Junio 17, 2022
Diversos han sido los estereotipos de género que se les han asociado a las mujeres para resquebrajar sus capacidades físicas e intelectuales. Convertida en la primera dama en darle la vuelta al mundo, Jeanne Baret tuvo que enfrentarse a las restricciones que sufrían las féminas de su tiempo. Para ello se disfrazó de hombre y salió en la expedición Bougainville a recorrer el globo terráqueo en busca de nuevas especies de plantas.
Baret nació en 1740 en el pequeño pueblo francés La Comelle. Durante su niñez y juventud ayudó a su padre trabajando en la granja familiar; sin embargo, cuando este murió se desempeñó como institutriz de Philibert Commerson (años más tarde nombrado como botánico del rey Luis XVI). Con él, la joven Jeanne comenzó a aprender botánica y se convirtió en su ayudante. En diciembre de 1766, cuando Jeanne Baret contaba con 26 años, se arropó con vestimenta de hombre y zarpó junto con Commerson desde el puerto de Rochefort a recorrer el mundo.
En este primer intento de circunnavegación francés, la fémina se presentó ante todos como Jean Baret, pues a las muchachas no se les estaba permitido participar en dichos acontecimientos. Una de las primeras escalas de las dos naves pertenecientes a la Marine Royale fue en Montevideo, donde los mareos y una úlcera recurrente en su pierna incapacitaron temporalmente a Philibert. Después de este suceso Jeanne se vio obligada a realizar prácticamente sola todo el trabajo previsto por ambos estudiosos.
Al arribar en Brasil, la joven halló una planta trepadora a la que bautizó con el nombre de Bougainvillea en honor a Louis-Antoine de Bougainville, líder de la expedición. Al pasar por el estrecho de Magallanes, los barcos avanzaban poco a poco para evitar los glaciales; sin embargo, Baret y Commerson desembarcaron para realizar la búsqueda de plantas. El diario de Bougainville relata que en esta travesía apreciaron delfines blancos y negros, así como albatros.
Cuando la expedición emergió al Pacífico tomó rumbo al noroeste con la esperanza de arribar a un conjunto de islas Maluku, las cuales, actualmente, forman parte de Indonesia. Rumbo a este destino hicieron escala en Tahití, lugar donde los botánicos estudiaron la fruta del pan. Fue en esta propia isla que descubrieron que Jeanne era una mujer y, aunque no se sabe con exactitud, algunas referencias apuntan que fue obligada a desnudarse, posteriormente violada y abandonada junto con Philibert en isla Mauricio.
Durante su estancia en Mauricio, invitada por el gobernador Pierre Poivre, la pareja realizó varios viajes a Madagascar. La salud de Commenrson empeoró y las diferentes rutas fueron diezmando. En marzo de 1773 fallece el botánico y poco se supo de la vida de Jeanne hasta su casamiento con el suboficial de la marina francesa Jean Dubernat. Cuando esta mujer regresó a su patria, el comandante Bougainville le solicitó al Ministerio de Marina el reconocimiento de esta extraordinaria mujer.
En 1785 Jeanne Baret recibió una pensión vitalicia del gobierno francés por su participación en la expedición que le dio la vuelta al mundo. Esta mujer, en conjunto con Philibert Commenrson, recolectó más de seis mil especímenes de plantas, animales y minerales, los cuales fueron posteriormente coleccionados por el Museo Nacional de Historia de París. Jeanne Baret falleció el 5 de agosto de 1807 en Saint-Aulaye dejando un legado de suma importancia para la humanidad.