Septiembre 21, 2022
El Festival Internacional de Cine de Cannes es uno de los acontecimientos cinematográficos más prestigiosos del mundo. Su alcance internacional y mediatización no tiene precedentes y es que, para muchos, lo más sorprendente consiste en su éxito rotundo cada vez que se realiza una nueva edición de dicha fiesta cinematográfica desarrollada en una pequeña localidad del área metropolitana de Niza, en Francia.
Su historia se vincula al Festival Internacional de Cine de Venecia, realizado en el Palazzo del Cinema de Venecia, en su edición de 1938 cuando el fascismo en Europa despertaba. Bajo ese contexto mundial, el festival veneciano de dicho año tuvo mucho más que ver con rivalidades nacionalistas que con las películas en sí mismas y, próximo a la Segunda Guerra Mundial, se favorecieron las filmografías alemanas e italianas. Los franceses se marcharon insultados del festival, así como los representantes británicos y estadounidenses, en protesta por la irrupción de la política en el séptimo arte.
A raíz de estos sucesos, Phillipe Erlanger, representante del gobierno francés en Venecia e inspector general del Ministerio de Educación Nacional y Bellas Artes, le propuso a Jean Zay, Ministro de Educación y Bellas Artes de la República francesa, crear un evento cinematográfico internacional en este país galo. El objetivo era obtener el apoyo del gobierno para la realización del festival donde los filmes compitieran y fueran vistos sin sesgos políticos. Concedido el apoyo gubernamental, quedaba entonces por escoger un sitio para celebrarlo. La ciudad mediterránea de Cannes fue la única que se comprometió a construir una sede a la altura del acto, un hecho que inclinó la balanza a favor de la localidad de la Costa Azul francesa.
Así fue que el 1 de septiembre del 1939 se inauguró el Festival International de Cannes bajo la presidencia de Louis Lumière, pero fue cancelado un día después debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial. No sería hasta un año después de finalizado el conflicto bélico, el 20 de septiembre de 1946, cuando tiene lugar su primera edición oficial. El Festival de Cannes, una asociación regida por la ley francesa de 1901 y gestionada por un Consejo de Administración, fue reconocido como de utilidad pública en 1972.
En 1955, once años después de su primera edición, se creó la Palma de Oro, el premio principal cuyo emblema es elaborado por Chopard, Socio Oficial del Festival y considerado como uno de los principales trofeos del séptimo arte. El popularmente conocido como el “Santo Grial cinematográfico” ha sido recibido por realizadores de veintisiete nacionalidades, entre los que destacan Jacques Demy por Les parapluies de Cherbourg (1964; en español Los paraguas de Cherburgo), Francis Ford Coppola por Apocalypse now (1979; en español Apocalipsis ahora), Akira Kurosawa por Kagemusha (1980), Quentin Tarantino por Pulp Fiction (1994; en español Tiempos violentos) y más recientemente, el sueco Ruben Östlund por Triangle of Sadness (2022).
Resulta significativo apreciar la escasa presencia de realizadores cubanos en el Festival de Cine de Cannes en sus más de 70 ediciones. Solo Los sobrevivientes (1978; dir. Tomás Gutiérrez Alea) y Cecilia (1981; dir. Humberto Solás) han sido los únicos largometrajes producidos en la mayor de las Antillas que concursaron en este prestigioso certamen del arte del celuloide, en 1978 y 1982, respectivamente. En 2017, Lucía (1968; dir. Humberto Solás) se incluyó entre los 20 filmes del Cannes Classics. Esta sección, dedicada a películas restauradas, proyectó en el 2016 la cinta cubana Memorias del subdesarrollo (1968; dir. Tomás Gutiérrez Alea).