Teatro Tacón 1874

El Teatro Tacón, un espacio para el disfrute de las artes escénicas

Teatro Tacón 1874

Marzo 14, 2022

 

Tras ocupar el cargo de gobernador general de la isla de Cuba, Miguel Tacón se dio a la tarea de construir un establecimiento cultural que aglutinara la alta casta habanera. Esta institución en la zona de extramuros estuvo pensada para el disfrute de las artes escénicas y contó con la particularidad de albergar un cuantioso número de personas en su interior, ya que los espacios disponibles no eran amplios. Los dos teatros existentes hasta las primeras décadas del siglo XIX, el Principal y el Diorama, eran pequeños para alojar una considerable cifra de participantes, es por eso que frecuentemente perdían los contratos con los artistas debido a sus ínfimas capacidades.

Muchas de las compañías que hacían escala en la Llave del Golfo cancelaron sus presentaciones, sin embargo, con la inauguración del Teatro Tacón, nombre que adquirió en honor al capitán general, la sociedad habanera encontró resuelta la apremiante problemática. En abril de 1838 anunció la apertura cultural con la puesta en escena de la obra Don Juan de Austria o La vocación, a cargo de Gregorio Duclós y protagonizada por el famoso actor cubano Francisco Covarrubias. Crónicas de la época colonial referencian que la institución  se convirtió en la sede de las compañías de ópera italianas y francesas y de zarzuelas españolas.

Un elemento digno a destacar fue que a mediados del siglo XIX el inventor italiano Antonio Meuci se instaura en La Habana. Para ese entonces comenzó a realizar trabajos en dicho establecimiento, en el cual construyó y probó un aparato llamado teletrófono para comunicarse con su esposa que se encontraba en la planta superior enferma de reuma. Aunque Meuci no obtuvo en vida el mérito de haber creado este objeto, su máquina fue el primer teléfono del mundo y la misma se utilizó en el teatro Tacón.

Algunas de las personalidades famosas que desfilaron por este escenario fueron la bailarina Fanny Elssler en 1841 y  en 1851, diez años después, la soprano Jenny Lind. La italiana Adelina Patti también transitó por el tempranamente prestigioso lugar, asimismo lo hizo el pianista y compositor Luis Moreau Gottschalk, la venezolana Tereza Carreño y en 1887 Sarah Bernhardt. De esta manera el naciente centro se convirtió en un acontecimiento que traspasó las fronteras nacionales, llegando a Norteamérica y Europa. Las bonanzas económicas que reportaba el lugar demostraron los beneficios de este negocio, sobre todo en las colonias que no presentaban el mismo grado de desarrollo cultural con respecto a su metrópoli.

A finales del siglo XIX el teatro pasó a ser propiedad del Liceo de La Habana, años después lo adquirió la empresa neoyorquina Sociedad Anónima Tacon Realty Company. Al iniciarse la dominación norteamericana en la isla se le comenzó a nombrar Gran Teatro Nacional y en 1909 pasó a manos del Centro Gallego para la construcción de su palacio social. En 1915 se inaugura con el nombre de Gran Teatro Nacional, calificativo que ha trascendido hasta nuestros días. Con el triunfo revolucionario fue nacionalizado y se le llamó Teatro García Lorca.

Actualmente a este inmueble se le denomina Gran Teatro Alicia Alonso y es sede Ballet Nacional y la Ópera de Cuba. Tras una restauración capital realizada a este glamuroso edificio de estilo neobarroco, en 2016 reabrió sus puertas para el beneplácito del público. Su escenario sigue acogiendo presentaciones paradigmáticas del espacio cultural cubano e internacional. Entre luces, vestuarios, instrumentos, aplausos y vítores el antiquísimo centro cuenta con 184 años de vida, para así engalanar nuestra cultura nacional.

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