Septiembre 4, 2023
En la Cuba de finales del siglo XIX y principios del XX, con el resurgir de un nuevo boom comercial basado en el azúcar y la construcción, surgió la necesidad de atraer grandes inversionistas. Múltiples grupos financieros llegaron a la isla y crearon en una zona de La Habana Vieja, lo que se conoció como el “Wall Street habanero” debido a la morfología de las calles que recuerda la tipología de la ciudad de New York.
Sería en estas calles del Centro Histórico capitalino donde las principales sedes bancarias construyeron imponentes edificaciones y en las que, se agruparon los principales servicios bancarios. Múltiples fueron los proyectos, de diferentes partes del mundo que se realizaron y que llegan hasta nuestros tiempos.
Sin embargo, existen otros que no llegaron a erigirse y vale la pena conocer. North American Trust Company es uno de esos ejemplos. A pesar de que el inmueble no se edificó, marcó un canon de lo que sería la manera y el estilo de insertarse en la Plaza de San Francisco; un importante espacio en el centro histórico de La Habana Vieja.
North American Trust Company convocó a la firma neoyorquina York & Sawyer architects, fundada en 1898, para redactar el proyecto de la sede bancaria de igual nombre en La Habana. Se ubicó en la intersección de las esquinas de las calles Lamparilla, Oficios y Baratillo. La parcela era de forma triangular, lo cual permitió acentuar la perspectiva que forma la esquina. Según los diseños de los arquitectos, la fachada daría hacia la Plaza y el inmueble sería de un marcado eclecticismo, estilo que dominaría el panorama arquitectónico cubano durante las primeras décadas del siglo XX.
Por cuestiones desconocidas, el proyecto no se ejecutó. Ni siquiera aparecen muchas fuentes que aborden más sobre el mismo o las causas que llevaron a su fracaso. Años más tarde, donde debió edificarse el banco se ejecutó un edificio moderado destinado a una ferretería. El mismo, perteneció a los empresarios gallegos, Segundo Casteleiro Pedrera y Gaspar Vizoso Cartelle.
Luego de la restauración de las zonas aledañas a la Plaza de San Francisco, en los bajos de la parcela en la que se debió construir North American Trust Company, se halla una pequeña casa de cambio. Casual reminiscencia financiera de lo que pudo ser el inmueble.