Agosto 30, 2021
Eusebio Leal Spengler fue una voz de renombre mundial en materia de patrimonio cultural. Historiador de la ciudad de La Habana (OHCH) y guardián por más de cinco décadas de esa joya arquitectónica y cultural que es su centro histórico, fue galardonado con las más altas condecoraciones de diversos países del mundo. Entre ellas sobresale la primera y más importante de las órdenes de caballería de la República Italiana: la Orden al Mérito.
El profundo vínculo que unía a Eusebio con Italia empezó siendo él muy joven, con un viaje de estudios que hizo a esa nación mediante una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores, gestionada por el Instituto Ítalo-Latinoamericano (IILA). Mientras cursó el postgrado en restauración de centros históricos conoció “de cerca algo más importante que el patrimonio, el pueblo italiano”, según sus propias palabras. Volvería en múltiples ocasiones. Visitó cada palmo de su geografía. Entabló amistad con grandes figuras de la cultura y la política italiana, cuyos intercambios contribuyeron a su formación intelectual y moral. Recibió además la toga doctoral en la Universidad de Ferrara, una de las más antiguas e importantes de Europa.
Leal fue un adalid de los lazos culturales y académicos entre ambas naciones. Promovió las semanas de la cultura italiana y presidió desde 1994 la sección cubana de la Sociedad Dante Alighieri. Asimismo, a la OHCH le fue posible acometer numerosas obras de restauración y de formación profesional gracias a la constante colaboración de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo, ONGs, organismos locales e instituciones de este país.
El respeto y la admiración de Leal hacia su cultura y su gente fueron recíprocos. En 1979 el Alcalde de la ciudad de Roma, profesor Giulio Carlo Argan, le concedió la Medalla de Plata de las excavaciones arqueológicas de Lacio. La ciudad de Matera lo declaró Huésped distinguido en 2002. Las universidades de Ferrara y de la Basilicata le entregaron los títulos de doctor Honoris Causa en Arquitectura (2003) e Investigación (2019), respectivamente. Y estos solo son meros ejemplos que avalan el reconocimiento a su obra.
Con el ánimo de fortalecer las relaciones diplomáticas y de premiar los logros alcanzados por una persona con una trayectoria siempre en ascenso, Eusebio fue condecorado Caballero de la Orden al Mérito de la República Italiana el 15 de julio de 1983. El 27 de diciembre de 1994 el presidente, Dr. Oscar Luigi Scalfaro, le confirió el grado de Oficial y ocho años más tarde, en igual fecha pero de 2002, fue reconocido como Gran Oficial.
La Orden al Mérito de la República Italiana se instauró por el parlamento de ese país a través del decreto ley n.º 178 de 3 de marzo de 1951 por el segundo presidente de la República, Luigi Einaudi. Es, esencialmente, una institución para el reconocimiento público. Recompensa las acciones destacadas hacia la nación italiana, en el campo de la literatura, las bellas artes, las ciencias, la economía, el servicio público, las actividades de carácter social, filantrópico o humanitario y servicios prestados durante una carrera civil o militar de extensa trayectoria.
Puede ser conferida tanto a ciudadanos italianos como extranjeros que tengan, al menos, 35 años de edad y su otorgamiento depende del Presidente de la República y de un consejo compuesto por un Canciller y dieciséis miembros. La distinción tiene cinco grados: Caballero o Dama de la Gran Cruz, Gran Oficial, Comendador, Oficial y Caballero o Dama. Excepcionalmente, a los Caballeros o Damas de la Gran Cruz se les confiere el Gran Cordón, un honor que, por lo general, solo se confiere a los jefes de Estado.
Durante la transición del sistema monárquico al republicano existió un periodo de incertidumbre normativa. Con el advenimiento de la República el 2 de junio de 1946 y la derogación de la Orden Civil de Saboya (1831), la Orden de la Corona de Italia (1868), la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro (1572) y la Orden Suprema de la Santísima Anunciación (1362), se creó un vacío en el sistema honorífico. Así surgió la Orden al Mérito de la República Italiana. El último monarca de Italia, Humberto II, como Gran Maestre de las mencionadas, no las suprimió ni renunció a ellas. Los herederos de la antigua Casa Real de Saboya las siguen otorgando en virtud de su potestad fons honorum.
Las insignias de la orden se modificaron a partir del decreto presidencial nº 173 de 30 de marzo de 2001. El nuevo diseño se asemeja en forma a la abolida Orden de la Corona de Italia. Las nuevas condecoraciones llevan, en el anverso, la inscripción en letras mayúsculas romanas «Al Merito della Repubblica». En el reverso tienen la efigie de Italia en relieve y dentro del borde, en la media línea superior, dice «Patriæ Unitati» (Por la unión del país), mientras que, en la media línea inferior, se lee «Civium Libertati» (Por la libertad de los ciudadanos).
El escritor, poeta y etnólogo cubano Miguel Barnet ostenta la Orden al Mérito de la República Italiana en el grado de Caballero, al igual que el artista Alfredo Sosabravo. También merecieron tan alto honor el cardenal Jaime Ortega y el novelista y cuentista Miguel Mejides.