Agosto 17, 2023
Este año, el movimiento Art Nouveau celebra su 130 aniversario. Para conmemorar esta fecha, el taller intergeneracional Patrimonio y naturaleza: un paisaje habanero dedicó una clase a este estilo que se caracterizó por su diseño ornamentado y su énfasis en la naturaleza como fuente de inspiración.
La sesión inició por una visita a la exposición Naturalezas del Art Nouveau, expuesta por segunda ocasión en nuestro Centro y organizada por la Réseau Art Nouveau Network (Red de Art Nouveau); la institución internacional encargada de la documentación, investigación y protección del patrimonio Art Nouveau mundial. Durante la visita, se les explicó a los participantes los orígenes del movimiento y su relación directa con los diferentes elementos naturales. A través de los ejemplos expuestos, los visitantes constataron que muchos de los arquitectos, artistas y diseñadores del estilo “nouveau” se inspiraron en las formas sinuosas de las plantas, las flores y los animales para crear sus obras.
Conocido como Modernismo en España, Secesión en Austria, Liberty en Italia o Jugendstil en Alemania, este estilo se extendió por toda Europa entre finales del siglo XIX y principios del siglo pasado. No fue hasta el siglo XX que llegó a Cuba y ocupó un lugar significativo en algunos de los inmuebles del Centro Histórico habanero. El primer caso de estudio fue la Casa de los Pelícanos, localizada en la calle Mercaderes 256.
La que fuera la Casa de Braulio Menendez, se terminó de construir en el año de 1913 y es el primer ejemplo de Art Nouveau visitado. Recibe su nombre por los pelícanos que adornan la fachada del inmueble, el uso de las formas redondeadas, la línea curva y la asimetría en la fachada. Se destacó que, en la actualidad, el edificio es uno de los inmuebles beneficiados por la Cooperación italiana y en un futuro acogerá la sede de la exposición mencionada, Naturalezas del Art Nouveau, expuesta en el Palacio del Segundo Cabo.
El siguiente punto del recorrido fue el Palacio Cueto, una antigua fábrica de sombreros convertida en Hotel Palacio Viena por José Cueto en los años 20. Lo diseñó Arturo Marqués Marqués y desde su creación, se distinguió por el magnífico trabajo en piedra esculpida y la elaborada ornamentación en su fachada. En su interior se aprecia una combinación de elegantes curvas, molduras y detalles decorativos en los marcos de las puertas y ventanas, techos y paredes. Se aprovechó la oportunidad para recordar la obra del arquitecto Antonio Gaudí a través de la forma ondulada de los balcones del Palacio.
Se aprovechó la oportunidad para visitar la Vitrina de Valonia, un centro cultural de la Oficina del Historiador de la Habana y que alberga la exposición fotográfica de Nestor Martí titulada Huellas del Art Nouveau en La Habana. De igual forma, el especialista Haziel Scull nos comentó sobre el sexto número de la revista Kronikas, dedicada al estilo artístico protagonista del taller.
En los últimos momentos el taller intergeneracional Patrimonio y naturaleza: un paisaje habanero se visitó el Hotel Raquel. El inmueble se construyó a inicios del siglo XX en la esquina que forman las calles Amargura y San Ignacio; su nombre es en honor a la matriarca del pueblo judío, Raquel. A pesar de que su fachada es barroca, su interior es “nouveau”, por lo que la visita era obligatoria. Muchas de sus decoraciones son de hierro forjado con elementos florales y detalles artísticos. Cuenta con atrio central fino, una claraboya de cristal y una majestuosa escultura en la planta baja.
Antes de finalizar, se revisaron los elementos más representativos de la clase. Los participantes concluyeron que es un movimiento que representó la belleza y la sensualidad de la naturaleza, en contraposición a la rigidez y la artificialidad de los estilos anteriores. Además, conocieron sobre el importante lugar que ocupa el Art Nouveau dentro del patrimonio histórico habanero.