Junio 30, 2022
La Fiesta de los Viticultores (Fête des Vignerons) es una fiesta tradicional de Suiza que tiene lugar una vez cada 20 años. Desde el año 1797 es organizada por la Hermandad de los Viticultores de Vevey (Confrérie des Vignerons), asociación que incluye, aproximadamente a 1300 miembros, de diferentes edades y ocupaciones, aunque la mayoría son viticultores de la región de Vevey y sus alrededores.
El festival se originó a finales del siglo XVIII cuando la Hermandad, compuesta por terratenientes burgueses, decidió recompensar los métodos de cultivo de los viticultores de la región. Fue así que en 1797 se erigió una plataforma con 2000 asientos aproximadamente, donde tienen lugar las ceremonias. La primera consiste en la coronación del mejor vitícola seguido de una procesión; las siguientes actuaciones tienen lugar en la tarde con una representación teatral dividida en cuatro estaciones presididas por las deidades paganas: Pales, Baco y Ceres.
El valor artístico de la Fête des Vignerons radica en el hecho de que les permite a los creadores reinterpretar la estructura tradicional: cantos, figuras emblemáticas y las escenas que evocan el ciclo de las estaciones, las edades de la vida, la libertad, la fraternidad, el apego a la tierra y la alegría de vivir. Esta reinterpretación posibilita que se recreen los mismos valores en una generación diferente, pero haciéndose eco en el contexto contemporáneo para recuperarlos colectivamente y, así, facilitar los sentimientos de identidad y continuidad. De igual forma, cada fiesta produce obras que enriquecen el patrimonio regional; lo cual permite una renovación periódica del repertorio de cantos de la región de Vevey.
Los festivales posteriores a 1797 tuvieron lugar en 1889, 1905, 1927, 1955, 1977, 1999 y el más reciente en el 2019. El comité organizador es libre de elegir con qué frecuencia se celebra, pero el número máximo de veces es cinco veces en un siglo. Hasta ahora, el intervalo entre dos festivales ha variado entre 14 y 28 años.
El espectáculo del 2019 trazó las actividades de los viticultores mediante las estaciones, visto a través de los ojos y la imaginación de una pequeña niña llamada “petite Julie”. La escena de apertura se desarrolla durante la vendimia, en la que el abuelo de Julie juega las cartas y bebe vino fuera de la cabaña de los viticultores. Luego, le enseña a Julie sobre los misterios de las vides, la belleza del paisaje y la cultura de la elaboración del vino. La imaginación de la pequeña transformó la realidad en un mundo de ensueño con hadas y demás seres fantásticos, y una hermosa libélula fue su compañera de aventuras.
La Fiesta de los Viticultores se recomendó como uno de los “destinos más emocionantes del mundo” según National Geographic, y uno de los “lugares a los que ir en 2019” según The New York Times, además de figurar en la lista “Dónde ir en 2019” de The Guardian. En diciembre de 2016, la Fête des Vignerons fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, primera tradición suiza en ser incluida en la lista representativa de la Unesco.