Irakere

La inigualable sonoridad de Irakere

Irakere

Mayo 23, 2022

 

(…) Cacha mulata encendida color de tabaco y ron,

tu belleza me emociona y me llena de inspiración.

Por eso canto:

Santa Clara, Santa Clara,

mañana me voy con cacha pa’ Santa Clara (…)

            

                      Canción Rucu Rucu a Santa Clara

Grupo Irakere

 

Irakere constituyó una agrupación fundamental dentro de la historia de la música cubana, considerado aún como referente para nuestros intérpretes. Su singular manera de asimilar el jazz latino e impregnarle la sonoridad nacional fue uno de sus principales hitos; sin embargo, la línea popular bailable fue otro de los perfiles desarrollados por esta agrupación que debutó el 25 de abril de 1973 en Santiago de Cuba. En el propio año de su fundación, Irakere se impuso en el gusto de las personas por la versatilidad desplegada. 

La mayoría de los artistas que integraron la plantilla de Irakere surgieron de la Orquesta Cubana de Música Moderna. Pese a la trayectoria profesional experimentada, Chucho Valdés insistía en el constante estudio y ensayo diarios. La asistencia de estos intérpretes a misas yoruba, el estudio de los tambores yuka, arará y batá además de otros instrumentos de percusión, sentaron las bases para un nuevo estilo dentro de la música cubana, además para la oleada de orquestas que se sucedieron durante los ochenta y noventa en la isla.

En 1979 ocurrió un boom de la música bailable en Cuba, fue en este momento cuando Irakere se posicionó en las primeras listas de la nación. En ese propio año comenzó el reconocimiento internacional de la agrupación, colocada en el ranking de otros países y situada entre las cinco mejores por encima de Chick Corea. También en 1979 se efectuó el Festival de Newport, el Carnegie Hall y el Montreux de Suiza. En medio de tanto despegue musical, destacan temas como Iya, Aguanile, Juana 1600 y Misa Negra, todas estas editadas por la CBS.

Para 1980 la agrupación contó con la fortuna de tener un músico de la talla de José Luis Cortés (el Tosco), quien le incorporó al formato de la orquesta elementos de la guaracha y del son. Su flauta le impregnó un sabor más picante, acorde con el género popular bailable.  A esta época pertenecen temas como Bacalao con pan, el gustado Rucu Rucu a Santa Clara, El guayo de Catalina y Baila mi ritmo.

Irakere constituyó una agrupación trascendente debido a que marcó un punto de inflexión en la canción cubana. La presencia de raíces afrocubanas incorporadas al jazz, le dio un giro a la sonoridad que lideraba en el espectro armónico cubano e internacional. La importancia de esta prestigiosa orquesta radica en su estilo policromático, desde lo afro hasta las melodías modernas y clásicas.

Irakere marcó pautas en las venideras generaciones debido a que estas bebieron de las nociones armónicas y melódicas empleadas por la agrupación. Otra de las relevancias de Irakere es la capacidad de mezclar la música con la pedagogía, lo cual posibilitó la formación de un plantel estelar reconocido en el mundo.

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