Enero 16, 2023
Joseph Aloisius Ratzinger (Baviera, Alemania, 1927 – Ciudad del Vaticano, 2022), era el nombre secular del papa emérito Benedicto XVI. Nacido en el municipio alemán de Marktl am Inn, en la diócesis de Passau, perteneciente a la Baja Baviera, en Alemania en el seno de una familia católica. Desde pequeño tuvo una fuerte vocación por la teología, materia de la cual se doctoró por la Universidad de Múnich. Cuatro años más tarde, obtendría la habilitación para enseñar en la Escuela superior de filosofía y teología de Freising, para luego proseguir su actividad de enseñanza en Bonn, de 1959 a 1963; en Münster, de 1963 a 1966; y en Tubinga, de 1966 a 1969. En este último año, pasaría a ser catedrático de la Universidad de Ratisbona, donde ocupó el cargo de vicepresidente de dicha Universidad.
Con tan solo 50 años, el papa Pablo VI lo nombró como arzobispo de Múnich y Frisinga para luego ascender de manera rápida dentro de la estructura eclesiástica hasta llegar a ser nombrado cardenal. De los 27 años que duró el pontificado de Juan Pablo II (entre 1978 y 2005), Ratzinger estuvo al frente de la Congregación de la Doctrina de la Fe durante 24 años hasta su elección como Papa. Estuvo presente en los dos cónclaves de 1978, en los que fue elegido Juan Pablo II luego de la repentina muerte de Juan Pablo I y en el de 2005, que resultó en su elección como el pontífice número 265 de la Iglesia Católica y donde tomaría el nombre de Benedicto XVI.
A diferencia de su predecesor, Benedicto XVI no fue un papa viajero y durante su pontificado solamente realizó un total de veinticuatro giras pastorales. Precisamente, una de ellas lo traería hasta Cuba, entre los días 26 y 28 de marzo del 2012. El viaje tenía como objetivo el de fortalecer los vínculos con las comunidades católicas cubanas y celebrar los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, que se conmemoraba en el 2012.
A su llegada por el aeropuerto de la oriental provincia de Santiago de Cuba, Raúl Castro Ruz afirmó que Cuba lo recibía con “afecto y respeto y se siente honrado con su presencia. Encontrará aquí a un pueblo solidario e instruido que se ha propuesto alcanzar toda la justicia y ha hecho grandes sacrificios”.
Al respecto, el Sumo Pontífice expresaría que venía a Cuba “como peregrino de la caridad, para confirmar a mis hermanos en la fe y alentarles en la esperanza, que nace de la presencia del amor de Dios en nuestras vidas. Llevo en mi corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren”.
En las menos de 48 horas que estaría en la Mayor de las Antillas, Benedicto XVI realizó dos multitudinarias misas en las plazas de la Revolución Antonio Maceo y José Martí, de Santiago de Cuba y La Habana, respectivamente, además de honrar a la Virgen de la Caridad en su Santuario de la Basílica de El Cobre. De igual forma, también sostendría un encuentro con el líder histórico Fidel Castro en la Nunciatura Apostólica en La Habana, donde intercambiaron sobre asuntos del ámbito ecológico, cultural, científico, religioso y los problemas que enfrentaba la humanidad.
Antes de partir, expresó: “[llevo]en lo más profundo de mi ser a todos y cada uno de los cubanos, que me han rodeado con su oración y afecto, brindándome una cordial hospitalidad y haciéndome partícipe de sus más hondas y justas aspiraciones”.
Unos meses después de su visita, Benedicto XVI renunciaría como ministerio de obispo de Roma y sucesor de Pedro. La renuncia fue la primera desde la Edad Media, cuando Gregorio XII fue obligado a renunciar en el Concilio de Constanza para dar fin al Cisma de Occidente, y la primera por voluntad propia desde 1294 (con Celestino V, que dimitió para hacerse ermitaño). En el momento de anunciar este hecho, el papa Benedicto XVI tenía ochenta y cinco años, y llevaba casi ocho de pontificado.
En los años siguientes, su estado de salud se fue debilitando y falleció, recientemente, el 31 de diciembre de 2022 a las 9:34 horas en la residencia del Monasterio Mater Ecclesiae de la Ciudad del Vaticano. Su funeral, realizado el 5 de enero de 2023 fue un evento sin precedentes en los más de 2000 años de historia de la Iglesia Católica al ser celebrado por su sucesor, el papa Francisco y contar con la presencia de personalidades como la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, la reina emérita Sofía de España y los reyes de Bélgica.