El Gabinete es uno de los espacios permanentes de mayor atractivo que podemos encontrar en el Palacio. Se centra en objetos que corresponden a la cultura material del etnos europeo y cubano, y se organizan en diez temas: navegación, armamentos, instrumentos de trabajo y de tiro, elementos constructivos y funcionales de la arquitectura, cerámica, vida cotidiana, alimentación y bebidas, industria y comercios, juego y juguetes infantiles y medios de transporte. Su diseño interior evoca las estanterías y cajones de madera de los antiguos almacenes situados en el puerto, en los que se guardaban productos de disímiles orígenes y naturalezas, procedentes de uno y otro lado del Atlántico.

En estos anaqueles se combinan piezas de carácter no patrimonial y réplicas de objetos museales, acompañados de infografías. Pero lo más atrayente lo constituyen tres mesas multitáctiles que admiten la acción conjunta de cuatro personas en cada una de ellas. Del estante se elige un cubo acrílico con el tema de interés para el usuario, y en la mesa este se traduce en un cubo virtual. Al tocar cada uno de sus lados se despliega un breve texto explicando las características y funciones que cada uno de los elementos elegidos protagonizan dentro de los procesos de relaciones Cuba-Europa; además, lo acompaña una galería de imágenes y videos, una modelación en 3D y las referencias a otros objetos con los que guarda algún tipo de vínculo. Una de las caras del cubo ofrece seis opciones de rompecabezas.

Entre los temas a elegir, por ejemplo, se encuentra el café, el cual ha sido la bebida más generalizada en Cuba desde el siglo XIX. Sin embargo, la planta es oriunda de África, y llegó al oriente de la Isla proveniente de Haití. Tanto su cultivo como toda una cultura material relativa a su elaboración y consumo, constituye uno de las costumbres más representativas de nuestra identidad.  Hoy no nos imaginamos una visita a un hogar cubano ni una reunión sin una olorosa taza de café.

En el Gabinete el visitante es protagonista: aquí, de manera lúdica y eficiente, se reencuentran con objetos que, cercanos o antiguos, extraordinarios o cotidianos, con sus historias nos reiteran la construcción de nuestra identidad en un constante proceso de intercambio y asentamiento desde diferentes latitudes.