Hotel Brooklyn

Los Países nórdicos y Cuba: una relación de varios siglos

Hotel Brooklyn

Tatiana Guerra Hernández

Julio 18. 2020

 

El presente trabajo es una aproximación a las relaciones establecidas entre Cuba y los países nórdicos a través del tiempo. Aparece en él un compendio de datos recolectados sobre los intercambios de estos países con Cuba por medio principalmente de las personalidades que han arribado a nuestras costas y han traído su cultura, así como también han sido influenciados de alguna manera por la nuestra.

Suecia

Desde finales del siglo XVIII tenemos noticias de la llegada a Cuba entre 1783 y 1784, de Peter Olof Swartz, botánico, y micólogo, sueco, arribado a la isla como alumno del destacado científico Car Von Linné. Tiene la importancia de ser uno de los primeros en describir plantas de nuestro país en varios de sus libros. Más tarde en el siglo XIX uno de los primeros inmigrantes suecos que se tienen noticias en Cuba fue el dentista Mauricio Carlos Koth, quien estaba radicado en La Habana desde 1840, en la calle del Obispo número 46.

Entre las ilustres viajeras suecas arribadas a Cuba en el s XIX se encontraron Jenny Lind y Federica Bremer. Nacida en Estocolmo en 1820, Jenny Lind fue una célebre cantante y actriz que en 1851 actuó en el Teatro Tacón de La Habana. Su coterránea, Federica Bremer, cuando la vio en La Habana, expresó de ella, que toda la primavera sueca había brotado en su rostro. Dio cuatro conciertos, el último de los cuales lo dedicó a los pobres recaudando para ellos, 8 000 pesos [1].

Junto a Jenny Lind, Federica Bremer fue la personalidad más influyente e importante de Suecia que visitó Cuba en el siglo XIX. Su reportaje de Cuba está publicado entre 1853 y 1854 en el libro de tres tomos titulado El Hogar en el Nuevo Mundo, un clásico dentro de la literatura sueca. Se alojó en La Habana en la esquina de Oficios y Obrapía, según una tarja a su nombre colocada en el lugar. Durante su estancia en Cuba, observó al detalle la sociedad, se impactó de manera singular por la naturaleza cubana, la que describe con gran simpatía. Su sensibilidad hacia ella la hace comentar que en Cuba las abejas no pican, llevando a extremos de idealismo el sentimiento de bienestar que experimentó en esta Isla. 

Otro artista sueco del siglo XIX relacionado estrechamente con Cuba fue el pintor sueco de José Martí: Hermann Norrman quien nació en 1864, en los extensos bosques de Suecia. Llegó a Nueva York en 1887, donde se relaciona con Martí y surge una especial simpatía entre ambos. Retrató a Martí en la oficina donde el Apóstol atendía los asuntos consulares de Uruguay, Paraguay y Argentina. La obra, fechada cerca de 1891, fue donada por Amelia al Museo Casa Natal José Martí. Cuando Martí murió en combate, el pintor, comentó a un amigo: “Martí fue el hombre más inteligente que he conocido. Ahora, también se ha perdido esa ilusión”.

Erik L. Ekman fue un naturalista sueco considerado uno de los grandes exploradores de la naturaleza cubana en el área de la botánica. Descubrió 35 000 colecciones de plantas, 2000 especies y 40 familias. Ekman fue, el primero en escalar el Pico Turquino entre los días 17 y 18 de abril de 1915. Al llegar a la cima, dejaron enterrada en una pirámide de piedra, dentro de una botella de ron Bacardí sus nombres escritos en una carta y Erik procedió a nombrar los picos subsiguientes: Cuba, y Suecia.

Por otra parte, el poeta nacional sueco, Evert Taube tuvo un fugaz paso por La Habana. En sus años mozos se enroló como marinero llegando al puerto habanero a principios del siglo XX, como uno de los 10 000 marineros suecos y noruegos que diariamente arribaban a La Habana de paso para Estados Unidos. En sus poemas refleja el impacto que recibió de la ciudad cuando desembarcó en ella, su música y sus calles.

En el ámbito religioso tenemos presencia sueca en La Habana por medio de Santa Brígida, patrona de Suecia. La orden de Santa Brígida, proclamada patrona de Europa y de las viudas, llegó a la Habana el 8 de marzo de 2003, cuando quedó inaugurado y bendecido el convento de la Orden del Santísimo Salvador de Santa Brígida en una esquina de la calle de Teniente Rey y Oficios de esta ciudad. Con relación al mundo de las letras, en el año 2014 el gobierno de Suecia otorgó el Premio Memorial Astrid Lindgren a la escritora cubana Julia Lydia Calzadilla Núñez (1 de agosto de 1943), autora de literatura infantil y juvenil.

Dinamarca

En 1897, María Méndez Pérez dio gran parte de su casa en el Paseo del Prado -menos un salón de la planta baja- en arrendamiento a una danesa, de la que solo conocemos su apellido Weidemann, para instalar allí, el denominado hotel Brooklyn. El establecimiento abrió sus puertas a principios del siglo XX, con gran calidad y confort, precios moderados, un servicio excelente y empleados que hablaban español, inglés, alemán, francés, noruego y danés. Su restaurante se consideraba de primera clase y se especializaba en cocina americana, aunque servía platos especiales criollos.

A finales de 1952 Christine Jorgensen se convierte en la primera transexual llegada a esta ciudad invitada por Rodney, coreógrafo del Cabaret Tropicana. Con su apariencia femenina decide trabajar como actriz en clubes nocturnos mostrando su arte en el mundialmente famoso cabaret, así mismo logra grabar algunas canciones que quedaron guardadas en algún archivo de la ciudad.

Casi una década después, en 1967 llega a La Habana el destacado artista plástico de vanguardia Jorn. Asger Oluf Jørgensen, es considerado uno de los máximos exponentes del expresionismo abstracto y el más afamado artista visual dinamarqués del siglo XX. Al llegar a La Habana, el pintor decidió trabajar sobre un muro de la Casa de los Manuscritos de la Revolución Cubana, que había fundado Celia Sánchez en 1964.

El destacado diseñador y artista cubano Alfredo Rostgaard (1943-2004) tuvo origen danés. Nació en Guantánamo, de padre chino-cubano, madre cubana y abuela jamaicana. Alfredo reconoce que su apellido es de origen danés, aunque el abuelo que lo tenía venía desde México. Rostgaard diseñó cerca de 200 carteles. Uno de los más reconocidos es el que realizó para el encuentro de la Canción Protesta de Casa de las Américas en 1967.

En 1964, el cineasta danés Theodor Christensen, considerado maestro del documental danés, llega a Cuba para realizar un audiovisual inspirado en las mujeres. Ella, fue el resultado del trabajo desplegado en la Cuba de los 60, además de ser el primer filme producido por el ICAIC que abordó la temática de la mujer en las nuevas circunstancias sociales.

Noruega

En el año 1842, se promulga una orden de captura contra un marinero noruego llegado a las costas de Cuba nombrado Cristen Halvoosen, el cual se dio a la fuga desde el puerto de La Habana con destino a Matanzas en un bergantín inglés llamado Eagle.

A principios del siglo XX se desarrolla un comercio de importación de gran importancia con Noruega de pescado seco, especialmente el Bacalao, de gran aceptación por nuestra población. Su calidad y precio lo colocó como uno de los platillos preferidos o más populares a principios de la centuria. En esta época los noruegos llegados a Cuba y establecidos como inmigrantes eran muy pocos apenas sumaban 22, los suecos eran un total de 23 siendo los daneses los de mayor cifra, 42.

El 13 de noviembre de 1948, en el Auditoriun de La Habana, hoy teatro Amadeo Roldan, se presentó la soprano noruega Kirsten Flagstad, junto a Max Lorenz y bajo la dirección de Clemens Kraus para poner en escena la importantísima ópera Tristan e Isolda del destacado compositor alemán Richard Wagner. Kirsten vuelve a Cuba el año siguiente invitada esta vez por la Sociedad Pro Arte Musical, acompañada del pianista Edward Hart. Por otra parte, no debemos pasar por alto la influencia de uno de los grandes del teatro universal Henry Ibsen, con su obra Casa de muñecas versionada en Cuba en múltiples ocasiones.

En política, Noruega y Cuba ofrecieron sus países como mediadres del diálogo de la paz en Colombia. Noruega se destacó en el tema de género, trabajó con los derechos de las mujeres involucradas en los conflictos, ayudó en los temas de asuntos humanitarios y puso especial atención al problema de la eliminación de minas.

Finlandia

Es el país de menor intercambio con la Isla, sin embargo, tuvo la ayuda cubana cuando le fue necesario. En 1939 entró en guerra con la Unión Soviética, motivo por lo que Finlandia perdió territorio. En esa época en Cuba surge un comité de solidaridad llamado Comité Nacional de Auxilio a Finlandia y radicado en la calle de Cuba nº 219 altos. Tuvo el objetivo de recaudar fondos por medio de actos públicos, fiestas benéficas y colectas para prestar ayuda a la nación finlandesa enviándoles mercancía como azúcares, tabacos, o cigarros.

 

Notas

[1] Leonardo Depestre Cantony: Cien mujeres celebres en La Habana, editorial José Martí, 2014, p. 17.

* Conferencia presentada en el I Coloquio Presencias europeas en Cuba, 2017, del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa: Palacio del Segundo Cabo.

Tatiana Guerra Hernández: Licenciada en Español-Literatura en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona. Ha trabajado durante más de 15 años en la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, principalmente como investigadora histórica de inmuebles para la restauración, labor que realza para la Empresa RESTAURA. Ha impartido conferencias y recorridos especializados en distintos eventos desarrollados en el Centro Histórico, así como para la Agencia de Viajes San Cristóbal. Colabora con el proyecto cultural Rutas y Andares para descubrir en familia, desde 2010.

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