Abril 14, 2021
El centro histórico de Salzburgo, en Austria, fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1996, por la exquisita conservación que tienen edificios religiosos y seculares, casas civiles de la Edad Media y amplios espacios públicos de herencia italiana. La ciudad ha preservado un tejido urbano de excepcional riqueza, estructurada desde la Edad Media hasta el siglo XIX, cuando aún era una ciudad-Estado.
El nombre oficial de la ciudad, en alemán, es Salzburg, y significa “castillo [de la] sal”, el cual le fue otorgado a raíz de las barcas que transportaban sal en el siglo VIII.
El centro histórico antiguo de Salzburgo, el Die Altstadt, es uno de mejor conservados en los países de habla alemana. Su paisaje destaca por la Fortaleza Hohensalzburg, edificada en 1077 y convertida en el emblema de la ciudad; así como por las montañas que la rodean, el Mönchsberg y el Kapuzinerberg, cuyos bosques constituyen el pulmón verde de la ciudad. Otros relevantes monumentos son la Geburtshaus (Casa Natal) de Wolfgang Amadeus Mozart y la catedral de Salzburgo.
En Salzburgo confluyen armoniosamente los estilos romano, el gótico, el renacimiento italiano y, sobre todo, el barroco que tiene su origen en el intenso intercambio con los países vecinos del sur, en especial con Italia. Salzburgo es considerada la “Roma del Norte”, título atribuido por su condición privilegiada: el Arzobispo de la ciudad tenía permisos, como un Papa, para designar a obispos en diócesis propias. Se convirtió así en el segundo estado pontificio más grande del mundo, solo superado por Roma.
La ciudad del río Salzach, con una larga historia como metrópolis del arte y la cultura, debe gran parte de su reconocimiento mundial a su hijo legítimo Mozart, un prodigio musical que le otorgó a Salzburgo el reconocimiento de ser un crisol cultural y artístico de Europa del norte y del sur.