dest Los vínculos entre dos naciones

Los vínculos entre dos naciones: Italia y Cuba

Los vínculos entre dos naciones

Zenaida Iglesias Sánchez

Diciembre 4, 2020

 

Encuentro entre culturas europeas y americanas

 El marino genovés Cristóbal Colón llegó a las costas de Cuba en octubre de 1492, trazando la ruta de ida y regreso a través del Atlántico entre Europa y América. ¿Podemos afirmar que fue el primer italiano que oficialmente llegó a nuestra isla? Los españoles que colonizaron el territorio llegaron acompañados de algunos extranjeros: portugueses, griegos, alemanes, italianos y muy pocos franceses. Esos primeros italianos fueron principalmente marineros y soldados.

Viajeros italianos

 El escritor Francesco Gemelli, llegó a La Habana en 1697 donde permaneció tres meses. Recorrió territorios desconocidos y de esta experiencia vio la luz la obra Vuelta al Mundo. Sus apuntes, se consideran uno de los pocos testimonios del paso de un viajero italiano por esta fecha. El periodista Antonio Gallenga, llegó en 1873. Afirma el Dr. Oscar Zanetti, que La Habana constituyó el principal objetivo de sus observaciones, pero que el asunto que más le interesaba era la situación política de la isla. Sus impresiones quedaron recogidas en el volumen The Pearl of The Antilles.

Asentamientos. Triscornia y Pogolotti (La Habana)

A José Triscornia se debe el poblado del mismo nombre en Casablanca. En1802 fue uno de sus vecinos más pudientes, allí construyó un muelle, un carenero, un almacén y un taller, terraplenó terrenos anegadizos y por la colina construyó su casa. Luego fundó la Compañía “Madan y Triscornia”, integrada por el carenero, una fábrica de pólvora, otra de clavos y varios almacenes. José Triscornia falleció en 1813, pero allí quedaron sus descendientes y el poblado continuó su desarrollo a principios del siglo XX.

El proyecto del Barrio “Redención”, en 1910 se debe al italiano Dino Pogolotti, quien asumió la construcción de las 1000 casas en La Habana con su propio capital y en terrenos de su propiedad. Fue el primer barrio obrero de Cuba y América Latina. Llevó a cabo importantes empresas, por ejemplo: junto a la calzada de Puentes Grandes construyó un tejar, una bodega que llamó “Cuba-Italia” y un teatro. Junto al paradero de tranvías de Marianao construyó un pequeño centro comercial y el café “Torino”. Emprendió la urbanización del reparto Larrazabal. Trazó el barrio industrial “Padre Zamora” y la urbanización de la finca de recreo “San Rafael en la carretera de Guanajay, entre otros trabajos que emprendió junto a sus hermanos. Regresó a Italia, donde falleció en 1923. Había llegado a Cuba a finales del siglo XIX.

Guerras de Independencia

No se puede hablar de los vínculos de Italia con Cuba en las guerras de independencia, sin mencionar la figura de Giuseppe Garibaldi, quien manifestó abiertamente su apoyo a la causa de los cubanos. Fernando Ortiz ha dicho que si bien no peleó en los campos de Cuba el espíritu de Garibaldi fue mambí. Una tarja rememora su estancia en La Habana. Hecho que se considera improbable para unos, para otros no, porque comentan que llegó de incógnito. Lo cierto que hasta el presente es tema de debate y estudios futuros que puedan desentrañar esta controversia.

Italia contribuyó con la causa independentista en lo político, social y financiero, también aportó combatientes que regaron con su sangre el suelo cubano, se considera el primero al siciliano Aquiles Avilés caído durante el asalto a Las Tunas. Por otra parte, el parlamento italiano fue el único del mundo que rindió un minuto de silencio por la caída de Antonio Maceo, en tributo de respeto y admiración.

Federico Falco fundó en 1896 el Comité Italiano Central por la Libertad de Cuba en su casa de Roma. En 1898 viajó a Cuba junto a 75 italianos voluntarios para brindar ayuda los mambises. Fue nombrado Comandante del Cuerpo Militar del Ejército de Liberación. Luego obtuvo la ciudadanía cubana y al finalizar la contienda representó a Cuba en las misiones diplomáticas. Con la familia Coyula que se estableció en Regla, se vinculó nuestro Apóstol José Martí, porque en su casa se conspiraba a favor de la independencia. Por Pedro Coyula, Martí fue invitado a pronunciar las palabras de inauguración en el Liceo de Regla en 1879. Miguel Coyula, fue comandante del Ejército Libertador y reconocido patriota del territorio.

Arquitectura y Urbanismo

En el trazado de nuestras fortificaciones con marcada influencia del Renacimiento italiano, donde participaron ingenieros militares y maestros de obras llegados desde esa nación. Fueron ellos: Bautista Antonelli, “el profesional de mayor reputación que ejerció en Cuba en el siglo XVI”. Estuvo al frente de la construcción del castillo del Morro, La Punta y las obras de la Zanja Real. Propuso cerrar la boca del puerto con una cadena de gruesos maderos unidos por peines de hierro, para impedir la entrada de embarcaciones enemigas. Los diez años que trabajó en Cuba se le reconocen como su “decenio de gloria”. Cristóbal de Rodas Antonelli, su sobrino, trabajó en las mismas obras como ayudante. A Cristóbal de Rodas se debe también el primer plano regulador de La Habana. Juan Bautista Antonelli, hijo de Bautista Antonelli, trabajó en la construcción del castillo del Morro de San Pedro de la Roca en Santiago de Cuba y en la construcción del fuerte de Santa Dorotea de la Luna de la Chorrera (1646) en La Habana, para proteger la desembocadura del río Almendares.

A mediados del siglo XIX arquitectos, pintores y escultores, contribuyeron al embellecimiento de los espacios públicos y edificios de gobierno.  Giuseppe Gaggini, a pesar de que nunca estuvo en Cuba y sus trabajos los realizó por encargo, dejó una importante obra: la fuente de Los Leones en la Plaza de San Francisco y la fuente de la India o de La Noble Habana, que nos identifica hasta nuestros días en un extremo del Paseo del Prado. Ambas modeladas en mármol blanco de Carrara. A Cucchini se debe la autoría de la estatua de Cristóbal Colón, que se encuentra en el patio del Palacio de los Capitanes Generales. Otras se realizaron por autores desconocidos y se trajeron desde Italia, como la fuente de Neptuno. Estas desempeñaron una doble función: ornamental y útil como abasto de agua. De Carlo Nicoli y Manfredi (1843-1915), el reconocido Monumento a Cervantes inaugurado en 1908 en parque que tomó este nombre. El Monumento a Máximo Gómez corresponde a la autoría de Aldo Gamba, inaugurado en 1935.

La necrópolis habanera Cristóbal Colón, atesora un sinnúmero de obras creadas por las manos de reconocidos artistas italianos, algunos han quedado en el anonimato, como la ejecución de la réplica de La Piedad de Miguel Ángel en el Panteón de don Miguel González de Mendoza. El Panteón de los Condes de la Mortera corresponde al escultor italiano Marco Gianninazi; El Panteón de María Josefa Pérez de Urría fue realizado por el escultor italiano Pietro de Costa en 1875; [1] El Panteón de los Emigrados Revolucionarios, fue construido por José Pennino; La escultura exenta de bronce fundido es obra de A. Vannetti; La Capilla Aspuru (1917) ejecutada por la Casa Marmolera “J. Casella”. La puerta, está firmada por el escultor Rafaello Romanelli en Florencia.

El Capitolio

Si un escultor italiano se destacó en la primera mitad del siglo XX, fue Angelo Zanelli, con sus monumentales esculturas realizadas para el Capitolio Nacional. Aunque en el edificio se destacaron muchos maestros de las bellas artes de Italia. Estas fueron: La República, considerada en su momento la primera más grande bajo techo; La Virtud Tutelar y el Trabajo, que flanquean la entrada principal del Capitolio, justo al final de la gran escalinata. [2]

La Avenida de Italia, antes Galiano

A principios del XX cuando se cambiaron los nombres antiguos de las calles por los de patriotas cubanos y de las naciones que apoyaron la lucha del pueblo cubano. Galiano se nombró Avenida de Italia.

En las artes

La pintura

Al artista italiano José Perovani se le reconoce en el altar mayor de la Catedral de La Habana, la pintura al fresco La Asunción; La cena con los doce Apóstoles y La potestad de la iglesia dada a San Pedro. El altar mayor, las esculturas y los trabajos de orfebrería estuvieron a cargo del italiano Bianchini y fueron ejecutadas en Roma en las primeras décadas del siglo XIX.

El Teatro

A pocos días de inaugurado el Coliseo de La Habana (1775) se efectuó por primera vez la presentación de una compañía de ópera italiana en la Isla, luego fueron incontables los artistas de esta nación que desfilaron por su escenario. Lo mismo sucedió en el Teatro Tacón, donde se presentó la Adelina Patti, considerada la primera soprano durante muchos años. De las presentaciones de Marietta Gazzaniga se ha dicho: que después se sus actuaciones “el lujoso teatro Tacón quedaba bastante mal parado, por el aluvión de flores lanzadas a los pies de la actriz”. [3]

El teatro Nacional se inauguró (1915) con un elenco operístico considerado de lujo, para la ocasión: Lucrecia Bori, Juanita Capella; Guido Ciccolini y Giuseppe di Luca entre otros; entre los directores de orquesta se destacó Arturo Bovi quien se quedó a vivir en La Habana, donde fundó un conservatorio de música junto a su esposa.

En 1920 llegó Enrico Caruso a la capital cubana. Algunos afirman que se hospedó en el hotel Sevilla. Eleonora Duse, la diva de las tablas europeas actuó en La Habana en 1924. Inauguró su temporada en el teatro Nacional del Prado, presentando la obra La puerta cerrada del dramaturgo italiano Marco Praga.

La impronta en Cuba de prestigiosos italianos

Meucci vino a Cuba contratado como mecánico para el teatro de Tacón en compañía de su mujer, Ester Mochi, encargada del vestuario. En el propio teatro, perfeccionó el teléfono acústico y en nuestra isla realizó sus primeros experimentos sobre la más importante invención de su vida; además de otras, como el filtro purificador de agua; un aparato para purificar el guarapo de caña de los ingenios; un nuevo método para podar los árboles de naranja y limón con mayor rendimiento; también diseñó e introdujo las molduras de yeso que se colocaban en los cielos rasos de los edificios de la ciudad. En la década del 50´ los esposos emigraron a los Estados Unidos. Aunque parezca increíble, fue en el año 2002 cuando se reconoció a Antonio Meucci como el verdadero inventor del teléfono. [4]

En la botánica y otras ramas del saber durante el siglo XX, entre los italianos que brindaron su aporte al desarrollo de nuestra agricultura se encuentran: Ernesto Mosé Simonello, el primer microbiólogo agrícola dedicado a la sanidad vegetal en nuestro país (1920); el Dr. Mario Calvino quien trabajó para lograr nuevas variedades de nuestros principales cultivos, introdujo plantas forrajeras para incrementar el ganado y además luchó por elevar el nivel de vida del campesinado. Junto a Calvino trabajaron otros italianos y su esposa Eva, que gracias a su presencia y labor, se iniciaron en nuestro país las actividades de la mujer en la rama científica de la agricultura. Gustavo Pitaluga destacó en la medicina, la historia y el humanismo.  En 1937 ofreció conferencias sobre el estudio de la sangre. En 1942 se radicó en nuestra isla donde redactó importantes textos. Fue amante incansable de la cultura en todas sus manifestaciones. Estudió la proyección de la mujer en la historia y escribió el que se considera su mejor libro producido en Cuba: Grandeza y servidumbre de la mujer, que lo acreditó como historiador, ensayista y filósofo. Falleció en La Habana en 1956.

República

Asociaciones y personalidades

Las relaciones entre ambos países se gestaron desde inicios de la República (1902). Pero se vieron interrumpidas en los años de la II Guerra Mundial En consonancia con el momento histórico que vivían los italianos radicados en la isla, crearon asociaciones con el objetivo de aunar los sentimientos de solidaridad y ayuda mutua, para el triunfo de los ideales democráticos y la futura liberación de Italia.

En 1942 se creó la Asociación Italiana Antifascista, para reunir a los italianos antifascistas residentes en nuestra isla y desarrollar lazos de solidaridad entre las naciones del mundo, interactuando con asociaciones similares que estuvieran radicadas en nuestra isla o en el extranjero. Se llamó después Asociación Ítalo-Cubana Antifascista y en 1945 Asociación Democrática Ítalo-Cubana “Giusseppe Garibaldi” por haber dejado de existir el problema bélico. Su objetivo fue reunir a los italianos amantes de la democracia residentes en la isla y a los cubanos que simpatizaban con la lucha del pueblo italiano.

Un personaje controvertido

Orestes Ferrara Marino (1876-1972), quien se destacó en vida política y social de nuestro país y su trayectoria se considera controvertida. Participó en las luchas por la independencia de nuestra nación y fue ascendido en varias ocasiones. Participó en la batalla de Las Tunas junto a Calixto García, más tarde se unió a las tropas de Máximo Gómez. Durante la República tomó parte activa en la vida política de la nación y desempeñó importantes cargos. Se convirtió en fiel colaborador de Machado primero y de Batista después. En 1928 hizo construir la vivienda donde habitaría hasta su salida definitiva de Cuba, a la que dio el nombre de “La Dolce Dimora”.  Las obras estuvieron en manos de los reconocidos arquitectos Govantes y Cabarrocas. La mansión se levantó a pocos pasos de la Universidad, mostrando en su apariencia marcada influencia de los palacios del renacimiento florentino. Luego del triunfo de la revolución, cesaron todos sus cargos por lo que decidió radicarse en su país. Murió en Roma con avanzada edad el 16 de febrero de 1972.

Las Escuelas de Arte

Proyecto que se encargó al arquitecto Ricardo Porro en la década del 60´. Para llevarlo a efecto llamó a dos arquitectos italianos: Roberto Gottardi y Vittorio Garatti. Este proyecto marcó una pauta en la arquitectura cubana de la segunda mitad del siglo XX por su contenido formal. El mismo quedó inconcluso algunos años después de comenzadas las obras, sin embargo, marcó la vida de estos profesionales en sus estrechos vínculos con nuestra nación. Roberto Gottardi Folín llegó a Cuba en 1960, recién comenzada la Revolución cubana y comenzó de inmediato a desarrollar su obra constructiva. A su autoría se debe el diseño de la Escuela de Artes Escénicas (1961-1965) dentro del conjunto de las escuelas de artes. Gottardi se adentró con brazos solidarios y mucha iniciativa en la actividad constructiva que se llevó a cabo en nuestro país durante los años 60´ y 70´. En el año 2016 se le entregó el Premio Nacional de Arquitectura en merecido reconocimiento a su desempeño en nuestro país. A la autoría de Vittorio Garatti se debió el diseño de la Escuela de Ballet y la Escuela de Música (inconclusa), caracterizada por el empleo de la bóveda catalana y la cerámica, en magnífica composición con el entorno natural, en la que se han destacado la presencia de rasgos eróticos y sensuales. Se marchó de la isla en 1974, pero siempre ha regresado manteniendo estrecho vínculo con nuestro país. Desarrolla en el presente siglo el proyecto El Anillo del Caribe para conectar a los países insulares y caribeños por vía marítima y del ferrocarril.

De tal forma, la huella de Italia en nuestra isla ha estado presente al largo de los siglos, desde el mismo momento de la conquista, hasta nuestros días, en todas las ramas del saber.

 

Notas

* Conferencia presentada en el I Coloquio Presencias europeas en Cuba, 2017, del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa: Palacio del Segundo Cabo.

[1] Luego de la construcción del cementerio de Espada (1806) las casas marmoleras comenzaron a trabajar el arte funerario, produciendo primeramente las lápidas para cerrar los nichos. Eran piezas seriadas, donde aparecía el nombre del taller y la dirección donde se confeccionaban. Con la apertura del cementerio de Colón (1876) los talleres extendieron sus trabajos a la escultura. Entre las principales casas marmoleras se destacan: Biasca, La Italia, y Triscornia.

[2] Giuseppe Mastellari realizó varios los frisos que decoran los hemiciclos de la Cámara de Representantes y del Senado, inspirado en leyendas y motivos grecorromanos. Otros en bronce y mármol se deben a la autoría del maestro Vittorio Remuzzi.

[3] “Un comerciante avispado se apresuró a elaborar un pan especial llamado “de Gazzaniga”, que pronto se castellanizó como gaceñiga, término identificativo de un sabroso panqué, por mucho tiempo comercializado en el país, que adquirió carta de ciudadanía en el vocabulario popular cubano.” Depestre Catony, Leonardo. Cien mujeres célebres en La Habana. Ed. José Martí. La Habana. 2014. P. 20.

[4] Por resolución emitida en el Boletín Oficial de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, honrando la vida y creación de Meucci, en lugar de Alexander Graham Bell, reconociendo la autoría de su invención.

Zenaida Iglesias Sánchez: Máster en Rehabilitación del Patrimonio Cultural y Licenciada en Historia por la Universidad de La Habana. Desde 1987 trabaja en la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana y se encuentra al frente del grupo de investigación histórica de la empresa RESTAURA desde la década del 90. Es Miembro del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio; de la Cátedra Gonzalo de Cárdenas de Arquitectura Vernácula y de la Comisión Provincial de Monumentos. Ha desarrollado múltiples temas de investigación relacionados con el patrimonio y el urbanismo.

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