La familia Blaeu

La familia Blaeu

La familia Blaeu

Enero 3, 2021

 

A finales del siglo XVI y principios del XVII varios cartógrafos afamados elaboraron espléndidas colecciones de mapas. Sus maestros indiscutibles fueron los neerlandeses, iniciada por Gerardus Mercator y Abraham Ortelius y su cenit se alcanzó con la famila Blaeu. Los mapas publicados por esta familia no tardaron en ser famosos por su gran belleza y su técnica intachable. Su imprenta llegó a ser la más grande de toda Europa.

La dinastía de cartógrafos Blaeu floreció durante 100 años aproximadamente. Fue fundada por Willem Janszoon Blaeu (1571-1638). Tras estudiar a las órdenes del famoso astrónomo danés Tycho Brahe, se estableció en Ámsterdam en 1596 como fabricante de globos terráqueos e instrumentos de navegación. A principios del siglo XVII, Willem adquirió una imprenta y diversificó su actividad. Comenzó a elaborar cartas náuticas, mapas y atlas. Hacia 1630 su hijo Johannes (1598-1673) se unió al negocio y empezaron a firmar conjuntamente los mapas a partir de 1631. Johannes había nacido el mismo año en que su padre fundó la empresa y estudió derecho en la Universidad de Leiden. Se le conoce generalmente como Joan.

La editorial incrementó su prestigio y su volumen de ventas. En 1637 se trasladó a unas instalaciones mucho más grandes, situadas en el canal de Bloemgracht. Allí había en funcionamiento nueve prensas y se calcula que, en el punto más álgido de la empresa, trabajaban a tiempo completo unas 80 personas.

El equipo formado por padre e hijo empezó a publicar una serie de atlas que superaban en belleza y alcance todo lo hecho hasta ese momento. La primera de estas obras fue Atlantis Appendix (1630), elaborado a partir de planchas de cobre que Willem había adquirido de las existencias del cartógrafo Jodocus Hondius Jr. A la muerte de Hondius en 1629, Willem adquirió las planchas de los Atlas Mercator-Hondius para introducirse en el floreciente negocio de los atlas que se había erigido en Ámsterdam desde principios de siglo. No obstante, la primera auténtica obra maestra de los Blaeu es el atlas de 208 mapas titulado Theatrum orbis terrarum, sive Atlas novus: in quo tabulae et descriptiones omnium regionum (El teatro del mundo, o nuevo atlas: con tablas y descripciones de todas las regiones), de 1635, del que se publicaron diferentes ediciones en latín, alemán, neerlandés y francés.

Este espléndido trabajo, de dos volúmenes, disfrutó de un éxito inmediato. Su popularidad quedó patente por sus frecuentes reimpresiones, ampliándose enormemente el trabajo original con cada nueva edición. Así, en 1645, había crecido hasta los cuatro volúmenes; en 1662, ya ocupaba doce.

La obra de 1662 contenía 600 mapas en folio y 3.000 páginas de texto. A esta edición se le conoce con el nombre de Atlas Maior. En efecto, se trataba del libro más grande, más caro y suntuosamente ilustrado que vio la luz en el siglo XVII. Al igual que otros atlas de la factoría Blaeu, fue famoso por su magnífica ejecución y, en especial, por sus mapas coloreados a mano e impresos en el mejor papel, su meticulosa tipografía y su lujosa encuadernación. Su precio ascendía a 45.000 florines, una pequeña fortuna en aquella época. Se editó en latín, francés, neerlandés, alemán y español. En esta última Joan Blaeu trabajaba cuando se incendió la imprenta y se destruyeron la mayoría de las planchas impidiendo la terminación de la edición española.

Durante el siglo XVII, las potencias europeas incrementaron notablemente la exploración marítima; entre ellas, destacaban las Provincias Unidas de Holanda, una nación joven y dinámica sumida desde 1568 en una prolongada lucha para liberarse del dominio español. Su economía empezó a prosperar como nunca hasta ese momento, ya que los marinos neerlandeses arrebataron el control de las principales rutas y puertos comerciales a un moribundo imperio portugués. En este contexto de auge económico basado en el comercio marítimo, los mapas revestían una importancia capital, tanto por su carácter práctico como por ser símbolos del dominio del comercio mundial.

La preeminencia de Blaeu en su sector se reconoció formalmente en 1633 cuando Willem fue nombrado cartógrafo jefe de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, cargo que asumió su hijo Joan tras su muerte. Joan y su hermano menor, Cornelis, continuaron con la dirección de la empresa hasta el fallecimiento temprano de este último, en 1644.

Espoleados por la dura competencia del taller cartográfico de Henricus Hondius y Johannes Janssonius, los hermanos Blaeu ampliaron hasta 1655 el Theatrum orbis terrarum sive Atlas Novus. También elaboraron una serie de atlas de ciudades, como el Novum ac Magnum Theatrum Urbium Belgicae Regiae, de la década de 1640, que contenía 220 mapas y loaba las florecientes y laboriosas ciudades de la república de los Países Bajos. 

El año 1672 fue realmente un annus horribilis para la familia Blaeu. El 23 de febrero un incendio destruyó los talleres de Gravenstraat y se perdieron irremisiblemente tanto los mapas impresos, como las planchas de cobre.

Los hijos de Joan, Joan II y Pieter siguieron ocupándose de los negocios de la familia tras su fallecimiento, aunque nunca alcanzaron el esplendor de momentos anteriores. La empresa acabaría desapareciendo a principios del siglo XVIII. Se suele considerar que la muerte de Joan Blaeu marcó el final de la edad de oro de la cartografía neerlandesa. Los eruditos han calculado que, en la cumbre de su éxito, la imprenta Blaeu produjo más de un millón de impresiones a partir de 1.000 planchas de cobre en un período de tan sólo cuatro años.

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