Julio 29, 2022
La Pontificia Universidad Lateranense es una de las instituciones docentes y de investigación más importantes de la Santa Sede. Esta casa de altos estudios, que por su significado fue denominada por el pontífice San Juan Pablo II la universidad del Papa, concedió en 2019 el título de doctor honoris causa en Ciencias jurídicas e Historia del derecho al Dr. Eusebio Leal, historiador de La Habana. La distinción le fue conferida con la aprobación de santidad Francisco, para exaltar su labor frente al programa de restauración y preservación del centro histórico de la capital cubana.
El 26 de febrero de 2020 el historiador recibió, en la sede de la Nunciatura apostólica el diploma acreditativo y la toga correspondientes a su condición de doctor honoris causa por la Pontificia Universidad Lateranense, de manos de monseñor Giampiero Gloder.
El acto académico se había celebrado unos meses antes, el 21 de noviembre de 2019, en la Pontificia Universidad Lateranense, en Roma. La ceremonia fue presidida por el Dr. Vincenzo Buonomo, rector de la Pontificia universidad lateranense; el gran canciller, cardenal Angelo De Donatis; el cardenal Beniamino Stella, prefecto de la Sagrada congregación para el clero; y el embajador extraordinario y plenipotenciario de la República de Cuba ante la Santa Sede, Jorge Quesada Concepción.
Por razones de salud, el historiador de La Habana no pudo asistir al acto, pero su voz se escuchó en el aula Pablo VI a través de un audiovisual enviado desde La Habana, grabado en los estudios de Habana Radio. Su lectio magistralis llevó por el título Al Cardenal Jaime Ortega Alamino: el pastor y el hombre. Elogio de la virtud sacerdotal, dedicado a la memoria de su entrañable amigo el cardenal Ortega.
Antes de reflexionar sobre el cardenal, el historiador explicó que “resulta indispensable exponer las particulares circunstancias que debió vivir su sacerdocio y episcopado en la Arquidiócesis de San Cristóbal de La Habana”. Esta afirmación conllevó un minucioso recorrido de cinco siglos por la historia de la iglesia católica en Cuba hasta la muerte del cardenal Manuel Arteaga Betancourt, arzobispo de La Habana, el 20 de marzo de 1963, y el posterior nombramiento de monseñor Jaime Ortega al frente de la misma Arquidiócesis en 1981 y después como cardenal en 1994. Mencionó hitos de su labor pastoral y social y cómo se forjó la amistad entre ambos. También evocó la relevante presencia de tres pontífices en nuestro país: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, de los cuales consideró haber sido un testigo privilegiado.
Los orígenes de la Pontificia universidad lateranense se remontan a 1773, cuando el papa Clemente XIV suprimió la Compañía de Jesús y confió oficialmente al clero de la diócesis de Roma la misión de enseñar teología y filosofía a los seminaristas de los colegios romanos. En 1824 el papa León XII restauró la orden y les devolvió lo que más tarde se convirtió en la Pontificia universidad gregoriana. No obstante, permitió que el clero secular que había sido reemplazado continuara dedicándose a la enseñanza y les asignó su sede en el Palazzo di Sant Apollinare, donde en 1853 el papa Pío IX fundó la Facultad de Derecho canónico y Derecho civil y el Pontificio instituto utriusque Iuris.
El papa Pío XI asignó a la universidad su sede permanente en la Basílica de San Juan de Letrán y en 1932 el cardenal vicario de Roma fue asignado como canciller. En 1958 el papa Pío XII estableció allí el Pontificio instituto pastoral. Al año siguiente el papa Juan XXIII hizo del instituto una universidad y le dio el nombre que lleva hasta nuestros días.
En el acto de concesión también intervino, mediante una grabación en video, el presidente de la Conferencia de Obispos Cubanos, monseñor Emilio Aranguren Echeverría, obispo de Holguín, quien tuvo a bien la presentación del historiador. Ofreció unas pinceladas sobre los aportes de Eusebio Leal y resaltó:
Su apoyo como interlocutor y, en momentos de mayor tensión, también como mediador, entre la Iglesia y las altas autoridades del Estado. También agradeció en nombre del episcopado cubano su amistad, cercanía, sus consejos y cálido apoyo para preservar el patrimonio monumental y artístico de nuestros templos y más aún para tender puentes y buscar el entendimiento entre personas de las más variadas orientaciones de pensamiento.
El cardenal Beniamino Stella, prefecto de la Congregación para el clero y nuncio apostólico en Cuba entre 1992 y 1999, pronunció el elogio. En sus palabras resumió la esencia del evento al indicar que:
Esta Pontificia Universidad Lateranense, que durante dos siglos se ha empeñado en la formación intelectual de sacerdotes provenientes de todas las partes el mundo, y que además es lugar de maduración del diálogo entre el evangelio y la cultura, entre la iglesia y la sociedad y, sobre todo, como lugar de crecimiento y vigencia del derecho de las relaciones humanas, se honra de poder conceder al doctor Eusebio Leal Spengler el doctorado honoris causa en Ciencias jurídicas e Historia del derecho.