González, vicepresidente de la fundación y expedicionario de aquel viaje por las cuencas del Amazonas y el Orinoco, y el Mar de las Antillas.

El público conoció detalles de la expedición, episodios de la vida de Núñez Jiménez y sus viajes científicos, así como testimonios de Eusebio Leal, Miguel Barnet, Abel Prieto, entre otros, que conocieron a este gran naturalista.

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El encuentro forma parte de las celebraciones por el aniversario 30 de la expedición “En Canoa del Amazonas al Caribe”, y fue una colaboración entre la Fundación Antonio Núñez Jiménez, la Casa Museo Oswaldo Guayasamín y el Palacio del Segundo Cabo.

El audiovisual, proyectado en la Sala Polivalente del Palacio, fue introducido por Ángel Graña González, vicepresidente de la fundación y expedicionario de aquel viaje por las cuencas del Amazonas y el Orinoco, y el Mar de las Antillas.

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El encuentro forma parte de las celebraciones por el aniversario 30 de la expedición “En Canoa del Amazonas al Caribe”, y fue una colaboración entre la Fundación Antonio Núñez Jiménez, la Casa Museo Oswaldo Guayasamín y el Palacio del Segundo Cabo.

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La Ruta de la Seda

La Ruta de la Seda

La Ruta de la Seda

La Ruta de la Seda fue una red de rutas comerciales, organizadas desde los siglos I y III a.C. hasta el siglo XV d.C, considerada una vía de intercambio de productos, pero también de culturas, ideas y religiones entre Asia y Europa. Fue un corredor de caminos entre múltiples enclaves de alrededor de 9.000 km., que se extendió por todo el continente asiático y que conectaba a China con Mongolia, el subcontinente indio, Persia, Arabia, Siria, Turquía, Europa y África. El comercio también se desarrolló por mar hasta alrededor de 1453, con la toma de los otomanos de Constantinopla.

Fue el geógrafo y geólogo alemán Ferdinand Freiherr Von Ritchofen, en la segunda mitad del siglo XIX, quien la bautizó con este nombre, en honor a la mercancía más lujosa que circulaba en ella: la seda, cuya fabricación mantuvieron los chinos en estricta reserva. Numerosos productos transitaban estas rutas en un paulatino, pero constante ir y venir: oro, plata, bronce, hierro, perlas, ámbar, marfil, laca, jade, piedras preciosas, coral, tejidos de lana y lino, té, perfumes, tintes, especias, pieles, vidrio cerámica y porcelana. Durante centurias, el comercio interregional suscitó la interacción multicultural entre varios mundos (el chino, el indio, el persa y el mediterráneo), separados por barreras naturales y culturales a primera vista infranqueables.

No era común que los mercaderes la recorrieran en su totalidad. Por lo general, éstos buscaban el mejor precio en enclaves próximos o de su propio territorio, y luego se aventuraban a las fronteras de regiones vecinas donde vendían las mercancías y obtenían sus beneficios, extendiendo así los productos más y más lejos cada vez.

El principio del fin de la ruta comenzó con el monopolio que tuvieron durante la Edad Media los califatos islámicos y luego los selyúcidas y otomanos. Conscientes sus mercaderes de su renta, no permitieron la entrada de segundos o terceros en la ruta, convirtiéndose en el único eslabón posible del comercio. Ello supuso la fuente de su prosperidad, mientras que para Europa se convirtió en una sangría económica. Con el establecimiento del imperio mongol, con sus centros políticos enlazados a lo largo de la Ruta de la Seda, les fue posible lograr una mayor fluidez en el comercio interregional. Gracias a esta estabilidad, Marco Polo y otros viajeros europeos pudieron llegar hasta sus límites. Pero tras su fragmentación, la ruta cayó en una nueva crisis.

A ello súmese la creciente inseguridad en los caminos, y quizá también la propagación de la peste negra o bubónica. Algunas caravanas no llegaban nunca a su destino debido a los saqueos, confiscaciones y asaltos que les costaba la vida a los mercaderes y, en el mejor de los escenarios, la ruina. En paralelo, también existía el riesgo de perecer en el trayecto a causa de accidentes o enfermedades.

No obstante, para Europa era urgente hallar nuevas rutas marítimas que posibilitaran el comercio directo con Asia, lo que ocasionó el inicio de la era de las exploraciones. Cristóbal Colón propuso a los reyes de Castilla y Aragón navegar hacia el oeste para encontrar Las Indias. Se supo que Colón no había arribado a las Indias, sino a un nuevo continente situado entre Europa y Asia en 1513, tras la expedición de Vasco Núñez de Balboa que, al cruzar el istmo de Panamá, descubrió el océano Pacífico. Los portugueses tomaron la delantera y en 1498 el navegante Vasco da Gama halló la vía marítima entre Europa e India y estableció la Ruta del Cabo. Más tarde, en 1513, Jorge Álvares llegaría a las costas de China. Tras la colonización de Filipinas por la Corona española y el descubrimiento del tornaviaje o ruta de regreso a México a través del océano Pacífico, se estableció la ruta del Galón de Manila o Nao de China. Esta llevaba las mercancías de Oriente hasta el Virreinato de Nueva España, de donde reembarcaban en la Flota de Indias de vuelta a la metrópoli. Fue una ruta regular que se prolongó durante más de doscientos años y que puso en contacto a Asia con Iberoamérica y Europa.

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Marco Polo y el Libro de las maravillas del mundo

Marco Polo y el Libro de las maravillas del mundo

Marco Polo (1254 –1324) fue un mercader y explorador veneciano, uno de los primeros y más famosos europeos en viajar a Asia Central y del Este durante la Edad Media. Junto a su padre Niccolò y su tío Mateo, emprendió en 1271 una expedición por la llamada Ruta de la Seda hasta el Imperio Mongol y China. Después de 24 largos años, en 1295, regresó a Venecia; diecisiete de esos años estuvo al servicio del emperador mongol Kublai Kan, de quien fue consejero, diplomático y gobernador de la ciudad de Yangzhou.

A su vuelta, tomó parte en la batalla naval de Curzola entre Venecia y su gran rival, la República de Génova, en 1298. Fue capturado y hecho prisionero. Durante su encarcelamiento, coincidió con el escritor Rustichello de Pisa, a quien dictó un detallado relato de sus memorias de viaje. Este texto se conoce con varios nombres: Il Milione (El millón), Los viajes de Marco Polo, Le divisament du monde (La descripción del mundo) o Libro de las maravillas del mundo.

El libro alcanzó un éxito nada frecuente en la época anterior a la invención de la imprenta. Se tradujo a diversas lenguas europeas, pero los manuscritos originales se perdieron. Se conservan, en cambio, varias versiones, con frecuencia contradictorias, de las traducciones. En él se señalan distancias, precauciones, consejos sobre productos y mercaderías, así como las previsiones que el comerciante debe tomar antes de adentrarse en determinada ciudad.

También refiere costumbres, tradiciones y singularidades de los múltiples territorios y pueblos bajo dominio mongol, entre ellas el papel moneda, el Gran Canal, la estructura del ejército mongol, los tigres y el sistema postal imperial. Marco Polo, cuya perspectiva no puede escapar del horizonte cristiano medieval de su época, explica culturas y sistemas de pensamiento diferentes al suyo a través de conceptos cristianos y grecolatinos, matizados por los prejuicios de su horizonte y de la mirada al otro. Este es el caso de los “pueblos salvajes”, así como el comportamiento del mismo Gran Kan, o la “perversidad” de los musulmanes.

Una parte de los historiadores creen verídico el relato de Marco Polo, mientras una gran mayoría considera que no llegó tan lejos, o que simplemente contó la información que escuchó de otros, o que consultó en escritos y mapas persas. Existe además otra versión de los acontecimientos, apoyada por una fracción minoritaria de investigadores. En esta se plantea que Rustichello tradujo, probablemente al provenzal, un texto escrito originariamente por Marco Polo en idioma veneciano o véneto, para el rey Eduardo I de Inglaterra, a quien prestó servicios y que tenía interés por sus cruzadas a Tierra Santa.

Se dice que, en su lecho de muerte, su familia pidió a Marco que confesase si había mentido. Este expresó: «¡Sólo he contado la mitad de lo que vi!». Incluso en su época, muchas de sus aseveraciones fueron cuestionadas. Sin embargo, es irrefutable que inspiró a varios viajeros y exploradores que aspiraban a hacer fortunas por medio del comercio. Cristóbal Colón estuvo entre ellos, de quien se dice tenía un ejemplar del libro con anotaciones a los márgenes, y cuyo proyecto era abrir una ruta marítima a las Indias.

Mi experiencia en el Palacio del Segundo Cabo

Taller virtual Mi experiencia en el Palacio del Segundo Cabo

Mi experiencia en el Palacio del Segundo Cabo

Julio 6, 2020

 

En el marco de Rutas y Andares “Un Abrazo Virtual”, el Centro para la interpretación de las relaciones culturales Cuba-Europa: Palacio del Segundo Cabo, de la Oficina del Historiador de la ciudad de la Habana, convoca a niñas y niños residentes en Cuba, entre 8 y 11 años de edad, al taller virtual Mi experiencia en el Palacio del Segundo Cabo.

El taller tendrá una duración de 3 semanas, los miércoles y viernes desde el 15 de julio de 2020 hasta el 31 de julio de 2020, en los horarios de 2:00 p.m. a 4:00 p.m., mediante un grupo la aplicación WhatsApp.

La propuesta es que los niños logren contar su experiencia personal al haber visitado el Palacio del Segundo Cabo. Cada uno elegirá su sala favorita y expondrá algún tema referido a ella. Desde una perspectiva educativa, de aprendizaje y creación, se les enseñarán las pautas y mensajes esenciales de cada sala. A través de imágenes, videos, audios y recorridos virtuales, se adentrarán en un viaje por la historia contada en el Centro. Se busca incentivar la sensibilidad y el interés por el patrimonio nacional y su vínculo con las culturas europeas haciendo uso de las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones (TICs) y diversas actividades creativas. La meta es que los pequeños realicen su propia presentación, creando un recorrido por las salas permanentes del Palacio más atractivas para cada uno. Las experiencias del taller se compartirán en las páginas oficiales del Palacio (Facebook, Instagram y YouTube).

Requisitos

  1. El niño debe haber visitado el Palacio del Segundo Cabo anteriormente.
  2. El niño necesitará el apoyo de un adulto con acceso a internet en los horarios del taller.

La capacidad del taller es de 15 niños. Para inscribirse pueden hacerlo a través del correo aitanebc@gmail.com, con el asunto Taller: “Mi experiencia en el Palacio del Segundo Cabo”. En el cuerpo de texto incluir nombre y apellidos del niño, sexo, edad, municipio y número de WhatsApp con el que participará en el taller. La fecha límite de inscripción será el lunes, 13 de julio del 2020.

¡No te pierdas esta oportunidad de jugar con la tecnología y así recorrer el largo viaje de la historia!

dest Voló como Matías Pérez, un refrán que tiene historia

Voló como Matías Pérez, un refrán que tiene historia

Voló como Matías Pérez, un refrán que tiene historia

Tatiana Guerra Hernández

Junio 16, 2020

 

La influencia portuguesa no se vio solo a través de los primeros inmigrantes llegados a la isla para trabajar en la rama del azúcar, sino también en la lengua española. Matías Pérez no fue lo único portugués que logró colarse en nuestra lengua sino que ya lo habían hecho antes, de manera más silenciosa, taimada o escurridiza, ciertos vocablos llegados desde el lenguaje propio de los marineros que en alta concentración de tripulaciones intercambiaron con la población. Con el uso y el tiempo, muchas de estas primeras palabras socializadas ampliaron sus significados. Algunos de los ejemplos hallados por los especialistas en esta materia son: aboyar, baldear, bodega, cabilla, estante, fletar, garrote, halar, manguera, pacotilla, rasqueta, socucho, tumbar, trinquete, varar, varadero, zafar, zafarrancho entre otras muchas que pueblan nuestro idioma cuyo origen se han rastreado en la lengua portuguesa[1].

El desafiante Matías Pérez entra en la historia y se convierte en mito. ¡Voló como Matías Pérez!

Matías Pérez era un piloto de timón y brújula portugués, que luego se convirtió en toldero. El “rey de los toldos”, como se le reconoció, fue el mejor de La Habana, pues las calles Mercaderes, Muralla y Obispo, las tres principales de su época, lucían sus toldos.

Gracias a la impronta que dejó en la memoria colectiva de los habitantes de la Isla y lo insólito de su desaparición quedó su destino recordado en el refranero popular como aprendizaje constante de los peligros que acarrea la intrepidez humana y para designar aquello que desaparece sin dejar rastro. “Voló como Matías Pérez”, frase acuñada desde el siglo XIX, sumamente cubana pero protagonizada por un portugués, se arraigó en nuestra lengua como un ejemplo más del ingenio de un pueblo que, para esa época, estaba en la búsqueda y conformación de su identidad nacional.

Desde fechas tempranas se puso de moda en La Habana celebrar importantes acontecimientos o fiestas lanzando un globo sin pasajeros desde alguna renombrada casa de familia ilustre de la sociedad. Sin embargo, en 1828, en el segundo día de las fiestas con motivo de la inauguración de El Templete, el intrépido francés Eugenio Robertson se elevó en un globo, sobre la Plaza de Toros por 25 minutos, saludando tranquilamente al público y agitando un pañuelo de colores.

A partir de este momento se llevaron a cabo en La Habana otros muchos espectáculos de este tipo que combinaron las acrobacias y ejercicios de gimnasia en el aire al mismo tiempo que se tomaba altura. De esta manera, se demostraba el espíritu desafiante y científico, pero a la vez, romántico y soñador de la época. La moda de estos espectáculos cobró fuerza, desatándose una verdadera fiebre por estos aparatos voladores, sin que todas las ascensiones tuvieran feliz término. En algunas de ellas se presenciaron accidentes desagradables como el ocurrido al señor Mr. J. Johnson, quien ascendió en un globo, desde el circo de Pubillones, instalado detrás del Payret, apenas se elevó el aeróstato, se enredó en el alumbrado y cayó desde doce o catorce metros de altura, estrellándose contra los adoquines de la calle en presencia de su esposa e hijo pequeño de 6 años[2].

A pesar de los lamentables accidentes, Matías Pérez se entusiasma por los adelantos de la aeronáutica y pide al francés Godard, maestro teórico y práctico en esas lides, que le admitiese como auxiliar en sus ascensiones. Matías Pérez llega a desarrollar tal maestría, tino y seguridad en esos asuntos, que desde el primer día queda adscrito a la tripulación de La ville de Paris. El hábil ayudante se movía con gran agilidad, registrando el tubo del gas o colocando en orden cables y redes.

Ya tenía vasta experiencia en las ascensiones cuando anunció una por cuenta propia. Para ello le compró a Godard La ville de Paris por el precio de mil doscientos cincuenta pesos fuertes. Los inquietos y curiosos habaneros, después de abonar el precio de la entrada, ofrecida en la imprenta de la viuda de Barcina en la calle Reina número 6, a razón de 4 reales fuertes los adultos, 2 reales los niños, soldados y gente de color y 4 duros el palco, accedieron al parque entre cuyas verjas se colocaba una tela para tapar la escena con una gran cortina. Los espectadores presenciaron la primera subida del portugués desde el Campo de Marte al cielo de La Habana. Esta subida por poco terminó en desgracia, al quedársele abierto al piloto una válvula de inflación que hacía descender el artefacto demasiado rápido.

La segunda y definitiva salida del toldero no fue menos célebre e infortunada, Aproximadamente en junio de 1856 (la fecha exacta aún se discute), con salida desde el mismo lugar Campo de Marte, a las 4 de la tarde, se elevó, esta vez con el viento soplando muy fuerte desde el sudeste en gran vendaval y cielo encapotado, dirigiéndose peligrosamente hacia el mar. Pasó por la Chorrera, en donde unos pescadores le gritaron que bajase, para luego auxiliarlo con sus botes a lo que el portugués les contestó arrojando varios saquillos de arena e internándose rápidamente en el mar, pues al parecer no los vio, ni oyó. Fue ese el último avistamiento del aeronauta de quien no se supo nada más. A pesar de infructuosas búsquedas realizadas por las autoridades no se halló ni rastro de su aerostato. Así Matías Pérez desapareció para siempre de forma trágica y sin dejar huella.

Tras su salida inesperada, comenzaron los rumores por la inquietante ciudad. Se dijo que el hombre pudo ser fulminado por un rayo, tragado por los tiburones, despedazado entre feroces indios de cualquier isla del Caribe, erigido cacique de alguna tribu en Yucatán e incluso se habló hasta de un posible suicidio por amor, pues el supuesto despechado no querría volver a encontrarse con su amada después de sentirse rechazado. Lo cierto es que nunca más se supo del infortunado portugués quien fue sin dudas una de las primeras víctimas de la aeronáutica en Cuba[3].

Matías Pérez quedó como parte indisoluble de la idiosincrasia del cubano y de su identidad cuando el misterio de su final se transformó en “choteo” y su trágica desaparición quedó en nuestra memoria colectiva mal parada a pesar de ser uno de los pioneros de la aviación cubana, pues vino a simbolizar la brevedad de nuestros entusiasmos, junto con la presteza con lo que enfrentamos cualquier tipo de empresas incluso las más difíciles y arriesgadas. Fue un soñador necesitado de los fuertes placeres del peligro, que tal vez encontró una horrible muerte en pleno mar, náufrago y solitario.

Su trágica desaparición fue tan impactante que Don Joaquín Robreño escribió una obra bufa titulada Matías Pérez, la que luego adaptó para el teatro Alhambra, con el título de La Isla de la Burundanga. Con el tiempo, hasta le dedicaron unos versos:

En una tarde serena subió en su globo Matías,

Y a poco con alegría asomó la luna llena.

Desde entonces, con gran pena,

De él no se ve huella alguna:

Y ante la incierta fortuna

Del aeronauta infelice,

Hay quien asegura y dice

Que se lo tragó la luna.

 

Notas

* Conferencia presentada en el III Coloquio Presencias europeas en Cuba, 2019, del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa: Palacio del Segundo Cabo.

[1] Cárdenas Molina, Gisela: “Portugal estudios lingüísticos cubanos II: Homenaje a Leandro Caballero”, editado por Milagros Aleza Izquierdo, Universidad de Valencia. Pp. 55-60. www.play.google.com. 2017.

[2] Villoch, Federico. “Viejas postales descoloridas. Matías Pérez”. Colección facticia nº44.

[3] Terry, Tomás. “Primeras publicaciones sobre aeronáutica en Cuba”. En Revista de la Biblioteca Nacional. Abril-junio, 1953, P30.

 

Tatiana Guerra Hernández: Licenciada en Español-Literatura en 1995, ha trabajado durante 15 años dentro de la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana principalmente como investigadora histórica de inmuebles para la restauración, labor que realiza para la Empresa Restaura subordinada a esta institución. Ha realizado conferencias y recorridos especializados en arquitectura en distintos eventos desarrollados en el Centro Histórico de la Ciudad de La Habana, así como para la agencia de viajes San Cristóbal. Colabora con el proyecto cultural Rutas y Andares desde 2010.

dest Inicia el verano con Pequeños intérpretes del Palacio

¿Qué es un centro de interpretación?

Inicia el verano con Pequeños intérpretes del Palacio

Pese a que las colecciones de objetos materiales hayan constituido durante mucho tiempo un elemento de definición de los museos, muchos de ellos, sobre todo los creados recientemente, se preguntan en la actualidad si los museos del futuro deberán seguir caracterizándose por ese principio fundamental. Sin embargo, en nuestros días, han tomado auge equipamientos, como los centros de interpretación, en los cuales los contenidos y materias que se muestran prescinden de las piezas únicas y auráticas, u otros “cuya colección no es el centro del proyecto científico” (Desvallées y Mairesse, 2010, p. 26).

En ciertos modelos de organizaciones museales el hecho histórico, técnico, científico, incluso artístico, se representa sin la utilización de objetos originales. Los centros de interpretación, llamados de manera alternativa centros temáticos[1] o centros de información[2], son ejemplos de esta proyección que, al no considerar objetos únicos, se enfocan en el público. Promueven una comunicación persuasiva con el visitante, descifrando en presencia del recurso patrimonial significaciones y correlaciones poco evidentes a los ojos de la audiencia, quienes luego de acceder a ese conocimiento se sienten conectados emocional e intelectualmente con su preservación. La temperatura de éxito de estos centros se evalúa midiendo su capacidad para estimular cuestionamientos y búsquedas personales que razonen el recurso abordado más allá de sus muros y estimulen su conservación (Morales Miranda, 1994).

El recurso patrimonial en cuestión tiene una naturaleza diversa. Puede ser un fenómeno histórico, político, económico, cultural, etnológico o etnográfico; un paisaje natural; un hallazgo arqueológico; una figura relevante; una manifestación, un estilo, un movimiento o una tendencia artística; una práctica deportiva; una tradición y/o costumbre popular; un régimen alimentario; un procedimiento gastronómico; un sistema de producción industrial; entre otros. Asimismo, es capaz de interpretar conceptos que no se anclan a un territorio determinado, sino que tienen un carácter universal, a decir: el agua, la poesía, la guerra, la energía, el viento, la música, la historia, etcétera. No hace falta que el bien patrimonial se encuentre in situ, pero sí es necesario contextualizarlo y ofrecer información suficiente sobre él, de manera que facilite acercamiento con el público.

En esencia, los centros de interpretación se conciben como espacios activos, participativos, de amplios alcances pedagógicos, cuyo objetivo último es calar en la conciencia colectiva significaciones culturales. Su novedad hemos de encontrarla en la estrategia de comunicación: traduce del lenguaje técnico del experto, a la lengua cotidiana del visitante; selecciona conceptos relevantes; comprende la diferencia entre informar y comunicar; aborda fenómenos u objetos sin la necesidad de su presencia física; intenta que el visitante sienta la visita al centro como una experiencia única, un desencadenante de ideas y de provocaciones en la que, no obstante, han confluido educación, diversión y emoción.

 

Notas

[1] Este nombre designa a un equipamiento que concibe salas de exposición permanentes basados en una temática que, por lo general, indica un recurso característico del territorio de posible interés turístico.

[2] Se reconocen con esta denominación a las oficinas de turismo que abrieron salas de exposición cercanas a un recurso cultural o natural del territorio en que se emplazan

dest Nuevas tendencias museológicas en el Palacio del Segundo Cabo

Nuevas tendencias museológicas en el Palacio del Segundo Cabo

Nuevas tendencias museológicas en el Palacio del Segundo Cabo

Desde la apertura de sus salas permanentes el 9 de mayo de 2017, el Palacio del Segundo Cabo se ha convertido en un sitio de referencia en la práctica museológica contemporánea en Cuba. La clave de su éxito se debe a la implementación de las nuevas tecnologías en función de mejorar la comunicación con sus públicos, a fin de explicar las relaciones de Cuba y Europa durante cinco siglos; lo que nos acerca, nos diferencia, lo que la Isla ha aportado al mundo.

No se parece a ninguna otra institución museal, pues en su momento de concepción y materialización no existía un referente nacional que sirviera de modelo. La libertad de crear a partir de cero permitió hallar soluciones novedosas y de integrar criterios a la museología coherentes con el tipo de institución que se ambicionaba y en consonancia con los principios de las nuevas tendencias museológicas.

Varias aristas complejizaron la propuesta. Uno de los mayores desafíos fue la conceptualización de una relación intensa y prolongada histórica y geográficamente entre Cuba y Europa, así como decidir los mensajes más relevantes a transmitir; otro fue concebir una museografía participativa que asumiera a los espectadores como sujetos activos y que promoviera interacciones más amplias —el público como consumidor y emisor—, procurando un fácil acceso de todos los individuos.

Una práctica definitoria que ha marcado el centro es explicar y contextualizar los contenidos por medio de mensajes breves, atractivos y provocadores, a fin de que el visitante comprenda las circunstancias culturales, sociales, económicas y políticas que han marcado cada período histórico, la manera de pensar de los individuos, la identidad en evolución de las culturas. En tanto se potenciaba una comunicación persuasiva y se reivindicaba una perspectiva democrática y descentralizadora con respecto al rol del usuario, la museografía se aleja de los tradicionales sistemas expositivos e incorpora módulos participativos —entre los cuales se encuentran mesas multitáctiles, quioscos y un área con sensor de movimiento propicio para la danza, para los cuales se han desarrollado aplicaciones didácticas—, audiovisuales, multimedias, escenografías, recursos gráficos, cajas de luces, fotografías, módulos de sonido (trompetas) y dispositivos táctiles, que motivan a conocer más por el tema en cuestión.

Las nuevas tecnologías son un medio eficiente para aproximar al visitante a los contenidos que se desea dar a conocer, ya sean testimonios de viajeros, libros, personalidades influyentes en el pensamiento social y científico de una época, matrices modélicas que delinearon la arquitectura de La Habana, cartografía sobre Cuba realizada entre los siglos XVI y XIX, ritmos danzarios o géneros musicales. Las soluciones tecnológicas aplicadas viabilizan propuestas que emplean el sonido, la imagen —fija o en movimiento—, el tacto y el movimiento corporal para favorecer las conexiones entre los usuarios y la exposición permanente. Continuamente se invita a realizar una actividad gratificante y a intervenir en dinámicas colectivas, lo cual contribuye al intercambio con otras personas y a hacer de su visita un acontecimiento excepcional.

En cada sala el público encuentra diferentes maneras de relacionarse con los medios tecnológicos y los softwares que permiten su funcionamiento; en todos los casos responden a requerimientos específicos de sus contenidos y a los mensajes relevantes seleccionados. La museografía del Palacio se ha concebido abierta, de manera que pueda modificarse y enriquecerse con nuevos contenidos según sea posible, lo cual permite una actualización constante del discurso. Estos pueden reajustarse de acuerdo a los criterios museológicos que se manejen, siempre que se apueste por integrar nuevos ángulos, nuevas percepciones o que se precise de un lenguaje específico para un tipo de público que así lo demande.

dest Reconocimientos a las puertas de las casas

Reconocimientos a las puertas de las casas

Reconocimientos a las puertas de las casas

Junio 3, 2020

 

El aislamiento social no impidió que los concursantes obtuvieran el reconocimiento por haber participado en el reto Yo dibujo Europa desde mi casa. Con sorpresa y cumpliendo las regulaciones de seguridad, los pequeños recibieron los regalos, en un emotivo encuentro lleno de felicidad, visible en cada rostro, en sus amplias sonrisas y en los sentidos agradecimientos de los padres. Durante largas jornadas se recorrió con prontitud Habana Vieja, Habana del Este, Alamar, Guanabacoa, San Miguel del Padrón, Cotorro, Reparto Eléctrico, 10 de Octubre, Cerro, Marianao, Playa y Plaza de la Revolución, para que a todos se les entregaran, en sus casas, los obsequios.

Yo dibujo Europa desde mi casa fue un concurso virtual organizado por nuestra institución, adscrita a la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, de conjunto con la Delegación de la Unión Europea en Cuba. El certamen, de gran aceptación por el público, colmó los medios digitales con las obras participantes de los pequeños y los trabajos ganadores, enviando mensajes positivos en medio de la situación ocasionada por la pandemia.

dest Día Internacional de los Museos 2020. Una celebración virtual

Día Internacional de los Museos 2020: una celebración virtual

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Mayo 15, 2020

 

Aunque parezca paradójico, en estos momentos en que las instituciones culturales han tenido que cerrar sus puertas y reorientar sus servicios, los museos se han convertido en zonas accesibles como nunca antes. La disponibilidad de visitas virtuales, la socialización de contenidos en diferentes sitios webs y redes sociales como Facebook, Instagram y Youtube; la posibilidad de descargar podcasts de audio y video, o de participar en los populares challenge convocados por algunos museos, le ha permitido a cada institución museística compartir experiencias, alcanzar públicos potenciales, visibilizar aristas museológicas y fomentar un espacio virtual diverso e inclusivo para el intercambio de ideas, propuestas y opiniones tanto de los seguidores como de los especialistas de los museos. Es decir, en medio de esta crisis sanitaria mundial, las paredes de los museos se han diluido en la plataforma digital; las exposiciones en sala y las colecciones en almacenes han pasado a ser visibles por todos en los diferentes medios virtuales.

Los museos han pretendido así erigirse como fuente de aliento y, a la vez, generadores de conciencia sobre su papel en la sociedad y el alcance de sus acciones en estos días complejos e inciertos. Es conocido que hay públicos que en situaciones normales no se atreven a entrar a los museos, ya sea por desconocimiento o desinterés, así como también públicos con limitaciones físico-motoras o psico-intelectuales que no encuentran una zona de confort en estos. No obstante, esa realidad necesariamente ha cambiado, y lo que antes se manifestaba cual barrera de acceso, ahora alcanza otro nivel a través de la diversidad de propuestas que los museos ofrecen gracias a las tecnologías. Sin dudas, esta situación marcará una huella en el camino de las instituciones museales, en tanto en ella se ha potenciado la comunicación con un público masivo y anónimo, al cual cautivar, hacerlo seguidor y ofrecerle líneas temáticas de interés. María López-Fanjul, conservadora de los Museos Nacionales de Berlín, aseveró que posiblemente estemos viviendo el fin de la tiranía de los récords de número de visitantes a los museos, a favor de una experiencia centrada en el bienestar de las audiencias [1]. Estamos siendo partícipes hoy día de nuevos modos de visitar el museo sin necesidad de abandonar nuestra casa y el pijama.

Cada 18 de mayo, desde 1977, para celebrar el Día Internacional de los Museos, el ICOM propone un tema diferente en torno al cual desarrollar acciones museísticas y socioculturales. Para el 2020 la propuesta es Los Museos y la igualdad: diversidad e inclusión. El sitio oficial del ICOM (http://icom.museum/es/), refiere que la celebración de este año debe valer como cita para tomar conciencia sobre el papel que desarrollan los museos en función del intercambio cultural, el enriquecimiento intelectual y el fomento de experiencias museales más atractivas. A tono con este, los museos están reformando sus prácticas y servicios para establecer lazos más estrechos con sus comunidades, presenciales y virtuales, con el interés cada vez más fuerte de convertirse en plazas culturales accesibles, en plataformas propicias para el diálogo, la controversia, la participación y la creatividad.

Para aquellas instituciones museales que deseen compartir la celebración con sus públicos presenciales, el ICOM ha propuesto como fechas alternativas el 14 de noviembre de este año, momento que coincide con la Larga Noche de los Museos [2], y el 74 aniversario del ICOM dos días después, el 16 de noviembre. Entonces este próximo noviembre La Habana celebrará, además de su 501 aniversario, el DIM, el aniversario del ICOM y la noche de los museos.

Mientras tanto, desde casa, sigamos de cerca las propuestas virtuales que, tanto el ICOM como la red de museos del mundo, han concebido para homenajear el rol que desempeña día a día el conocido por todos como templo de las musas: ese espacio de la memoria que hoy coloca al usuario y sus exigencias en un plano protagónico dentro de sus prácticas museales. Hashtags como #Museosdesdecasa y #DIM2020 permiten estar actualizados sobre todo lo que opera por estos días en las redes sobre los centros museísticos y sus ofertas culturales.

 

Notas

[1] Riaño, Peio H. (14 de abril de 2020). La crisis del coronavirus. El museo del futuro se despide de las exposiciones de masas. El País. Recuperado de https://elpais-com.cdn.ampproject,org/v/s/elpais.com/cultura/2020-04-13/el-museo-del-futuro-se-despide-de-las-exposiciones-de-masas.html

[2] Evento cultural que se celebra anualmente desde 1997 a nivel mundial. Consiste en mantener abiertas todas las instituciones museísticas hasta bien avanzada la noche, con el objetivo de ganar más y nuevos visitantes, y de proponer actividades diversas alrededor de las exposiciones permanentes y transitorias que cada centro promueve.

dest Mención. Kevin Inguanzo Rodríguez (10 años). Una amistad histórica. Cat. 9-12 años

Ganadores del reto virtual Yo dibujo Europa desde mi casa. Mayo, 2020

Mención. Kevin Inguanzo Rodríguez (10 años). Una amistad histórica. Cat. 9-12 años

El Jurado, integrado por:

  • Liritza López Gómez, especialista en artes plásticas de la Dirección de Gestión Cultural de la OHC
  • Daniel Rodríguez Collazo, artista plástico
  • Maisel López, artista plástico
  • Amanda Ramírez Viñas, especialista en promoción de la actividad cultural del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa: Palacio del Segundo Cabo

Y en calidad de observadoras:

  • Yanet Toirac, oficial de prensa e información de la Delegación de la Unión Europea en Cuba
  • Onedys Calvo Noya, directora del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa: Palacio del Segundo Cabo

En deliberación del día 8 de mayo de 2020, a las 3:00 p.m., ha determinado los siguientes premios para el reto virtual Yo dibujo Europa desde mi casa:

 

En la categoría de 5 a 8 años

El 1er Premio se otorga a Alexa Carolina Ramírez Pérez (7 años) con su dibujo Historia y cultura entre los continentes.

Por la manera en la que relacionó símbolos arquitectónicos y culturales de ambos territorios mediante un dibujo definido y de gran riqueza cromática.

El 2do Premio se otorga a Melody La Rosa Magret (8 años) con su dibujo Los puentes de la amistad.

Por la singularidad con la que asocia símbolos cubanos y europeos, en un dibujo llamativo y rico visualmente.

El 3er Premio se otorga a Marta Simone Guido González (8 años) con su dibujo Las Catedrales unidas y a Olivia González Rodríguez (7 años) con su dibujo Mi Sagrada Familia.

El primero, por el empleo de las catedrales de Cuba y Francia como metáfora de la unión entre los territorios; el segundo, por abordar la Sagrada Familia como símbolo arquitectónico y desde el universo afectivo de los cubanos.

En la categoría de 9 a 12 años

El 1er Premio se otorga a Brandon Díaz Ocaña (10 años) con su dibujo Solidaridad y salud sin fronteras y a Flavia Alexandra González Rodríguez (9 años) con su dibujo Recorriendo Europa.

El primero, por concebir una visión actual e ingeniosa de los vínculos entre Cuba y Europa, mediante un dibujo lleno de símbolos, en alusión a la unión de los territorios en favor de la salud; el segundo, por la frescura con la que logró la perspectiva aérea, complementado por un dibujo preciso.

El 2do Premio se otorga a Enrico Delgado Hartman (9 años) con su dibujo Hermandad (Bolek y Elpidio).

Por el contraste de símbolos de Polonia y Cuba, que muestran los lazos entre los territorios a partir del juego infantil de los dos dibujos animados, en una composición equilibrada y dinámica.

El 3er Premio se otorga a Abel Daniel Delgado Ochoa (9 años) con su dibujo Del faro a los molinos y a Aleyandro Noel González Rodríguez (11 años) con su dibujo Canto de amistad.

El primero, por lograr la sensación de viaje e intercambio entre los territorios, por medio de un dibujo colorido y fresco; el segundo, por unir elementos de cubanía con la cultura clásica, de manera sencilla y original, complementado por la llamativa gama cromática empleada.

 

Además, el jurado ha decidido otorgar las siguientes menciones especiales, por categorías:

Categoría de 5 a 8 años

Geovani Sardaña Rodríguez / El brindis (7 años)

Hachiro Nakajima Torres / Mi segunda familia (7 años)

Mauro Vázquez Cárdenas / Tan alto como las palmas (6 años)

Paola Cabrera Martín / Cuba ayuda a Italia (7 años)

Teo Montalván Calvo / Monumentos protegidos (8 años)

 

Categoría de 9 a 12 años

Javier Ángel Urgellés Moya / Un puente para dos coliseos (10 años)

Jimena Suárez Toirac / Turistas cubanas en la Puerta de Alcalá (10 años)

Kenji Nakajima Torres / Cuba y Europa Amigos por siempre (10 años)

Kevin Inguanzo Rodríguez / Una amistad histórica (10 años)

Laura Magela Perdomo Castellano / Carnaval (10 años)

María Fernanda Santana Prado / Juntos luchando contra la COVID-19 (10 años)

Melany Romero Batista / Amigos de Irlanda (9 años)

Pari Coset Pupo Ramos / Juntos somos invencibles (9 años)

 

Asimismo, el jurado otorgó un reconocimiento a Abel Daniel Delgado Ochoa con su dibujo Del faro a los molinos, por ser la obra más popular en la página de Facebook del Palacio del Segundo Cabo, atendiendo a la cantidad de likes, de comentarios y de veces que se compartió la publicación.