Castillo Tres Reyes...

El Castillo de los Tres Reyes del Morro, testigo de la toma de La Habana por los ingleses

Castillo Tres Reyes...

Junio 6, 2022

 

La valiosa y estratégica posición de la isla de Cuba con respecto al Golfo de México posibilitó que el puerto de la villa San Cristóbal de La Habana fuera un tránsito entre América y Europa. Parada obligatoria de la ruta entre el viejo continente y el nuevo mundo, esta ciudad se convirtió en el eje comercial de las posesiones de España en América. El constante asedio de corsarios y piratas que sufrió el sitio hizo que fuera necesaria la construcción de diversas fortificaciones para la inminente protección de la codiciada ciudad.

Con esta encomienda llegan en julio de 1587 a la ciudad de La Habana Juan de Tejeda, maestro de campo, y el ingeniero militar Bautista Antonelli. El principal objetivo era examinar puntos claves en la villa para erigir un sistema defensivo. Previamente, ya se había construido el Castillo de la Real Fuerza; sin embargo, era imperante la necesidad de más tipologías militares en la colonia española. Entre 1589 y 1630  se edificaron el Castillo de los Tres Reyes del Morro y la Batería de San Salvador de la Punta, ambos frente a frente en las dos márgenes de la entrada al puerto de La Habana. Con las mismas quedó perenne el primer triángulo defensivo que tuvo La Habana.

El Morro fue una fortaleza abaluartada estructurada geométrica y simétricamente, en la que se utilizaron medidas matemáticas junto a técnicas constructivas con piedra labrada en sillares y mampostería, aunque también usaron el ladrillo para reforzar los ángulos de los muros, así como hierro y madera para obras complementarias de la fortificación. En este inmueble se combina la monumentalidad con la funcionalidad, pues era una fortaleza que defendía la costa con la imagen de un bello diseño de líneas y formas que buscaban la perfección.

Es preciso acotar que el Castillo de los Tres Reyes del Morro constituye un testigo del embate inglés a la villa. Cuando se inició la toma de La Habana el 6 de junio de 1762 y lograron hacerse del territorio en agosto de ese propio año, durante once meses se instalaron en dicha fortaleza, la cual había sido asediada durante cuarenta y cuatro días por 14 mil hombres. Pese a la resistencia peninsular encabezada por el español Luis Vicente de Velasco y el criollo Pepe Antonio los extranjeros lograron el dominio de la codiciada colonia de ultramar.

En julio de 1763 Inglaterra y España acordaron un canje en el cal parte de La Florida quedaría en manos inglesas a cambio de Cuba en su totalidad y de la villa usurpada. A 260 años de este suceso el Morro pervive como un fiel testigo del tiempo que custodia la entrada de la bahía habanera. Este castillo ha presenciado muchos sucesos patrios y eventos históricos, de ahí otro de los valores que posee.

En 1845 el faro fue sustituido por el que se visualiza en la actualidad, con 45 metros de altura sobre el nivel del mar. El 24 de julio de 1845, desde horas tempranas, una luz proveniente del Morro iluminó la bahía y, desde entonces, ha servido de centinela a San Cristóbal de La Habana.

Actualmente el Castillo de los Tres Reyes del Morro en conjunto con la fortaleza San Carlos de la Cabaña integra el complejo Morro-Cabaña, dos espacios que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982. Posteriormente se piensa en una museología apropiada al espacio para fungir como museo. Otras de las utilidades del amplio sitio han sido como escuela militar, sede de algunas ediciones de la Bienal de Artes Plásticas de La Habana y de la Feria Internacional del Libro.

El Morro establece un contacto directo con la historia patria, sus muros relatan leyendas pasadas y sucesos trascendentales. Cada plazoleta evoca un sinnúmero de hechos que han llegado hasta nuestros días desde la etapa colonial. Perpetuo y galante figura para beneplácito de los cubanos este guardián que custodia celosamente la significativa bahía habanera.

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