Enero 19, 2021
El ferrocarril de Semmering, en Austria, fue el primer ferrocarril de montaña construido en Europa y el primer trayecto ferroviario incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad, en 1998.
Se realizó entre 1848 y 1854 a lo largo de 41 km de terreno montañoso; en total, recorre desde Gloggnitz, sobre el Semmering, hasta Mürzzuschlag y atraviesa 14 túneles, 16 viaductos de similar longitud, y más de 100 puentes de hierro y piedra. El trayecto dura alrededor de una hora, dependiendo de las paradas.
La construcción de las locomotoras y las líneas férreas en esta zona cuentan como uno de los mayores hitos de la historia europea del ferrocarril. Debido a la solidez de sus túneles y demás infraestructuras, la línea se ha seguido utilizando sin interrupción hasta nuestros días.
El recorrido atraviesa un espectacular paisaje montañoso, donde se han construido numerosos edificios destinados a actividades recreativas, desde que la región quedó comunicada gracias a este medio de transporte. En la actualidad, constituye la forma más rápida de conectar la capital austríaca con el sur del país.
Esta línea ferroviaria se ha convertido en uno de los símbolos nacionales de Austria. Dada su importancia, tanto el ferrocarril de Semmering como su proyector, el ingeniero civil veneciano Carlo di Ghega, aparecieron en los antiguos billetes de 20 chelines austríacos. Sin dudas, representa una de las mayores proezas de la ingeniería civil en los primeros tiempos de la construcción de vías férreas.